Escrito por LlanAUGC 08-07-2018
Por Alberto Llana
El nuevo Director General de la Guardia Civil es Félix Vicente Azón Vilas, el cual sustituye al recién destituido José Manuel Holgado Merino. Coinciden ambos en su labor profesional, la magistratura, aunque supongo que los puntos en común no llegan mucho más allá. Azón tomó posesión oficial de su nueva responsabilidad el pasado viernes en medio de una ceremonia de tipo militar organizada por la ministra de Defensa, empeñada en demostrar desde el primer minuto quién es la verdadera 'mandamás' en el Cuerpo, para regocijo general de los enfajinados y advertencia clara a su homólogo del ministerio del Interior. Lo de la señora Robles me recordó de inmediato a la ceremonia de autobombo que se sacó de la manga José Bono cuando accedió a la cartera ministerial de Defensa, y aunque en esta ocasión los fastos no eran de consumo propio en su totalidad, llego a la conclusión de que ciertas personas -y no pocas- combaten sus carencias psicológicas a base de escuchar taconazos ajenos y contemplar complacidos la postura del primer tiempo de saludo en sus subordinados. Malos augurios por esa parte...
En cuanto a Félix Azón, como ha trascendido desde el minuto uno de su elección, es hijo de un guardiacivil, por lo que puede decirse que regresa a su hogar y, desde ese punto de vista, parece una elección correcta de Grande-Marlaska. Aparte del curriculum que cualquiera puede encontrar en las redes sociales, la escasa información que tengo de esta persona se ciñe mayormente a una misiva que ha enviado oficialmente a los miembros de la Benemérita con ocasión de la toma de posesión ya mencionada antes. De esas líneas cabe destacar el compromiso que asume en la mejora de las condiciones sociolaborales de los componentes del Cuerpo: “...será una de mis principales pretensiones potenciar en mayor medida todos los recursos para vuestra formación continua y permanente, mejorar los medios y procedimientos, así como vuestras condiciones laborales y sociales, lo que sin duda redundará en la mejora de la seguridad, del ejercicio de los derechos de los españoles, y en una mayor garantía de libertad para los ciudadanos”. Bonitas palabras e intenciones que espero que culmine con éxito, pero la realidad es muy tozuda y no parece que vaya a facilitarle las cosas. Porque debemos recordar que el tiempo de mandato que le queda por delante es escaso, y eso suponiendo que este gobierno sea capaz de agotar la legislatura, lo cual no parece sencillo en sí mismo.-
Por otra parte ha tenido a bien reunirse con los representantes de las organizaciones representativas de guardiaciviles poco antes de asumir el cargo, en un gesto de reconocimiento y respeto que debo resaltar y que le diferencia de su superior político, el ministro del Interior, que todavía no se ha pasado ni a saludar, como indiqué en otro comentario anterior ( https://gijontrasgu.wixsite.com/website/post/marlaska-el-ausente ). Está claro que en un encuentro de cortesía no se puede avanzar gran cosa aunque sí fijar posiciones de cara al futuro y en ese sentido parece una iniciativa digna de aplaudir su intención de invitar a comer a su casa cada mes a una de las asociaciones representativas porque desea tener información de primera mano. Y ello me recuerda a otro párrafo de su carta de presentación a los componentes del Cuerpo, concretamente cuando rememora que: “He jugado en una casa cuartel, donde familia y trabajo se unían con fuertes lazos de amistad y compañerismo, he sido regañado por 10 madres, la propia y las del resto de los niños que allí vivían y he recibido un bocadillo o un vaso de leche en cualquiera de las moradas...”. Cualquiera que conozca una casa cuartel sabe a lo que se refiere y su íntima conexión con la invitación a comer que transmitió el pasado viernes.-
Las primeras sensaciones que transmite Azón son buenas y su condición de 'hijo del Cuerpo' tiene bastante que ver con ello. También el hecho de que su progenitor fuera de los de capa y cartera de caminos ya que le otorga una visión diferente de la labor que se realiza a pie de calle, normalmente olvidada -cuando no desdeñada-, por aquellos llamados a configurar las grandes líneas de actuación de la Benemérita. Esa falta de percepción o simple desprecio ha lastrado desde el primer momento la buena labor de la Guardia Civil. Y no porque no realice servicios de mérito sino porque podría hacer muchas más cosas y mejores si se mimara un poco el gran potencial humano y la vocación de servicio de la inmensa mayoría de sus integrantes. Quizás esa forma de enfocar la dirección del Cuerpo anide en la mente de Félix Azón. Con ese anhelo me quedo mientras le transmito mis mejores deseos al nuevo Director General Benemérito.-
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