Escrito por LlanAUGC 27-12-2017
Por Alberto Llana
Leo unas declaraciones realizadas por el huido Puigdemont en las que asevera que en España se persiguen las ideas y me pregunto si este sujeto realmente está en sus cabales, acaso haya tenido alguna vez sano su juicio. Pero, claro, viniendo de una persona que, por las razones que sea, tiene el respaldo de muchos miles de votantes catalanes y se perfila como el candidato con más posibilidades de ser embestido -nuevamente- como President de la Generalitat, tales asertos no pueden ser contestados con una simple carcajada, que sería lo lógico si quien dijera eso mismo fuera una persona común. Que este individuo está buscado por la justicia española por sus supuestos delitos y no por su forma de pensar es cosa sabida aunque no admitida por un buen puñado de ciudadanos catalanes que han renovado su confianza en él. No obstante, que lo quieran asimilar o no ya es problema de cada cual y si desean seguir instalados en su mundo paralelo, desconectados de la pura realidad, allá ellos.-
Si existiera tal persecución en España, el ínclito hace años que estaría privado de libertad. Por ejemplo, por hacer suyas unas palabras escritas por el periodista Carles Rahola, fusilado en la tapia del cementerio de Gerona el 15 de marzo de 1939, durante un discurso ofrecido por nuestro protagonista en 2013 y que rezan así: “Los invasores serán expulsados de Catalunya, como lo fueron en Bélgica, y nuestra tierra volverá a ser, bajo la república, en la paz y en el trabajo, señora de sus libertades y sus destinos”. Un inciso antes de continuar, empiezo a comprender por qué se ha instalado, precisamente, en Bélgica. Pero tampoco hace falta retroceder tanto en el tiempo. Sin ir más lejos, tras el referéndum ilegal del 1-O, soltó perlas como las que siguen: “Las urnas han dicho sí a la independencia y este es el camino que estoy dispuesto a recorrer”; “Desde el punto de vista del autogobierno los últimos siete años han sido los peores de las últimas cuatro décadas. Ha habido una laminación de competencias y un menosprecio estremecedor contra la lengua, la cultura y el modo de vivir en Catalunya”; “Millones de ciudadanos han llegado a la conclusión racional que el único modo de garantizar la convivencia es que Catalunya se constituya como Estado”. Estos alegatos bien podrían haberle supuesto la imputación de algún tipo de delito si, como tan alegremente sentencia, en nuestro país se hostigaran las ideas.-
Y además lo dice desde el país que acusó y condenó al partido político Vlaams Blok (Bloque Flamenco), fundado en 2004, por promover el racismo, la xenofobia y la homofobia y que ahora se ha reconvertido en el Vlaams Belang (Interés Flamenco), el cual, por cierto, es el que apoya a Puigdemont en su estancia belga, como quedó patente durante la manifestación celebrada en Bruselas el pasado 7 de diciembre, llegando a declarar Tom Van Grieken, líder de esa formación que: “Estamos aquí juntos, mano a mano con miles de catalanes para enviar un mensaje claro: Cataluña será independiente y nada puede parar esto”. Si el Carles tuviera la misma desfachatez que muestra cuando habla de España, diría que en Bélgica se persiguen ideas, pero no creo que atesore el valor suficiente para ello. Supongo que lo que resulta normal en otras democracias se torna perverso cuando se trata de nuestro país, por alguna entelequia que no alcanzo a discernir.-
Pese a todo, otra noticia que saltaba a algunos medios de comunicación en las últimas horas, aseguraba que ciertos miembros de la magistratura son de la opinión de que lo mejor sería dejar volver a Puigdemont sin exigirle responsabilidades penales por sus gravísimos actos ya que lo contrario podría derivar en disturbios, actos vandálicos y un empeoramiento de la situación en Cataluña. Ignoro cuántos jueces opinan de tal guisa pero me viene a la memoria un famoso anuncio de chicles sin azúcar y llego a la conclusión que podríamos aplicar su eslogan con una ligera modificación a la inversa y afirmar, con mayores argumentos que los que tiene el Carles para decir lo que dice, que 'Uno de cada diez jueces no recomienda que Puigdemont rinda cuentas de sus presuntos delitos'. Solo espero no ser perseguido por mis ideas...
Comments