Por Alberto Llana
El recientemente renovado ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha comenzado esta nueva etapa política de la mejor manera posible al prescindir de dos de sus más directos colaboradores que, más que colaborar, le habían proporcionado abundantes dolores de cabeza (y hablando de dolores, también le han dado una patada lateral a su 'amiga' Dolores Delgado, en una decisión política que sonrojaría a cualquiera que tuviera tan solo un poco de vergüenza, pero esa es otra historia). Volviendo a esos dos cargos cesados por Marlaska, la exsecretaria de Estado de Interior, Ana Botella, y el exdirector general de la Guardia Civil, Félix Azón, no queda por menos que elogiar el cambio de rumbo que ello parece presagiar de cara al futuro. En lo referente a Ana Botella, ignoro los motivos concretos de su caída en desgracia pero no creo que sean derivados de su decisión de rechazar el famoso estudio comparativo de retribuciones entre miembros de cuerpos policiales estatales y los Mozos de Escuadra y que, a falta de conocer oficialmente su contenido real, concluía que hacían falta unos cuantos cientos de millones de euros más de los contemplados en el Acuerdo de equiparación salarial firmado en marzo de 2018, a fin de lograr el objetivo contemplado en el mismo.-
En el caso de Azón, las razones que asisten a Marlaska no son pocas. Cabe recordar el cabreo suscitado tanto en el Ministerio como en la propia Moncloa con la 'Operación Judas', sus constantes meteduras de pata, impropias no solo de un Director General o de un magistrado con experiencia, sino también de cualquier persona con dos dedos de frente. Hace casi un año, tras en fatal desenlace del denominado 'Caso Julen', este personaje se mostró tal cual es anunciando a los medios de comunicación que la tragedia pudo deberse a un homicidio imprudente, despertando la indignación de muchos compañeros de profesión. Tampoco está de más rememorar la cuestión relativa a esas normas que pretendía implantar en la Guardia Civil y que suponían un retroceso sociolaboral para los integrantes de la Benemérita de una década o dos, según los casos. Esas normas que, de momento, están suspendidas sine die, fueron anunciadas a los representantes de los guardiaciviles sin consultar siquiera con la Secretaría de Estado y menos con el Ministerio, y sirvieron como arma arrojadiza contra Marlaska tras aseverar el señor Azón en una intervención pública que no significaban recortar los derechos monetarios de las guardiaciviles embarazadas, cuando el texto de los borradores presentados decían exactamente lo contrario, buena muestra de la incapacidad de este sujeto al frente de una institución tan importante como valorada.-
No menos considerables, a la hora de valorar la gestión de Félix Azón, resultaron sus claros encontronazos con las asociaciones profesionales del Cuerpo, con las cuales nunca llegó a tener buena relación por mucho que anunciara en su toma de posesión del cargo que pretendía invitar a comer a su casa, cada mes, a los representantes de una de ellas para conocer de primera mano los problemas que aquejan al colectivo. Una declaración de intenciones que se quedó en eso, como casi todo lo demás. Porque si algo ha dejado claro el individuo cesado es que su preocupación primordial no ha sido nunca el bienestar de sus subordinados -quizás de una pequeña parte de ellos personalizada en los más altos empleos-, aunque ese aspecto también admite ciertas dudas. Ello es así por la decisión unilateral de Azón de ceder a la Policía Nacional una buena parte del montante económico destinado a abonar el segundo tramo de los tres que deberían significar la equiparación salarial de guardias y policías con los mozos. Y lo hizo tras vulnerar la promesa realizada a las asociaciones representativas de que el porcentaje de reparto dinerario entre Cuerpos, decidido al comienzo del proceso de cumplimiento del Acuerdo, sería respetado. Es más, sin esperar siquiera al resultado de la auditoría que refleja a las claras que el mentado porcentaje de distribución era el correcto. Cabe preguntarse si en el tramo que queda por percibir se devolverá a los guardiaciviles el dinero regalado tan alegremente por Azón en una clara muestra de que nunca estuvo dispuesto a defender los intereses de los compañeros de su progenitor.-
Rememorar asimismo aquel episodio con el que prácticamente se estrenó quien por fortuna abandonará en breve la sede de Guzmán el Bueno. Me refiero a otra polémica normativa sobre el aspecto físico de los miembros de la Benemérita, que requirió la intervención directa de Marlaska en orden a retirarla (también sine die). Y, como no, la postura que actualmente mantenía Azón respecto a congelar otras normas que, estas sí, deberían estar ya aprobadas por contar con consenso suficiente para ello pero que unilateralmente decidió aparcar por mero despecho, tal se las gasta el fulano. Por otra parte pienso que tampoco debió resultar del agrado de Marlaska la prepotencia demostrada por Azón en todo el asunto relativo a cesar sin miramientos a aquellos guardiaciviles con limitaciones psicofísicas. Cabe recordar que, al margen de lo injusto de la situación y los gravísimos problemas que afrontan las personas defenestradas, que de por sí serían motivos suficientes para haberle dado la patada mucho antes, de no encontrarse el gobierno en funciones, existen serias dudas de la legalidad de la decisión, al aplicar con carácter retroactivo una norma sobre destinos que entró en vigor el pasado agosto y cuyo sustento se haya en otras normas que se aprobaron como desarrollo a un Real Decreto que fue anulado por el Tribunal Supremo, a instancias de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), en el mes de marzo de 2019. Lo que lleva a preguntarse seriamente acerca de la capacidad intelectiva de un señor al que se le suponen amplios conocimientos legales, como Azón.-
Queda por saber qué ocurrirá con mis comentarios publicados en contra de este señor ya que soy consciente de que alguno de ellos está encima de la mesa de los asesores jurídicos de la Dirección General, siendo escrutados con lupa por si hubiera algún modo de proceder contra mí o, también, contra la propia AUGC, ya que algún 'lumbreras' entiende que si transmito mi opinión mientras desarrollo la responsabilidad de Secretario General y Federal de AUGC-Asturias, quizás puedan poner en aprietos a la organización. Mis cuitas son personales y la firma que figura en mis comentarios es la mía personal, no la de mi cargo. Mis pensamientos nunca han pretendido ser la posición oficial de la AUGC y admitiré sin problema que cualquiera de ellos sea rechazado oficialmente por la asociación, agradeciendo que nunca hayan puesto impedimento alguno para que publique mis reflexiones, algo que llevo haciendo desde 1995 cuando comencé a encargarme de la revista “Tricornio”.-
En definitiva y para no resultar cansino, el cese de Félix Azón y también de Ana Botella, son buenas nuevas para el colectivo de la Guardia Civil. Con ello Marlaska se ha ganado el apelativo de 'CargAzón', por lo de haberse 'cargado' a Azón por evidentes insuficiencias de condiciones psicofísicas, tal ha hecho el ínclito con cientos de guardiaciviles. Solo queda esperar que quienes los sustituyan no conviertan en realidad aquello de “otro vendrá que bueno me hará”.-
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