Por Alberto Llana
El McGuffin es un recurso narrativo o elemento de suspense cuya finalidad es impulsar una historia. Por regla general no suele tener mucho peso en la trama o, incluso, no llegar a aparecer siquiera. Comenzó a usarse en el cine y posteriormente se ha extendido al mundo de los videojuegos. El ejemplo más conocido es el Halcón Maltés. Toda la película gira en torno a ese misterioso pájaro de valor incalculable y finalmente tan solo llegamos a ver una burda imitación que se revela como tal al primer rascado. El conocido maletín de Pulp Fiction que desprendía una luz cegadora cuando era entreabierto es otro ejemplo válido de ello. En mi opinión, la iniciativa legislativa popular (ILP) para la efectiva igualdad y equiparación salarial de las Policías del Estado español que el martes fue vetada por la Mesa del Congreso, siempre fue eso, un recurso literario que sirvió para impulsar una historia y como el Halcón Maltés que aparece en pantalla (no el que se buscan con denuedo los protagonistas de la peli), se mostraba fútil al primer análisis superficial. Pese a ello no merecía ser vetada de esta forma tan maniquea y considero lógico que quienes depositaron su confianza en esa proposición se sientan frustrados.-
Como ya dije en mi anterior comentario ( https://gijontrasgu.wixsite.com/website/post/veto-a-la-ilp ), si la Mesa del Congreso mostró conformidad en su momento con la iniciativa cuando comenzaba su recorrido y posteriormente se aceptó su tramitación por la propia Cámara Baja, deberían haber intentado desarrollarla, dejar que los distintos grupos políticos presentaran enmiendas, al objeto de salvar las nítidas irregularidades y manifiestos olvidos de su redacción original y, si no había forma de llegar a un consenso al efecto, al menos integrar sus postulados en un proyecto de ley más riguroso, en cumplimiento del Acuerdo alcanzado con asociaciones y sindicatos representativos de guardiaciviles y policía nacionales, cuestión apuntada por uno de los promotores de la ILP en una comparecencia parlamentaria. Tumbar la proposición de esta manera envía un mensaje claro al colectivo de policías nacionales y guardiaciviles, el de “no estamos por la labor de equipararos realmente”. Y esa postura resulta inaceptable.-
A renglón seguido del veto nos encontramos con determinados partidos políticos que tratan de aprovechar la ocasión para ganarse adeptos. Así, ha trascendido la idea de volver a presentar la iniciativa como proposición de ley y otra diferente en orden a presentar una proposición no de ley para la equiparación salarial. Puro oportunismo que no llevará a ninguna parte. Si la ILP vetada vuelve a presentarse tal y como está, el resultado final está cantado. Y en cuanto a una proposición no de ley, a lo máximo que llegará será a obligar a los distintos partidos a expresar su opinión sobre la misma, opinión que ha quedado patente el pasado martes, cuando votaron el veto.-
A esos partidos que dicen apostar realmente por una equiparación salarial les diría que lo mejor que podrían hacer es juntar fuerzas y esfuerzos en una misma dirección, la de presentar una proposición de ley con un articulado respetuoso con la Constitución y otras leyes que desarrollan los aspectos retributivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y en donde tengan cabida, por fin, otras materias muy importantes que la ILP desdeñó, no se si por desconocimiento o porque no les importaban lo más mínimo cuando la redactaron. Y me refiero a aquellos profesionales que deciden acogerse a la situación de Reserva no ocupada (Guardia Civil) o Segunda Actividad sin destino (Policía Nacional), cuyos haberes sufren una reducción importante que a día de hoy no se justifica teniendo en cuenta que, precisamente por no tener destino, dejan de percibir un concepto monetario que significa una minoración nominal de varios cientos de euros. También la cuestión de las futuras pensiones de quienes están incluidos en el sistema de Clases Pasivas, que podrían incrementarse por varias vías. Una de ellas, pero no la única por ser limitada, es la reclasificación de los agentes policiales pertenecientes a las Escalas más básicas al Grupo funcionarial 'B'. Y alguno pensará que para que esto último suceda debe reformarse la Ley de Régimen de Personal de la Guardia Civil, a lo que yo contestaría que esa es una de las razones por la que la norma equiparadora debe tener rango de ley. Asimismo, y en referencia a los componentes de la Benemérita, eliminar de una vez la imposibilidad de elevar su Complemento de Destino, en consonancia con los miembros de la Policía Nacional.-
Sin embargo no parece que esto vaya a ocurrir. Lo que ha trascendido hasta el momento es que aquellos partidos que se opusieron al veto han decidido afrontar caminos diferentes y ninguno de ellos se ha puesto manos a la obra en la tarea de confeccionar una buena ley que garantice en el futuro eso de “a igual trabajo igual salario”, ante lo que cabe preguntarse cuál será su actitud cuando deban afrontarse “las medidas legislativas que sean necesarias para garantizar que en el futuro no se pueda producir una disfunción salarial entre las policías que realicen las mismas funciones” que prevé en su cláusula Octava el Acuerdo firmado el 12 de marzo de 2018. Tampoco parece, a día de hoy, que los defensores de la ILP hayan tomado conciencia de lo que realmente ha significado el veto a la proposición, quizás porque está demasiado reciente el varapalo y necesiten algo de tiempo para asimilar de una buena vez que todos queremos lo mismo y la única vía válida en estos momentos para tratar de conseguirlo es la de centrarse en la exigencia de que el Acuerdo firmado sea aplicado en toda su extensión.-
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