Escrito por LlanAUGC 01-11-2017
Por Alberto Llana
En unas declaraciones a un medio de comunicación, el ministro del Interior Juan Ignacio Zoido afirmó que en los Presupuestos Generales del Estado para 2018 se comenzará el camino de la equiparación salarial entre la Guardia Civil y Policía Nacional y otros cuerpos de policía. No entró en más detalles porque, imagino, dichos Presupuestos ni siquiera han sido presentados y, a estas alturas del año, resulta muy difícil creer que se vayan a tramitar y aprobar antes de que finalice. No obstante, a buen seguro que están ya bastante perfilados a tenor de las noticias trascendidas antes de que el conflicto catalán dejara aparcadas otras prioridades políticas. Se llegó a hablar de una cierta cantidad monetaria de incremento en los presupuestos del ministerio del Interior que, por ridícula, vaticinaba un año más de sequía monetaria para los profesionales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a nivel Estatal. Es muy probable que el esfuerzo que están realizando estos Cuerpos en Cataluña unido, como no, a las movilizaciones protagonizadas por JUSAPOL y su repercusión mediática, hallan obrado el milagro de que el Gobierno se tome en serio de una vez las abismales diferencias nominales existentes desde hace décadas, en claro detrimento de guardiaciviles y policías nacionales.-
Espero y deseo que en el departamento ministerial de Cristobal Montoro estén a estas horas realizando encaje de bolillos para ofrecer una sustanciosa elevación retributiva que demuestre sus buenas palabras, unido a un plan creíble de plazos a corto plazo que culmine con la tan ansiada equiparación porque si algo está fuera de toda duda es que, si finalmente se llega a materializar, no va a ser de una tacada, dada la gran diferencia dineraria entre unos agentes y otros.-
Empero, ¿qué credibilidad tienen las palabras pronunciadas por Zoido? Fácil respuesta, la misma que se ha ganado quien las articula. Y aunque todavía no ha cumplido un año con su cartera ministerial (lleva en el cargo desde el 4 de noviembre pasado), ya ha dejado buenas muestras de su competencia. Cómo no recordar las variadas polémicas a las que se ha tenido que enfrentar, bien por deméritos propios o por personas de su más absoluta confianza. El benemérito pisito del Director General de Tráfico y las mentiras con las que nuestro protagonista intentó encubrir el escándalo. El controvertido encuentro entre su número dos ministerial, el Secretario de Estado de Seguridad, y el hermano de Ignacio González para tratar de ciertas cuestiones 'ajenas' a la 'Operación Lezo', según su versión. O, también, su ausencia en la gestión posterior a los atentados de Cataluña, cediendo todo el protagonismo a las autoridades autonómicas como si el Estado no pintara nada en todo ello. Es más, incluso realizando un mayúsculo esfuerzo por sortear tanto sofoco en tan poco espacio de tiempo, hay un dato sumamente revelador y al que estamos asistiendo desde hace más de un mes: las condiciones en las que están los compañeros desplazados a Cataluña a raíz de la denominada 'Operación Copérnico'.-
Podría tener alguna explicación que en los primeros días de la misma algunos de sus participantes no se encontraran con unas condiciones de vida adecuadas, aunque es mi parecer que incluso eso denota falta de planificación y precipitación, cuando era algo que se veía venir desde tiempo atrás, aunque nadie lo deseara. Sin embargo, que se hayan perpetuado con el paso de los días solo puede tener una traducción: el pasotismo del Ejecutivo, con Zoido a la cabeza. A lo que se debe de añadir el tema de las compensaciones económicas. Y no se trata de sacar 'tajada' de la comisión de servicio, se trata de que, por lo menos, quienes están donde están y en el estado en que están no tengan que ir tirando de ahorros para abonar esas pésimas condiciones que se les han impuesto. Porque, a día de hoy, todavía no se tiene demasiado claro lo que percibirá cada cual ni cuándo. Con estas referencias y alguna otra como la ausencia del repetido Zoido en la primera reunión del Pleno del Consejo de la Guardia Civil celebrado tras su nombramiento. Un Consejo que él preside y al que normalmente no acude, delegando su autoridad en el Director General del Cuerpo. Sin embargo, es regla de cortesía que al menos aparezca a saludar a la concurrencia en la primera reunión que se celebre tras su llegada al cargo. Ni eso hizo el ínclito, argumentando una excusa infumable que delataba a las claras el respeto que le merecen los componentes de la Benemérita. Como decía, con estos mimbres pretende ahora que otorguemos credibilidad a una frase dicha durante una entrevista televisiva para salir del paso momentáneamente.-
Las expectativas de los miembros de la Guardia Civil y la Policía Nacional acerca de la justa equiparación salarial son nulas desde hace mucho tiempo. Se lo han ganado a pulso los diferentes gobiernos y responsables ministeriales que hemos tenido la desgracia de padecer desde la recordada subida salarial de Martín Villa, y lo han hecho a base de falsas promesas o mentiras descaradas. El propio presidente Rajoy lo prometió ante las cámaras de televisión y todavía seguimos escuchando cantos de sirena y ni un mísero euro de incremento. Mientras sigan mareando la perdiz, lo que toca es continuar recordando a la ciudadanía que existen unos profesionales que realizan su labor a un nivel difícil de superar y cuyos emolumentos son muy inferiores a otros profesionales que, por el hecho de prestar sus servicios a una comunidad autónoma o localidad y de manera inexplicable, disfrutan de una condiciones mejores que quienes prestan sus servicios al conjunto del Estado.-
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