Por Alberto Llana
El pasado día 08 de junio de 2022 tuvo lugar una reunión de la Comisión de Normativa de la Guardia Civil. Esa Comisión es un grupo de trabajo compuesto por representantes de la Administración y de las asociaciones profesionales presentes en el Consejo de la Guardia Civil con el propósito de debatir y avanzar en futuros proyectos normativos que afectan a la Benemérita, al objeto de que cuando se reúna el Pleno del Consejo tan solo reste exponer la postura de cada organización respecto a tales normas sin necesidad de entablar un largo intercambio de posturas. Uno de los temas de ese día se refería al «Proyecto de Acuerdo por el que se modifica el número de comandancias de la Guardia Civil fijado por Acuerdo del Consejo de Ministros de 13 de febrero de 1998. Unificación de las comandancias de Gijón y Oviedo». Como sabrán, el primer Acuerdo del Consejo de Ministros en ese sentido fue anulado por el Tribunal Supremo tras ser recurrido por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Una demanda dirigida por quien esto escribe y llevada a buen término por los servicios jurídicos de AUGC-Asturias.-
Es decir, que este proyecto de Acuerdo es el segundo intento de la Administración de unificar las Comandancias de la Guardia Civil existentes a día de hoy en el Principado de Asturias. Según palabras del presidente de la Comisión antes dicha «se trata de dar solución a la anomalía fruto de la existencia de dos Comandancias en el Principado de Asturias». ¿Anomalía dice? No lo será tanto cuando la normativa por la se que rige la organización periférica del Cuerpo (Real Decreto 367/1997), recoge expresamente en su artículo 4.1 que en cada provincia existirá, al menos, una Comandancia, recordando que en estos momentos, tanto en Cádiz como en Asturias existen dos Comandancias, aunque parece ser que la anomalía tan solo se manifiesta en el Principado. De igual forma cabe señalar que desde 1940 hay dos Comandancias de la Benemérita en Asturias, lo que se traduce en que, de los 178 años de historia de la institución, durante 82 ha habido dos Comandancias en nuestra tierra y tan mal no habrán ido las cosas cuando actualmente es la segunda Comunidad Autónoma más segura del país, logro en el que algo tendrá que ver la Guardia Civil y su despliegue territorial, supongo.-
Durante el turno de intervenciones de los representantes de los guardiaciviles se reprochó la falta de información respecto a la forma y el fondo de esta unificación, dado que en el primer intento, abortado por el Supremo, ni siquiera tuvo el Gobierno el 'detalle' de informar al Consejo de la Guardia Civil de sus intenciones, siendo advertidas por los medios de comunicación, toda vez que el plan era aprobar la fusión de Unidades de manera sorpresiva. En esta segunda ocasión no es que la información sea apreciable aunque cabe decir que al menos se ha admitido al realidad de que «la dependencia orgánica de muchas unidades cambiaría, viéndose afectado prácticamente todo el personal». Si ello no es motivo suficiente para mantener informados a los representantes del colectivo, ignoro qué resulta necesario para que la Administración respete lo expresado por el Tribunal Supremo en el Fallo que anuló el primer Acuerdo: «que los derechos y deberes expresamente contemplados en el Título V de la Ley Orgánica 11/2007 hagan referencia a la profesión, no impide que puede haber otros aspectos profesionales. Más aún, el art. 54 de dicho cuerpo legal habla genéricamente de “otros aspectos sociales, profesionales y económicos” y, además, lo hace como cláusula de cierre del elenco de supuestos en que debe oírse al Consejo de la Guardia Civil. Ello pone de manifiesto que el legislador no buscó restringir dicho trámite sólo a aquellos casos en que puedan verse afectados derechos o deberes del mencionado Título V».-
También se aseguró en esa reunión que «se habían celebrado reuniones con las propias asociaciones profesionales en Asturias para explicarles cómo sería el proceso con mucho detalle»... ¿En serio? Quien afirmó tal cosa o es un caradura o está peor informado que las asociaciones profesionales, ya que ni una reunión en ese sentido se ha producido. La única ocasión en que los representantes de los guardiaciviles en Asturias fueron convocados a un encuentro se produjo tres días después de que los medios de comunicación publicaran las intenciones gubernamentales de unificar las Comandancias asturianas, y evidentemente motivada por ese conocimiento público. En esa oportunidad la información transmitida fue... ¡ninguna! Alegaron ignorar el proyecto y cómo se ejecutaría. No sabían bien a quienes afectaría y hasta qué punto. Tan solo transmitieron su compromiso en orden a acometer los cambios necesarios de forma que causaran el mejor perjuicio posible, compromiso artificial que dependerá de la buena voluntad del responsable de turno, que a saber quién es cuando llegue el momento.-
Pero lo que más me ha llamado la atención de esa reunión de la Comisión de Normativa fue la abrupta irrupción en la conversación de un Capitán Auditor. Una persona que estaba presente con la finalidad de aclarar dudas de tipo jurídico pero que no tuvo mejor idea, tolerada por sus superiores allí presentes, que la de abrir la boca para advertir que «el debate llevado a cabo excedía el objeto del documento ya que el mismo no regulaba el proceso de unificación de las comandancias y sólo acordaba la medida justificándola». Tengo la impresión de que no le estaba gustando la insistente petición de información por parte de los representantes de los guardiaciviles ni tampoco las vagas respuestas que estaba ofreciendo el Coronel encargado de defender este capricho unificador, por lo que intentó cortar por lo sano, algo que precisamente deberían haber hecho con él sus superiores, recordándole que su presencia allí no era la de moderador sino la de asesor en temas legales, cuando fuera requerida expresamente su opinión al respecto.-
Y como nadie lo puso en su sitio, siguió largando por esa boquita que Dios le ha dado, afirmando sin rubor que «la sentencia del Tribunal Supremo estaba llevando a equívocos. Además, aseguró que el documento presentado no afectaba a los derechos de los guardias civiles, -aunque sí tendría consecuencias en estos derechos-, al no contener regulación alguna». Llegados a este punto ya no sé si este señor también es un caradura o simplemente torpe, aunque teniendo en cuenta que es Capitán Auditor, lo segundo casi lo descarto. O sea, que la unificación no afectará a los derechos de los guardiaciviles pero sí tendrá consecuencias en los mismos. Me van a perdonar pero es que cada vez que rememoro esta desfachatez me hierve la sangre. Porque es una buena muestra de cómo trata la Dirección General de la Guardia Civil a los representantes del colectivo y, también, del desprecio que sienten por sus derechos. Es más, si no fuera por el hecho de que los representantes tienen la educación que se le exige a un Guardia Civil, sumada a la que le falta al descarado, le habrían reprochado la ofensa ya que, en definitiva, eso fue lo que hizo, llamarles bobos a la cara.-
Mire usted, señor Auditor, si no sabe descifrar el contenido y alcance de los pronunciamientos del Tribunal Supremo, mal futuro le espera, máxime si va por la vida con esa jeta de cemento que estila. Nosotros tenemos claro que nuestra Asociación debe ser informada correctamente de las consecuencias para los derechos de los compañeros de la pretendida fusión de Comandancias, aunque no afecte a esos derechos, dicho sea en el ánimo de seguirle la gracieta. Y audite esto también: no me extraña que con personas como usted en labores de asesoramiento los tribunales hayan tumbado tantas normas aprobadas bajo los cimientos de la prepotencia y la desvergüenza. Lo suyo sí que es una anomalía y no la existencia de dos Comandancias en Asturias.-
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