Por Alberto Llana
Me he topado con esta Circular de la Guardia Civil que data de comienzos del mes de abril de 1846, poco más de dos años después del primer Decreto fundacional del Cuerpo, y trata acerca de la estabilidad de los destinos asignados al personal de la Benemérita y su importancia de cara al servicio que se presta, pero también destaca la referencia que realiza al “resto del Ejército”, o de las permutas de destino, cuestión que a día de hoy no se contempla. De igual forma resulta curiosa la distinción que hace en cuanto a los guardias alistados por un determinado periodo y los que se reenganchan tras finalizar el mismo. Está rubricada, como no, por el Duque de Ahumada y en buena lógica aparece también su consabido espíritu paternal que se puede traducir como “puño de hierro en guante de seda”. Así rezaba esa norma:
«3.ª SECCIÓN. Circular. Una de las ventajas que la Guardia Civil ha de reportar á los militares de todas graduaciones que sirven en ella, es la fijeza de su destino, la cual es digna de atencion, no solamente en bien de los individuos, sino muy principalmente en el del servicio, en atencion á que el conocimiento práctico de los terrenos, de las personas, y el recíproco de unas clases con otras, es de mucha mayor importancia en el servicio de la Guardia Civil que en el resto del Ejército; en su consecuencia V. S. debe cuidar que solo por vía de castigo, se traslade á los Guardias de una á otra provincia, y cuando no haya una necesidad que lo reclame, ni aun de uno á otro destacamento. Cuando un Guardia por sus intereses particulares pida el pase á otra provincia, si otro ha de venir á relevarlo, es muy conveniente que sea de común acuerdo entre ambos, pues de otro modo resulta que por favorecer á uno, se perjudica á otro, y uno de los modos mas eficaces de poder exigir en el servicio de la Guardia Civil la mayor puntualidad, es que el arma esté regida bajo las bases mas paternales posibles, en cuanto conciliable sea con el servicio. Dos grandes diferencias deben establecerse entre los Guardias Civiles actuales; los unos están cumpliendo el tiempo de su empeño, y por consiguiente deben en todos conceptos cargar con lo mas rigoroso del servicio; los otros, después de haberlo cumplido, y muchos de ellos haber regado con su sangre el campo de batalla, se han empeñado de nuevo: estos por consiguiente son dignos de toda consideracion, para proporcionarles todas las ventajas posibles, aunque sí, exigiéndoles la mas esacta disciplina, y el mas puntual cumplimiento de los reglamentos vigentes. — Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid 4 de Abril de 1846. — EI duque de Ahumada. — Sr. Coronel Gefe del … Tercio».-
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