Por Alberto Llana Publicado el 18 de octubre de 2015
El 13 de octubre de 2015 y como regalo a l@s guardiaciviles, el Senado rechazó las enmiendas realizadas por un partido político a los presupuestos generales del Estado para 2016. Se ve que la Virgen del Pilar no iluminó lo suficiente a la mayoría de vivido..., digo de senadores como para aprobar cuestiones tan básicas y de justicia como las planteadas por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) a través de esas enmiendas. La equiparación a las condiciones laborales de los miembros de la Policía Nacional, la homologación del Complemento Específico Singular que se percibe en la Benemérita con el del Cuerpo hermano y la democratización de la Asociación Pro-huérfanos de la Guardia Civil, la cual sigue con su gestión opaca gracias al dinero que aportan sus obligados asociados.-
Son malas noticias para los miembros de la Institución pero también son las que se esperaban tras la votación ocurrida en el mes de septiembre en la Cámara Baja, antes de que el proyecto de ley de presupuestos fuera enviado al Senado, aunque no por ello debíamos dejar de intentarlo a través de aquellos partidos políticos que respaldan nuestras peticiones.-
Y tras este nuevo varapalo, se demuestra a las claras, si es que quedaba alguien por enterarse, el poco aprecio que tienen nuestros gobernantes hacia la labor que realizan la mayoría de guardiaciviles. Saben perfectamente que, por su extraña configuración, solamente tienen que contentar a unos pocos para asegurarse que la cosa funcione de forma correcta, que es la manera más conveniente a sus intereses y no al de la ciudadanía. Ya se encargan esos pocos complacidos de mantener el rumbo correcto al uso del teniente William Bligh a bordo de la Bounty.-
Como componente de ese grupo encargado de mantener el derrotero de la nave benemérita está su responsable político, quien no se anda con remilgos a la hora de llevar a cabo la tarea, aunque la dirección escogida conlleve que el prestigio del Cuerpo termine como aquel otro 'Prestige' que le tocó capear. En ese empeño consiguió una de sus pocas y cuasi satisfactorias victorias. Me refiero, como no, al compromiso aceptado en la última reunión del Consejo de la Guardia Civil de apoyar la enmienda de equiparación del CES entre cuerpos policiales. No llegó a ser enteramente de su agrado por no convencer a todas las organizaciones representativas pero el objetivo principal, que no era otro que romper las buenas relaciones cimentadas en base al abandono multitudinario de Vocales producido en junio de este año como desacuerdo a los expedientes abiertos a otro Vocal suplente, se consiguió con creces. Ahora, los destinatarios del anzuelo, engullido por cierto con ímpetu de tripero tras semana de ayuno, se encuentran desconcertados. No saben si pedir disculpas a sus asociados, lo que necesitaría una explicación sincera que no están dispuestos a ofrecer o por el contrario recargar de pólvora sus malas intenciones y abrir fuego de nuevo. La segunda opción es la más razonable para ciertas personas desconocedoras de la primera. El objetivo final, compartido entre quien sostiene la caña y los pececillos palmeros, es el fracaso de la movilización convocada por la AUGC el próximo 14 de noviembre.-
Existen varias formas de intentar mejorar las condiciones sociolaborales de un colectivo. Una de ellas es inclinando la cerviz y mostrarse sumiso, para ver si te lo agradecen con un hueso. Otra es la de la moneda de doble cara, o dicho de otra manera, mostrarse decidido y fajador ante unos y terminar con la nariz entre las nalgas de los otros. Y luego está la manera que nos llevó a lograr, entre otras muchas cosas, la jornada laboral de 37'5 horas (hace años ya), la eliminación de las privaciones de libertad como sanción disciplinaria, la revisión obligatoria de los vehículos oficiales (aunque se realice de manera manifiestamente mejorable), la progresiva implantación de la normativa sobre prevención de riesgos laborales o una nueva jornada laboral que, interpretaciones malintencionadas aparte, supone un impulso en la dirección correcta. Todo lo mencionado, solo a título indiciario, no se ha conseguido mostrándose sumiso o complaciente sino realizando una labor seria y concienzuda, siendo dialogante cuando realmente quieren oírte y no solamente escucharte como sucede con esta envenenada Dirección General, y luchador en aquellos casos en los que pretenden ponerte la bota sobre el cuello, que es el rumbo trazado por el compás de Arsenio Fernández de Mesa, mientras reza para que esa elección no termine nuevamente en chapapote. El 14 de noviembre los miembros de la Guardia Civil deciden si las costas arsénicas amanecen llenas de puntos negros acharolados empujados hacia la orilla por una imparable #MareadeTricornios.-
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