Por Alberto Llana Publicado el 22 de octubre de 2016
La noticia saltaba el pasado día 17 de octubre de 2016. Un Policía Local de Barcelona se enfrenta a un expediente disciplinario por portar una muñequera con los colores de la bandera española. De principio sorprende que se pueda expedientar a alguien por estos hechos, pero quizás exista alguna norma que prohíba a los policías locales de la Ciudad Condal vestir cualquier tipo de atuendo diferente a los de la uniformidad propia. Pues no, nada de eso. Una vez comprobada la realidad de los hechos, resulta que el expediente ha sido incoado por una supuesta vulneración de la Ley 16/1991, de las Policías Locales, concretamente del artículo 10, punto Primero b), que estipula: “Los principios básicos de actuación de los Policías locales son los siguientes: Primero.- En cuanto a la adecuación al ordenamiento jurídico, los Policías locales deben: b) Actuar, en el cumplimiento de sus funciones, con absoluta neutralidad política e imparcialidad y, en consecuencia, sin discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Es decir que lo de la muñequera de color rojigualda parece ser que en Barcelona se convierte en elemento vulnerador de la neutralidad política. Me gustaría saber si hubiera producido el mismo efecto perturbador de la neutralidad, caso de tener cinco rayas amarillas y cuatro rojas en vez de dos franjas rojas y una amarilla en medio.-
Y cuidado que en este caso concreto ni siquiera se puede afirmar con absoluta seguridad que una muñequera de tales características aluda a la bandera patria. Porque, aparte de los colores, ningún otro dibujo, símbolo o emblema identificativo llevaba. Es como si por llevar una muñequera con los colores coincidentes con los de una enseña nacional, por fuerza se esté aludiendo a la misma. Por ese mismo motivo, si te pones una con los colores rojo y blanco, pueden expedientarte por portar colores alusivos a la bandera de Japón. O si fuese blanca y azul, lo mismo por coincidir con la enseña de Israel. Y así, lo que ustedes quieran.-
Pero, centrándonos en el expediente abierto a este compañero, la orden de incoación resalta que un superior le indicó al expedientado que se quitara del brazo la muñequera con los colores de la bandera de España porque, además de no ser un elemento de la uniformidad, suponía un presunto perjuicio para la imagen de la Guardia Urbana, que ha de actuar con absoluta neutralidad política e imparcialidad, conforme al precepto legal señalado anteriormente. O sea, de locos. Porque no tiene otra definición posible. Hay que estar seriamente perjudicado de las neuronas para afirmar que llevar una muñequera con los colores de tu país supone un perjuicio a la imagen del Cuerpo, ya que debe actuar con neutralidad política. ¿Desde cuándo sentirse orgulloso de ser español deriva en quebrantamiento de esa neutralidad?. Pues señores, los que están actuando con absoluta parcialidad son los responsables de incoar el expediente. Y los que dejan la imagen de la Guardia Urbana por los suelos son los responsables políticos del Ayuntamiento y los responsables policiales del Cuerpo, por no salir en defensa del expedientado.-
No me imagino a un policía francés acusado de violar la tan repetida neutralidad política por llevar una muñequera con los colores de su bandera, o a uno americano, chino o de cualquier otro país de este mundo. Si me apuran, tampoco creo que expedienten a un policía escocés por llevar una muñequera con los colores del Reino Unido, máxime cuando la policía escocesa es uno de los dos cuerpos policiales que ya permiten a sus agentes femeninas llevar el Hiyab como parte de su uniformidad (http://www.scotland.police.uk/.../hijab-ratified-as...). Estoy seguro que tras la indignación generada por la noticia, los responsables de decidir sobre el expediente generado por el asunto de la muñequera intentarán llevarlo por otros derroteros con el fin de calmar los ánimos. Es decir, que tipifiquen los hechos de otra forma, olvidando que la orden de inicio dice lo que dice. Porque, además del ridículo monumental, la clara injusticia y la sensación que transmiten de odio visceral hacia todo lo que les recuerde España, está la cuestión relativa a otros miembros de ese Cuerpo que portan banderitas, emblemas o simbología catalana, que siendo tan respetable como la española, de igual forma se puede argumentar que viola la imparcialidad y la neutralidad política. Y de lo que no cabe duda alguna es que esas vulneraciones se producen cuando la simbología que portan es relativa al independentismo, que también ocurre y no parece alterar a ningún responsable policial ni político local. El problema de este compañero, al fin y al cabo, es que su muñequera tenía pocas rayas rojas y amarillas. Si hubiera tenido unas cuantas más, hasta lo condecoraban… ¡¡Fijo!!
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