Por Alberto Llana Publicado el 31 de marzo de 2017
Que las excusas ofrecidas por los implicados en la adjudicación de una vivienda de la Guardia Civil de forma irregular al Director General de Tráfico, Gregorio Serrano (alias Goyo), distaban mucho de la realidad era algo tangible. El papelón hecho por el Ministro del Interior Juan Ignacio Zoido el pasado miércoles en la Cámara Baja, no hizo más que confirmar lo obvio para quienes albergaran todavía alguna duda. En los mentideros corría el rumor de que Rajoy estaba indignado por el asunto, dada la fragilidad parlamentaria que le rodea y en plena negociación de asuntos importantes tales como los presupuestos generales del Estado, la cuestión catalana o la murciana por poner algunos ejemplos. Y por lo que se ve, han decidido que Serrano es prescindible. Solo así se explica que fuentes del ministerio del Interior hayan confirmado que Goyo visitó el pisito que la Guardia Civil le había adjudicado, o tenía pensado adjudicarle, el pasado día 3 de febrero.-
Saltan por los aires, de esta forma, las diferentes versiones ofrecidas sobre este affaire desde que saltó a los medios de comunicación el pasado domingo. Con esta nueva información, la secuencia lógica de hechos, dadas las pruebas confirmadas, bien podría ser la siguiente. Goyo, que se tuvo que trasladar a Madrid tras aceptar el puesto ofrecido por su amigo Zoido, Ministro del Interior, de Director General de Tráfico, necesita una vivienda donde alojarse él y su familia durante el tiempo que dure su mandato. Y mira por donde ha quedado recientemente desocupado un pabellón (vivienda) oficial de la Benemérita que viene al pelo para la ocasión. Goyo se traslada a ver el pisito y, como no le gusta la distribución (4 habitaciones, un baño, un aseo, un salón y una cocina pequeños), llegan a la conclusión de que se puede mejorar su habitabilidad adaptándolo a sus necesidades concretas (Goyo está casado y tiene dos hijas). Se realiza un proyecto de obra que incluye la supresión de una habitación, el baño y el aseo y la construcción en su lugar de dos baños completos, ampliar la superficie del salón y otras cuestiones diversas, con un presupuesto de poco más de 50.000€ (Zoido dijo en su comparecencia el miércoles que se había adjudicado la reforma al proyecto más barato, cifrado en 53.600€, una nueva incongruencia).-
Para darle a la operación “Pisito pa Goyo” un tinte de legitimidad se hace lo siguiente. El General Jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Benito Salcedo, dirige una misiva, el día 8 de febrero, a la Dirección General de Tráfico, en la que solicita el uso de alguna de las instalaciones propiedad de Tráfico, por necesidades derivadas del servicio. El día 15 de febrero, Goyo en persona contesta que no existe inconveniente alguno, siempre que la Dirección General de Tráfico pueda disponer de alguna de las viviendas que la Dirección General de la Guardia Civil tiene en Madrid. Observen, de principio, como se desmonta la teoría lanzada por Zoido acerca de que es la Guardia Civil la que solicita una permuta de instalaciones. Como dije en mi anterior comentario, resulta del todo inadmisible que Tráfico exija a la Guardia Civil una contrapartida por atender las necesidades del servicio de la Agrupación de Tráfico benemérita, la cual presta sus servicios precisamente para esa Dirección General de Tráfico. Deberían ser atendidos sin contraprestación alguna. Pero, claro, alguna explicación tenían que ofrecer si alguien preguntaba por qué razón Goyo estaba viviendo en un pisito de la Guardia Civil.-
Dicho y hecho, el mismo día 15 de febrero, tras recibir en la madrileña calle Guzmán el Bueno 110, sede de la Dirección General de la Guardia Civil, la contestación de Goyo, se le adjudica el pisito y se aprueba la reforma del mismo. Y cuando todo sale a la luz, la reforma de la vivienda, ya iniciada, se paraliza de inmediato, nueva demostración de quién era el beneficiario de la misma. Se contesta con chulería que el Goyo está viviendo en un hotel. Pues claro, la reforma de su piso no estaba culminada. Se dice, o no, no se sabe muy bien, que el hotel lo paga Goyo con su dinero, o con sus dietas o con lo que percibe en concepto de comisión de servicio como funcionario del Grupo 'A1'. ¿Cuálo de qué? ¿Goyo funcionario? ¿Dietas? ¿Comisiones de Servicio? Pero bueno, señor Zoido, ¿Cómo se atreve a mentar el Real Decreto 462/2002, de indemnizaciones por razón de servicio, en un caso como este? Me parece que está usted muy mal asesorado porque la situación de Goyo no tiene encaje alguno en el texto normativo que cita.-
En resumen, un castillo de naipes levantado a base de patrañas y embustes que se ha venido abajo al menor soplido. La situación no era para menos. Ahora, en mi opinión, solo cabe un proceder, que Goyo presente la dimisión y dado que todavía, al parecer, vive en un hotel, rehaga las maletas y se vuelva para casa a disfrutar de la Feria de Abril. Quizás con ese proceder pueda salvarle el culo a su amigo y defensor a ultranza Zoido, el cual debe estar ahora mismo temblando.-
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