Escrito por LlanAUGC 06-06-2018
Por Alberto Llana
Antes del cambio de gobierno acaecido tras la victoria de la moción de censura contra el ejecutivo de Rajoy expresé mi preocupación por el devenir de los Presupuestos Generales del Estado para este año, toda vez que contemplan una partida económica para comenzar con una posible equiparación salarial entre los componentes de la Guardia Civil y Policía Nacional con sus homólogos catalanes. Esa preocupación se ha materializado pese a que el nuevo inquilino de La Moncloa afirmase durante el debate de la moción que mantendría la ley presupuestaria aprobada un par de días antes de la presentación de la mencionada iniciativa censuradora. En los últimos días se han podido ver y escuchar en los medios de comunicación diferentes posturas al respecto de esta importante norma. Desde la pretensión de enmendarlos en el Senado por parte de quienes elaboraron la propia ley (ver para creer), hasta el llamamiento a la calma para funcionarios y pensionistas por parte del nuevo presidente afirmando que, de torcerse las cosas, se aprobarían determinadas partidas presupuestarias por medio de reales decretos que garantizasen los recursos económicos ya previstos para estos colectivos en la norma pendiente de tramitación parlamentaria.-
Esta incertidumbre está siendo aprovechada por aquellos a los que les alegraría continuar con sus actuales emolumentos con tal de tener una excusa para enviar un triste mensaje en redes sociales volviendo a cargar contra el acuerdo económico firmado entre el Ministerio del Interior y la casi totalidad de organizaciones representativas de guardiaciviles y policías nacionales. Y esta postura tan cainita como ilógica les lleva muchas veces a cometer errores de bulto, mezclando churras con merinas, intentando engañar a quienes no conocen la materia con el único requisito de que el resultado del embuste erosione la credibilidad de quienes han firmado ese acuerdo. Así, he podido comprobar como un afamado escribidor de mensajes y opinador de todo cuanto se cruza en su camino, se preguntaba por qué asociaciones y sindicatos policiales no se alegraban de la aprobación de los PGE, dejando patente su absoluto desconocimiento, no solo acerca de cómo se tramita esta ley sino de los vaivenes a los que suele estar sometida en condiciones normales, no digamos en las actuales circunstancias políticas.-
Y aquí he de traer a colación nuevamente un ejemplo didáctico, sobre el cual ya escribí hace tiempo, con el fin de ilustrar lo antojadizo del camino parlamentario que debe recorrer todavía la ley presupuestaria. Hace un trienio, durante la tramitación de los PGE de aquel ejercicio, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) consiguió introducir una enmienda durante su discusión en la Cámara Alta, gracias a varios partidos políticos que nos apoyaron. Tal enmienda se refería a la equiparación de los Complementos Específicos Singulares (CES) de guardiaciviles con los de los policías nacionales. Cuando la ley presupuestaria llegó a su último trámite en la Cámara Baja y comoquiera que el entonces Director General Benemérito (jardinero de profesión y a mucha honra) debió de ser advertido de esa circunstancia, decidió realizar un envite contra la AUGC y utilizó al resto de asociaciones representativas para ello. La chapuza fue tan inmensa que ocurrió que el mismo día en que el jardinerito de Guzmán el Bueno aceptaba la propuesta presentada por esas asociaciones de equiparar el CES, en el Congreso de los Diputados su propio partido político votaba en contra de la enmienda introducida en el Senado y finalmente no figuró en los PGE de ese año. Con ello quiero decir que el devenir de los presupuestos puede sufrir serias alteraciones en lo que le queda de tramitación parlamentaria. No deseo que eso ocurra pero tampoco quiero abstraerme de la cruda realidad.-
No obstante lo anterior y si la memoria no me falla, cuando el actual presidente del gobierno no albergaba esperanzas de gobernar, llegó a afirmar que si Rajoy era incapaz de aprobar los PGE para este año debería someterse a una moción de confianza, dada la importancia de esa ley para la estabilidad política del país. Por esa regla de tres, él debería predicar con el ejemplo y lo cierto es que no hay margen ya para presentar una nueva ley, toda vez que el proyecto presentado por el PP tiene luz verde para seguir su camino parlamentario. El escaso margen de maniobra pasa por enmendar en lo posible el texto actual, algo que puede resultar complicado debido a los equilibrios políticos existentes en cada una de las Cámaras de representación. Y todo parece apuntar a que las partidas económicas previstas para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están relativamente a salvo de las pugnas que pueden originarse tanto en el Senado como, finalmente, en el Congreso. Seguramente este panorama político actual ocasione algún retraso sobre la fecha prevista para su aprobación, pero espero que tanto los acuerdos firmados con el Ministerio del Interior como los adoptados entre sindicatos de funcionarios y Administración no experimenten modificación alguna. Lo que pueda ocurrir en ejercicios presupuestarios posteriores habrá que analizarlo en su momento de acuerdo a lo que nos depare el futuro más próximo que, como hemos comprobado en las últimas fechas, puede girar en cualquier dirección de un día para otro.-
Y para aquellos que solo ven el lado oscuro de las cosas, llegando incluso a culpar a la AUGC del triunfo de la moción de censura, un deseo: espero que cuando vean la luz no se queden cegados por ella y exijan a los manipuladores las mismas explicaciones que a nosotros por la evidente tergiversación que están realizando acerca de toda esta historia presupuestaria.-
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