Escrito por LlanAUGC 18-02-2018
Por Alberto Llana
El día 15 de febrero de 2018 se produjo un nuevo encuentro entre el ministerio del Interior y las asociaciones y sindicatos representativos de los componentes de la Guardia Civil y Policía Nacional, en aras a intentar consensuar un acuerdo sobre la equiparación salarial de estos cuerpos con los Mossos de Escuadra. La representación ministerial recayó en el Secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto y en esta ocasión la propuesta que trasladó a los representantes de los agentes presentaba una leve variación respeto a la presentada en el anterior encuentro al que asistió. En aquella ocasión, la oferta que se puso sobre la mesa se refería a ‘equiparación presupuestaria’ y no ‘equiparación salarial’. Y como ya expliqué en un anterior comentario, no es lo mismo una cosa que la otra. En pocas palabras y a fin de entender las diferencias entre un término y el otro, cabe decir que el argumento de la Administración se basa en que si un Mosso de Escuadra le cuesta a la Administración 38.000€/año, un Policía Nacional unos 3.500€ menos y un Guardia Civil alrededor de 7.000€ menos, el Gobierno equilibraría las cifras con el fin de que el coste por agente sea igual en cada cuerpo. El problema es que ello no garantiza, ni por asomo, que un guardiacivil vaya a recibir en nómina lo mismo que su compañero mosso aunque realice idéntica labor. Todos sabemos qué ocurriría, al menos, en la Benemérita. Que unos pocos se hincharían a complementos mientras la gran mayoría continúa esperando una equiparación salarial real.-
Como digo, en la reunión del 16 de febrero, el Secretario de Estado presenta una especie de cuadro comparativo entre empleos de mossos de escuadra y policías nacionales/guardiaciviles que deja mucho que desear. Por ejemplo, mientras existen cuatro ‘categorías’ de mossos en la Escala Básica, a los guardias civiles de similar Escala se les equipararía a la categoría de ‘Mosso 1’ y a los Cabos a la categoría de ‘Mosso 2’, quedando las otras dos categorías sin equivalente en la Benemérita. Sin embargo, para los policías nacionales sí existen categorías comparables a las cuatro antedichas de los mossos. Del mismo modo ocurre con el empleo de Cabo. En la Guardia Civil los cabos 1º y cabos mayores encuentran paralelismo en las categorías de ‘Caporal 1’ y ‘Caporal 2’ de los mossos, pero las otras dos categorías de Caporal quedan desiertas para los que vistan de verde. En la Policía Nacional, los oficiales de policía se asimilarían a las categorías de Caporal 1, 2 y 4, mientras la categoría ‘3’ no tiene equivalencia alguna. Cabe preguntarse por qué los cabos de la Guardia Civil no encuentran semejanza con un caporal de los mossos y se les encuadra en la categoría de ‘mosso’ solamente. Por otra parte, ocurre tres cuartos de lo mismo en la Escala de Suboficiales de la Guardia Civil, en la cual se establecen similitudes con tres de las cuatro categorías existentes en los mossos, permaneciendo una de ellas sin similitud, mientras que en la Policía Nacional, todas las categorías de subinspección tienen homologación con las contempladas para los mossos. Y no termina aquí el despropósito, aunque imagino que para los no avezados en estas lides todo lo que acabo de explicar sea un galimatías de difícil comprensión.-
Es por ello que intentaré no liar más la madeja y realizar tan solo un par de apuntes más para dejar constancia de los mismos y para que aquellos que ya andan 'vendiendo la moto' con cuentas de la lechera que no se sabe muy bien de dónde salen, recapaciten un poco antes de emitir comunicados que solamente contribuyen a crear un escenario ficticio, sin soporte documental ni compromiso oficial alguno. Hay van dos simples preguntas: ¿Qué ocurre con los CES? y ¿Existe constancia documental de que se vayan a respetar los niveles de Complemento de Destino?
Todo lo anterior viene aderezado, como ha ocurrido desde el comienzo de las conversaciones con el Gobierno, por la ausencia de concreción en la cifras que se proponen para cada Escala y Empleo con el fin de llegar a una equiparación salarial efectiva, por lo que pueden mostrarnos muchos esquemas comparativos y golpearse el pecho arguyendo que resulta muy difícil lograr de manera efectiva tal equilibrio monetario, que la respuesta solamente puede ser una… difícil resulta para quien no quiere afrontar con valentía y con ganas el problema, para quien solamente desea ganar tiempo e intentar demostrar a la opinión pública que están haciendo lo posible por satisfacer nuestras demandas pero que somos nosotros quienes no aceptamos ninguna de las propuestas realizadas hasta el momento. Ante ello está la palpable y cruda realidad: la Administración no ha presentado hasta el momento ninguna propuesta seria, ningún estudio comparativo medianamente satisfactorio, no ha facilitado cifras concretas ni plazos de ejecución, no garantiza que el acuerdo que se alcance -caso de llegar a ese extremo-, vaya a contar con el respaldo presupuestario necesario en los presupuestos generales del Estado y no ya de este año -si los hubiere-, sino también de los dos años siguientes. No hay garantía alguna de que el Gobierno, de no sacar adelante los PGE para 2018, vaya a afrontar el primer plazo ‘equiparador’ mediante Real Decreto. En suma no hay garantía de nada y lo que es peor, a cada reunión que se celebra, la esperanza de que todo esto derive en algo positivo y sustancial se desvanece un poco más.-
Está programado otro encuentro para el próximo día 20 y, sin tener bola de cristal que me asesore, mi sensación es que será una nueva pérdida de tiempo. Al final, habrá que mandarlos a freír espárragos y decirles que hagan lo que les salga de las narices, pero bajo su absoluta y única responsabilidad. Nosotros, por nuestra parte debemos seguir empujando como hasta ahora sin decaer. Si son incapaces de hacer las cuentas presupuestarias adecuadas, que empiecen a contar votos perdidos… que esos los cuentan de maravilla.-
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