Por Alberto Llana
Publicado el 09 de marzo de 2017
Leo en la prensa la intención del Ministerio del Interior de adoptar medidas preventivas para intentar atajar la intolerable tasa de suicidios en la Guardia Civil que la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) lleva más de veinte años denunciando. Es de agradecer la preocupación que muestran, tras el gran incremento de conductas suicidas acontecidas en lo que llevamos de año. Porque si terrorífica resulta la cifra de fallecidos, otra cifra desconocida tal es la de intentos, no lo es menos. Hace casi un mes me llegaron noticias de tres intentos el mismo fin de semana, que afortunadamente no llegaron a culminar.-
Una vez mostrado el agradecimiento, llega la cruda realidad, y ella nos indica que todos los intentos realizados por la Administración para minimizar en lo posible esa tasa de suicidios no han surtido efectos positivos apreciables. Y es así porque hasta ahora no se han querido afrontar los verdaderos problemas que desembocan en la toma de una decisión que no tiene vuelta atrás. Malamente se podrían encarar cuando la postura oficial sobre el porcentaje de suicidios en la Benemérita, expresada por el Secretario de Estado de Seguridad, es “Si me preguntan si hay una diferencia que nos pueda parecer escandalosa en relación con otros cuerpos, ya tendría más dudas”. Empezamos bien.-
Tal vez los responsables del Cuerpo, tanto políticos como policiales, deberían leerse de una buena vez el estudio realizado por Daniel J. López Vega, psicólogo y máster en Intervención Psicológica en Situaciones de Riesgo, el cual, como psicoterapeuta ha trabajado en el ámbito de la promoción de salud y la modificación de hábitos, la prevención y tratamiento de las adicciones y la atención a menores y es socio fundador de la Sociedad Española de Suicidología. También ha colaborado con la AUGC durante los últimos años investigando sobre la conducta suicida dentro de la Guardia Civil y los resultados obtenidos han quedado reflejados en el libro “¿Todo por la Patria?”. El autor ha realizado estudios cuantitativos y cualitativos durante cuatro años y ha recogido información de los propios afectados, lo que convierte esta obra en el principal referente conocido sobre el grave problema que comento. Por destacar algunos datos contenido en sus páginas, señalar que la esperanza de vida de los policías es, por lo general, un 20% menor que en el resto de población y que por el mero hecho de ser guardia civil la posibilidad de generar procesos de burnout ('Síndrome del Quemado', trastorno psicológico que afecta a muchos trabajadores que viven en un estado de estrés y ansiedad permanente). Asimismo, que las tasas de suicidios en el Cuerpo son superiores a la población general y a la Policía Nacional y que el silencio y la comunicación irresponsable en la conducta suicida no constituyen una medida preventiva adecuada. Y sobre este último punto, el propio estudio recoge una norma de las Oficinas Periféricas de Comunicación de la Guardia Civil que establece lo siguiente: “Jamás se facilitan datos ni se publican los suicidios”.-
Y ahora, tras el alarmante incremento acaecido desde comienzos de este año y la repercusión mediática que ha tenido, gracias a la colaboración de muchas personas sensibilizadas con esta tragedia continua, a través de medios de comunicación y redes sociales, nos llega esta declaración de intenciones de la cual ignoramos su contenido concreto. Es de esperar que el anuncio realizado por el Secretario de Estado de Seguridad no adolezca de la seriedad mostrada hace unas horas cuando reconoció la posibilidad de traspasar las Prisiones al País Vasco, afirmación sorpresiva para el ministro del Interior quien aseguró que él no ha hablado “en absoluto” con la consejera vasca de Seguridad sobre ese tema. De igual forma, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, señaló a los medios que “ahora mismo” la transferencia de Prisiones “no está en el catálogo de cosas”. No sería de extrañar que cuando AUGC pregunte por esas supuestas medidas anunciadas a bombo y platillo para intentar frenar el número de suicidios por el mismo responsable ministerial, nuestro querido y desaparecido Director General respondiera que ahora mismo esas medidas no están en el catálogo de cuestiones prioritarias para la Administración. Porque si hay algo que debemos tener claro es que si las medidas que dicen que van a adoptar significan una mísera mejora en las condiciones laborales de los componentes de la Guardia Civil o, simplemente, respetar la normativa que ya está en vigor, dichas medidas se reconvertirán en mentiras.-
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