Escrito por LlanAUGC 29-10-2017
Por Alberto Llana
Una vez conocidos los resultados del tercer proceso electoral para la elección de Vocales en el Consejo de la Guardia Civil, es hora de hacer balance de los mismos. Pero antes una puntualización, los Vocales que se eligen de forma democrática son los correspondientes a las asociaciones profesionales, no debe olvidarse que la Administración nombra de forma digital (a dedo) igual número de miembros que la representan, a lo que debe añadirse la presencia del Presidente del Consejo (Ministro del Interior, o persona en quien delegue), de lo que se deduce sin mayores esfuerzos que la única presencia de democracia en este órgano colegiado de representación son los comicios ya celebrados.-
En otro orden de cosas, resulta complicado realizar un balance comparativo de los resultados cosechados esta tercera cita electoral respecto a otras anteriores ya que las circunstancias han variado en cada ocasión. En 2009, cuando se llevó a cabo el primer plebiscito, todo era nuevo y desconcertante. La innovadora forma de votar, la escasez de puntos de votación y también de tiempo para hacerlo, el desconocimiento de muchos responsables sobre el funcionamiento del proceso y de los derechos que asistían a los votantes, etc., desembocaron en unos resultados que difícilmente pueden usarse a modo de contraste con otros procesos iguales. La segunda llamada a las urnas transcurrió por unos derroteros similares a la anterior, pero con experiencia adquirida y con un Consejo ya asentado en la mente de todos, virtudes y defectos incluidos. En esta tercera oportunidad nos hemos topado con una realidad distinta. Más puntos de votación y en muchos de ellos se podía ejercer el derecho a votar durante dos días, lo que auguraba un mayor porcentaje de participación. Por contra, la situación en Cataluña pesaba como una losa, con miles de compañeros desplazados y en unas condiciones a menudo pésimas no solo en lo referente al quehacer cotidiano, igualmente a la hora de poder acceder a un punto de votación a lo que debe añadirse una disminución de plantilla muy acentuada, derivada de la crisis económica.-
Por ello, cotejar resultados de unos sufragios con otros podría conducirnos a conclusiones erróneas, debido a la peculiaridad inherente a cada una de las tres convocatorias efectuadas. Así que el análisis deberá ser más simplista de lo deseado, lo cual tampoco significa que vaya a ser menos irreal que cualquier otra opción posible. Yendo al grano, decir que el porcentaje de participación ha experimentado un aumento significativo comparado con las elecciones de 2013, elevándose desde el 28,21% a casi un 41% del electorado, demostrativo de que el aumento de puntos de votación y jornadas electorales ha tenido un efecto muy positivo. No está de más recordárselo a algún responsable del Cuerpo, muy crítico con la presunta apatía de los miembros de la Guardia Civil a la hora de participar en el proceso. Como lleva diciendo la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) desde la primera consulta, el sistema ideado para ejercer el voto no es el más adecuado y beneficia claramente a las Escalas superiores, por lo que no se puede ser tan majadero y obviar la realidad volcando las culpas sobre los mismos de siempre, mientras uno pierde el tiempo y las neuronas entre vinos españoles y propuestas de medallas pensionadas.-
En cuanto a la AUGC, obtuvo un total de 17.082 votos, lo que significa más del 50% del total de los emitidos o, visto de otra forma, AUGC logró más votos que la suma de sufragios conseguida por el resto de candidaturas que se presentaron, y que se traduce en 7 de los quince Vocales que se elegían de forma democrática. En lo que a mi respecta, no son los resultados esperados, en primer lugar por el porcentaje de votos respecto al número de socios perteneciente a la AUGC. Resulta sorprendente comprobar cómo otras organizaciones obtienen un porcentaje de votos superior a su número de asociados y a nosotros nos resulta muy complicado sobrepasar el 50% de esa cifra, como ha ocurrido hace unos días. Pero es más, no es lo esperado por mí ya que suponía que tras la nefasta e incluso vergonzosa actuación de ciertas organizaciones representativas en la pasada legislatura del Consejo de la Guardia Civil, el rechazo de muchos compañeros se notaría más de lo que en realidad ha acontecido. Algunas asociaciones no solo han mantenido el nivel de votos sino que lo han incrementado porque, al final, han sabido gestionar bien sus deméritos desviando la atención de los votantes sobre supuestas vinculaciones políticas de otros, mientras mantenían bien ocultas las subvenciones sindicales que reciben desde su creación. Abundando en ello, resulta casi kafkiano contemplar cómo gran cantidad de las jetas que se esconden detrás de carteles alusivos a la podemización de AUGC son las mismas que están agregadas a ciertos destinos (cuando no los propios 'agregadores'), aquellas que niegan derechos que ellos disfrutan al resto de compañeros y que, al fin y al cabo, defienden lo suyo como cada hijo de madre. Es lógico que esos personajes aglutinen los votos de aquellos que son de su misma condición, pero no más, que es lo que se deduce de los resultados derivados de estas elecciones.-
Comentario aparte merece quienes han entrado por la puerta grande del Consejo, casi triplicando el número de sufragios cosechado en 2013 en base a una dádiva económica. Y digo esto porque el programa electoral ha brillado por su ausencia, el grueso de su propuesta ha sido un cupón de descuento en la cuota del año que viene. Luego hay quien critica los regalos que hacen las organizaciones en época de elecciones y resulta que el vil metal y las comilonas arrojan mejores resultados que un programa confeccionado en base a las ideas de los compañeros y a una trayectoria de seriedad y constancia en la lucha por los Derechos del colectivo. Habrá que tomar nota de ello. No obstante yo me hago una pregunta: ¿Es preferible invertir una cantidad X de dinero en una entidad sólida y de reconocida solvencia o invertir 10€ menos en bonos basura?
En otro orden de cosas, se ha aumentado el número de organizaciones representativas en el Consejo de la Guardia Civil. De seis que había hasta ahora, pasamos a ocho. Enhorabuena a las debutantes y, como no, a la Administración. La estrategia del 'divide y vencerás' cada vez le da mejores resultados a base de machacar sin piedad a la mayoritaria y pasar por alto evidente irregularidades, cuando no ilegalidades, a otras que le hacen el trabajo sucio con evidente entusiasmo. Pues nada, que el coro de palmeros ha aumentado. Nos espera una legislatura llena de aplausos...
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