Escrito por LlanAUGC 04-07-2018
Por Alberto Llana
Una vez aprobados y publicados en el BOE los Presupuestos Generales del Estado para este año toca repartir las cantidades asignadas para comenzar el proceso de equiparación salarial entre cuerpos policiales estatales y autonómicos. Proceso previsto a tres años vista pero que en estos momentos está sujeto a diversas incertidumbres generadas por el cambio en el gobierno del Estado. Queda por ver si el actual Ejecutivo está dispuesto a respetar el Acuerdo firmado entre organizaciones representativas de guardiaciviles y policías nacionales en toda su extensión. Y lo digo porque en el texto publicado en el BOE del pasado 20 de marzo, aparte de las cantidades monetarias concretas contempladas para cada año, se recogen medidas adicionales para garantizar “la equiparación salarial total y absoluta”, como son la contratación de una Consultoría externa que analice las cifras de equiparación puesto a puesto y fije las correcciones que sean necesarias, que serán incorporadas una vez finalizado el trabajo de la Consultora. De ello se deriva el compromiso gubernamental de aumentar, si fuera preciso, los montantes económicos recogidos en el Acuerdo. Por otra parte también se estipula que “El Ministerio del Interior impulsará las medidas legislativas que sean necesarias para garantizar que en el futuro no se pueda producir una disfunción salarial entre las policías que realicen las mismas funciones”. Ambas cuestiones son tan importantes que, de no llevarse a cabo, estaríamos hablando de un intento de equiparación fallido, de ahí que recalque lo trascendente de que se cumpla lo firmado en su literalidad.-
En referencia al reparto de lo que toca este año, recordar lo señalado en el Acuerdo: “Cantidad asignada al ejercicio 2018: 310 millones de euros, más 100 millones de euros destinados al personal de Segunda Actividad sin destino y Reserva no ocupada. A esta cantidad se añadirán 90 millones de euros, cantidad estimada para el colectivo de policías nacionales y guardias civiles resultante del acuerdo de fecha 9 de marzo de 2018, para el conjunto de la función pública, lo que resultaría una cantidad total de 500 millones para este ejercicio”. Del montante previsto para el Complemento Específico Singular y Productividad, un 59% va para la Benemérita y el resto para la Policía Nacional, en consonancia con el número de componentes de cada Cuerpo. La forma de repartir la suma que le corresponde a la Guardia Civil debería ser de forma lineal, tal y como se acordó con el anterior Secretario de Estado de Seguridad (SES), pero desde el minuto siguiente a la firma del Acuerdo, algunos ya han intentado por todos los medios posibles arrimar el ascua a su sardina. Tal es así que el Director General recién cesado propuso aprovechar este primer ejercicio para limar ciertos desajustes económicos heredados de una injusta gestión presupuestaria que viene de antaño. Sin embargo no debemos olvidar que la razón principal para firmar el Acuerdo es la equiparación salarial final y que la misma dependerá mucho de lo que diga el famoso informe independiente realizado por la Consultoría externa, por lo que no parece muy acertado embarcarse en estos momentos en la realización de unos ajustes de los que se ignora su verdadero alcance, sobre todo teniendo presente que existen disfunciones monetarias respecto a cuerpos policiales autonómicos que afectan a todo el colectivo y que no admiten discusión o matización alguna, por lo que lo justo, lógico y razonable pasa por un reparto de tipo lineal en este primer capítulo.-
Y lo más gracioso de ello es que algunos que se mostraron conformes con esta teoría a la hora de estampar su firma en el papel vienen ahora cambiando de parecer y acusando a otros de mentir. Vamos a ver, en la reunión de la Comisión Técnica de seguimiento del acuerdo de equiparación salarial celebrada el pasado 28 de junio, con José Manuel Holgado Merino todavía como máximo responsable político del Instituto, algo que resulta asombroso teniendo en cuenta que le quedaban dos telediarios en el cargo, se volvió a la carga con la cuestión del reparto no lineal de las cantidades correspondientes a la Benemérita para este ejercicio. Sobre ello me pregunto varias cosas. Primera: si el ‘aberroncho’ va a ser sustituido 24 horas después, ¿por qué carajo mantiene esa reunión y no la pospone para que sea atendida por el nuevo titular? Segundo: ya que está allí y es consciente de que con su colega el SES se llegó al entendimiento que en 2018 la distribución salarial iba a ser lineal, ¿por qué deja que algunos subalternos intenten hacerse los listos o tomar por tontos a los representantes del colectivo? Tercero: esta forma de hacer las cosas, ¿tendrá algo que ver con el empeño de ciertas organizaciones que solamente representan los intereses de determinadas Escalas del Cuerpo de apropiarse de todo lo que puedan a día de hoy ya que el futuro resulta incierto? Cuarto: tal insistencia en sacar el tema del reparto no lineal, ¿es una estrategia para romper la unidad de acción de las organizaciones? Si tales fueran las pretensiones no resulta necesario ser tan descarado en el intento. Tan solo hay que tener un poco de paciencia para contemplar esa desunión. Por lo pronto nos encontramos en un escenario complejo, en el cual hay organizaciones firmantes del Acuerdo que en las reuniones de la Comisión Técnica de Seguimiento se postulan de una forma y luego informan a la opinión pública de lo contrario, acusando a los demás de mentir. Y no solo eso, sino que llegan a plantearse que las decisiones sobre el reparto se adopten conforme a lo que diga la mayoría… realizando la suma en base a las diferentes siglas que integran la unidad de acción. Sin embargo, si hablamos de mayorías, hay otros puntos de vista a tener en cuenta, como por ejemplo qué organización ha sacado más votos en las últimas elecciones al Consejo, superando la suma conjunta obtenida por el resto de organizaciones presentes en el Consejo de la Guardia Civil y firmantes del Acuerdo. Porque si nos ponemos a establecer los parámetros decisorios en función de intereses particulares de cada Escala, argumentaciones hay para dar y tomar, y así no llegaremos a buen puerto.-
Si lo que se pretende es contentar a todas las partes, mejor olvídenlo ya que eso no va a suceder nunca. Si el objetivo es repartir lo que hay de la forma más justa posible, no queda por menos que concluir que existen determinados Empleos en el Cuerpo que no deberían ver ni un euro de las cantidades destinadas a alcanzar la equiparación salarial. Pero, ¿saben lo que ocurre? Que esa postura nunca ha sido propuesta ni defendida públicamente por nadie, ni siquiera por quienes intentan vender la imagen de justicia salarial. A quienes, por cierto, se les caen los argumentos conforme transcurre el tiempo, debido mayormente a la tozuda realidad de las cosas, y es que la certidumbre que con el paso del tiempo se está instalando en las mentes de casi todos es la siguiente: de no haberse firmado el Acuerdo, ¿Cuánto tiempo habría que haber esperado a que un tren similar pasase por nuestra estación?
Comments