Escrito por LlanAUGC 14-07-2019
Por Alberto Llana
Tras la publicación de un comentario en donde desgranaba las diferencias entre apostar a lo loco o hacerlo con cierto criterio, sabiendo o intuyendo más bien, hasta dónde se puede tensar la cuerda en cada momento ( https://gijontrasgu.wixsite.com/website/post/apostar-sin-sentido ), unos cuantos que se han sentido aludidos al considerarse incluidos en el grupo que yo denominé ‘osados’, han ejercitado su derecho de réplica a través de las redes sociales. Y hasta el momento de escribir estas líneas, sus respuestas han ido en la línea tan moda en los últimos años… los ‘zascas’. El problema de ese tipo de respuestas es que, por lo general, van desprovistas de razonamiento alguno que rebata lo expuesto y se suelen limitar a intentar ofrecer una visión jocosa del asunto como si una gracieta fuera a cambiar la realidad o sirviera de argumento de contraste frente a lo manifestado. Lógicamente excluyo de ese grupo los mensajes desprovistos de respeto alguno ya que no considero que insultar pueda llegar a considerarse ‘zasca’.-
Dado que mi apreciación de las cosas, más o menos acertadas pero basadas en premisas que merecen respeto, aunque solo sea por estar emitidas de tal modo, han producido cierto resquemor en varios osados, volveré a insistir en ello, recuperando las tesis que ya publiqué hace tiempo y que persisten a día de hoy, aunque el paso de los meses hayan contribuido a su olvido o, cuando menos, a su relativización. A mediados de septiembre de 2018 colgué en mi blog el siguiente artículo ( https://gijontrasgu.wixsite.com/website/post/argumentario-pasmoso ), en el que planteaba mis dudas sobre lo que habría ocurrido de no firmarse el Acuerdo de equiparación cuando se hizo. Debe tenerse muy presente que tras su firma y publicación en el BOE, las cantidades en el mismo contempladas formaron parte del texto de la ley presupuestaria de 2018, la cual obtuvo el respaldo parlamentario para comenzar su recorrido por las cámaras legislativas justo el día antes de conocerse la sentencia sobre la trama ‘Gürtel’. Tras el terremoto político desencadenado por el pronunciamiento judicial, el gobierno cambio de color, encontrándose unos presupuestos ya encaminados que tuvo que asumir. Y no solo eso sino que resulta de actualidad su prórroga para este ejercicio y quién sabe si para el que viene ( https://gijontrasgu.wixsite.com/website/post/equiparaci%C3%B3n-en-el-alero ).-
Con todo, el resultado final, el tangible, el que se refleja en las nóminas de guardiaciviles y policías nacionales mes tras mes, con carácter retroactivo desde enero de 2018, es un perceptible aumento salarial que va acortando las diferencias históricas con otros cuerpos policiales. Por el contrario tenemos otras realidades actuales, que podemos percibir a día de hoy y no están nubladas por el recuerdo y las diferentes interpretaciones que algunos quieran ofrecer sobre cuestiones pretéritas. El gobierno en funciones, que es el mismo que ocupó la bancada azul de la Cámara Baja tras desalojar a los ‘gürtelianos’, máxime en lo tocante al Ministerio del Interior, ha dado muestras inequívocas de no estar muy a gusto cumpliendo lo firmado en marzo de 2018. Tanto es así que resulta notorio que han escondido bajo siete llaves el informe primigenio elaborado por la empresa consultora en orden a establecer las diferencias monetarias reales entre componentes de la Benemérita/Policía Nacional y los Mozos de Escuadra. Y ello solo tiene una explicación plausible: no desean tener que materializar la cláusula primera del pacto que determina “Dicha consultoría analizará las cifras de equiparación puesto a puesto, y fijará las correcciones que sean necesarias, que serán incorporadas una vez finalizado el trabajo de la Consultora”.-
Por otra parte, las continuas referencias a que cumplirán lo acordado en cuanto al tercer tramo de los previstos hay que digerirlas conforme al modo de actuar del equipo ministerial de Interior. Tenemos de un lado la 'amenaza' expresada por el ministro Marlaska referente a que si el renovado Consejo de la Policía declara un conflicto colectivo se pensará lo del tercer tramo equiparador. Y me pregunto qué tendrá que ver una cosa con otra. Si los nuevos representantes policiales, en uso de sus atribuciones deciden adoptar una medida de fuerza, están en su derecho, y cada cual tendrá su opinión acerca de ello pero no resulta óbice alguno para reconocer esa obviedad. Si al responsable político no le gusta este hecho pues que se tome unos calmantes e intente digerirlo como buenamente pueda. Lo que no resulta de recibo es 'castigar' a los integrantes de los dos cuerpos policiales sin las cantidades previstas en el Acuerdo. Esa manera infantil de enfocar los problemas me recuerda a lo vivido hace unos meses cuando la nueva normativa de destinos en la Guardia Civil fue declarada ilegal por el Tribunal Supremo tras el recurso presentado por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). La respuesta de la Dirección General Benemérita fue dejar sin efecto un anuncio de vacantes recién publicado y afirmar que no volvería a publicar ninguno hasta que se aprobara un nuevo reglamento, intentando trasladar la culpa a quienes recurrieron un texto que no era legal y olvidando que tras su anulación volvía a estar en vigor el anterior y el cual exige al menos dos anuncios de vacantes al año (artículo 10.1 del RD 1250/2001). Por lo que ese berrinche no solo atenta contra la norma en vigor sino que muestra a las claras la ausencia total de contrición de los irresponsables que alumbraron una norma que no cumplía con los preceptos legales, pese a ser avisados con antelación de ello, precisamente por la propia AUGC.-
También debemos ponderar el valor de los compromisos aceptados por los altos cargos nombrados por Marlaska. A este respecto solo tenemos que comprobar lo ocurrido con las cantidades destinadas a la Guardia Civil en este 2019, las cuales se vieron reducidas en un 1'72% tras incumplir el mismísimo Director General del Cuerpo lo firmado en septiembre de 2018 con las asociaciones representativas de guardiaciviles que rubricaron el Acuerdo salarial. En este enlace pueden comprobar otras cuestiones a valorar ( https://gijontrasgu.wixsite.com/website/post/marlaskazo ). En fin, que las incertidumbres sobre el desenlace final del proceso equiparador son muchas todavía. Imaginen cómo estaría la situación sin un convenio firmado, publicado en el BOE y contemplado en la ley presupuestaria de 2018. Pues eso que se imaginan sería el resultado de atender a los despropósitos de los osados que desean envidar a lo loco y no ofrecen argumento alguno que arroje un poco de luz al sombrío panorama que dibuja su desmedida temeridad.-
Y para terminar, de momento, no estaría de más tener presente lo acontecido con otros funcionarios estatales que también reivindican la equiparación salarial con sus homólogos catalanes. En lo tocante a ellos cabe recordar que en 2017 se les ofreció un aumento sustancial de sus nóminas que fue rechazado por no suponer el equilibrio monetario que exigían (justamente). El caso es que tras rechazar esa oferta, a día de hoy, siguen cobrando lo mismo, salvo los aumentos percibidos por el conjunto de la función pública, y no han recibido ninguna otra propuesta por parte de la Administración. Una demostración clara y perceptible de lo que puede conllevar lo que ya expuse en su momento: el apostar sin sentido.-
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