Escrito por LlanAUGC 22-10-2017
Por Alberto Llana
Si alguien piensa que los avances en materia sociolaboral de los trabajadores van a ser reconocidos por parte de la empresa así, por las buenas, debería hacérselo mirar. No creo que haya nadie tan optimista, aunque cosas más raras se han visto. Por ello es conveniente que cuando uno puede expresar su opinión sobre quien quiere que lo represente ante la empresa en la mejora y defensa de sus intereses y Derechos, haga efectiva esa postura. Y para ello hay que tomarse la molestia de votar. Aunque muchas veces no sea cómodo el hacerlo o nos lleve un tiempo que podríamos usar en algo mejor, al menos en teoría. Porque lo cierto es que a la larga esa falta de decisión provoca que otros estén presenten en los órganos donde se pueden proponer alternativas y es más que posible que tales alternativas sean contrarias a nuestra forma de ver las cosas.-
Han pasado casi cuatro años y medio desde las últimas elecciones al Consejo de la Guardia Civil y en este tiempo se ha podido comprobar de qué manera cada organización representativa ha usado tal representación. Resulta evidente que la situación económica que seguimos sufriendo ha marcado buena parte de las decisiones que desde la Administración se han adoptado en referencia a los funcionarios públicos en general y a la Benemérita en particular, pero tampoco es baladí señalar que si no se ha avanzado más (o retrocedido menos, según la visión de cada cual), ha sido por la falta de empuje de algunas organizaciones representativas que se han alineado con las tesis de la Dirección General hasta tal punto que han recibido con aplausos y parabienes medidas que no solo son contrarias a los intereses generales de los miembros del Cuerpo, incluso alguna atenta directamente contra el espíritu del mismo. Por ello, no cabe por menos que repasar, aunque sea de forma somera, qué ha votado cada organización en asuntos tan trascendentales para el conjunto de profesionales que conforman la Guardia Civil, como la jornada laboral, el reparto de productividad o los informes personales de calificación (IPECGUCI).-
En anteriores comentarios sobre la jornada laboral he dejado claro que la actual norma me parece un avance respecto a la anterior y un intento de aplicar la normativa marco establecida para el conjunto de trabajadores de la Unión Europea. No obstante, el hecho de que sea un paso adelante no conlleva conformarnos con la misma porque queda todavía mucho camino por recorrer. Es más, la aplicación de la norma en vigor deja mucho que desear y el espíritu de la Directiva Europea que la inspira se ha diluido de manera alarmante. Así, es sobradamente conocido que los descansos diarios de 11 horas se vulneran de forma sistemática y casi siempre sin motivo que lo justifique. Los denominados 'vacalibres' son un atentado directo contra ese espíritu al que me refería y el abandono institucional de la obligación de implantar turnos de trabajo regulares es clamoroso. Y en este punto resulta significativo que solo una organización representativa haya acudido a la Fiscalía a denunciar el incumplimiento flagrante de tal compromiso. La misma que denunció ante los organismos europeos la no aplicación en la Guardia Civil de la normativa comunitaria, originando que la misma tuviera que ser implantada en el Cuerpo.-
El tema de la equiparación salarial siempre ha sido prioritario en una institución que es la peor remunerada de entre todos los cuerpos policiales. En estos últimos tiempo ha vuelto a retomarse con fuerza la petición de justicia salarial, aunque no cuente con el respaldo de determinadas organizaciones policiales. Uno de los puntos donde se podría avanzar un poco sin tener que engordar los presupuestos, cuestión siempre atractiva para los políticos que deben manejar las cuentas del Estado es, precisamente, en el reparto de productividad. Sin embargo, la última norma aprobada, en vez de tratar de disminuir las diferencias económicas entre agentes de la Autoridad, lo que ha hecho es incrementar las evidentes diferencias internas ya existentes entre componentes de la Guardia Civil. Mientras la mayoría se quedó estancada o retrocedió, pudimos observar cómo desde determinada Escala las compensaciones en esa materia se incrementaban en, al menos, un 10%. Y ello en plena crisis económica, mientras se decía por activa y por pasiva que no había forma de elevar los emolumentos. Y lo que está más claro que el agua es que un reparto justo de productividad podría limar las diferencias salariales en una cantidad que podría situarse entre los 80 y los 100 euros mensuales para los componentes de las Escalas más básicas del Cuerpo. No es la panacea, ni mucho menos, pero una adjudicación justa de productividades serviría para demostrar a los profesionales beneméritos que su propia Dirección General apuesta por una equiparación salarial que termine con la ancestral discriminación económica y no al contrario, que es lo que sucede desde tiempos inmemoriales.-
Lo de los IPECGUCI's es algo que clama al cielo y, como ya apuntaba antes, considero la nueva normativa como atentatoria contra el espíritu del Cuerpo, aunque vaya en concordancia con el espíritu de quienes gobiernan el Cuerpo, cuestión diametralmente distinta. Es tan injusta y abusiva que en mi opinión resulta más perjudicial para los guardiaciviles que el propio régimen disciplinario o la aplicación del Código Penal Militar. En este punto me debato entre explicar las razones por las cuales mi posición es tan clara o mejor callar para no dar pistas a quienes pueden usar estos informes como arma letal contra todos aquellos que le estén subordinados. Finalmente me decanto por no abundar en ello. Quienes han sufrido la arbitrariedad de sus superiores a través del IPECGUCI saben perfectamente de lo que hablo. Tan solo recordar una noticia de hace poco tiempo en la que se denunciaba la situación de un Guardia Civil que, mientras era condecorado por salvar la vida de una persona en un incendio, se enfrentaba a un expediente interno que podía derivar en su expulsión del Cuerpo por la sencilla razón de que había acumulado tres IPECGUCI's negativos. Como señaló el Ingenioso Hidalgo: la razón de la sinrazón que a mi razón se hace...
Estas tres muestras, quizás escasas, pero de vital importancia para el devenir profesional de los miembros de la Guardia Civil, constituyen per se una buena vara de medir la labor realizada por cada organización representativa en el Consejo de la Guardia Civil estos últimos cuatro años y pico. Tómense la molestia de comprobar qué posición ha mantenido cada asociación respeto a estas normas y luego piensen cuál de ellas quiere que le represente. Y no deje de usar su voto. No permita que otros aúpen a sus representantes y defiendan posturas contrarias a sus intereses... a sus Derechos.-
Por último quisiera desearles buen provecho a aquellos que se fueron a almorzar con el anterior Director General, el superconsejero Arsenio, al que aplaudieron y homenajearon posteriormente, llegando a decir (y eso está recogido en un Acta de un Pleno del Consejo) que había realizado una gran labor como Director General. Solo por eso ya merecen pasar una buena temporada en el banquillo de los mediocres abrazafarolas.-
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