Escrito por LlanAUGC 15-10-2017
Por Alberto Llana
El vicepresidente del actual Govern catalán se lució ante un medio de comunicación asegurando que quiere mucho a España. De hecho, el titular remarca entre comillas lo que sigue: “nosotros queremos a España”, por lo que debo entender que, o bien se refiere al propio Govern, al partido político que lidera o a ambos. Como los titulares, en ocasiones, no son demasiado fidedignos pese al entrecomillado que debería suponer una traslación literal de lo dicho, intento localizar más datos y resulta que la frase se pronunció delante de una cámara de televisión de una cadena de ámbito estatal, por lo que escucho la entrevista y confirmo que, efectivamente, en un momento dado, llega a afirmar lo que el titular remarca.-
Que este señor afirme su cariño por España es de chiste. Es como cuando oigo los razonamientos de cierto deportista que se ha significado por sus comentarios de apoyo al separatismo y viste sin rubor la camiseta de la selección española porque considera compatible no sentirse español y defender sus colores en el terreno de juego. Supongo que tendrá una mente más abierta que la mía, o quizás sea solamente el bolsillo lo que tenga más abierto, a saber. Volviendo al individuo que tanto quiere a España cabe tirar de hemeroteca para recordar que su materia gris está tan estrábica como su visión de las cosas. Hace casi una década afirmó que "…los catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los españoles; más con los italianos que con los portugueses, y un poco con los suizos. Mientras que los españoles presentan más proximidad con los portugueses que con los catalanes y muy poca con los franceses. Curioso...". Y que lo digas, hombre, solo te faltó hablar de RH sanguíneo al más puro estilo Arzallus.-
Esta devoción que a mí me llama la atención no es la primera vez que la expresa. Hace unos días afirmaba en otra entrevista que él en particular y el partido político al que representa “amamos a España, la lengua española y la cultura española y no confiamos en el estado español", lo que unido a otra perla de las suyas del tipo “España es un estado opresor” vienen a resumir su argumentario para desear la independencia de Cataluña porque, al fin y al cabo, la unidad territorial que proclama el artículo 2 de la Constitución Española depende tan solo del estado de ánimo de ciertas personas en determinado momento. Una Constitución que, recordemos, contó con el respaldo del 90,46% de los votantes, con un porcentaje de participación del 67,91 del electorado catalán (en cifras concretas: Votos a favor 2.701.870, en contra 148.331, en blanco 121.026 y votos nulos 20.986).-
La credibilidad de las palabras dichas por este este personaje y que conforman el objeto de este comentario debemos ponerla en una balanza y, a modo de contrapeso, otras aseveraciones suyas dichas en otros momentos. Sin ir más lejos, el caballerete ha calificado a España de Estado “ineficiente e injusto”, supongo que obviando la gestión realizada en la comunidad catalana desde que tiene responsabilidades de gobierno. Y como mencioné hace unas líneas, también considera a España un país opresor que “nos impide tomar medidas para la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, que nos impide resolver los casos de pobreza energética”, omitiendo convenientemente que desde 2012 Cataluña ha recibido del estado español un rescate de 63.000 millones de euros, más del 70% de ellos para evitar el descalabro de su sanidad, educación y servicios sociales. De igual forma llegó a recordar que el gobierno de España ha vaciado el fondo de pensiones, lo cual es tan cierto como preocupante, pero cabría recordar que Cataluña es la Comunidad Autónoma más deficitaria en el apartado de pensiones de todo nuestro país y ha habido que reasignar unos 3.200 millones de euros para evitar que las pensiones catalanas bajaran una media de 144€/mes. Y para terminar con los contrapesos, cómo no rememorar otra de sus ocurrencias y que revela perfectamente sus afectos por España. Es tanta su devoción que no duda en alentar el separatismo ya que sería precisamente España a quien más beneficiaría la secesión de Cataluña. Y se quedó tan ancho.-
Hace unos días, cuando el President catalán escenificó aquella pantomima de declarar, o no, o quizás, quién sabe, la república independiente de sus gónadas, insistió en ese falaz argumento del aprecio por España, al estilo de “cariño debemos separarnos, pero no es por ti, es por mí”, me vino a la mente otra de las ocurrencias del Vicepresident y que puede hacerse extensiva a la inmensa mayoría de políticos rastreros que, sin rubor alguno, son capaces de mantener con firmeza una cosa cuando lo que realmente piensan es la contraria. Pues bien este señor afirmó el 16 de enero de 2014 que: “Cuando deje la política volveré a trabajar”. Pues mira por dónde, eso me lo creo tanto como la aseveración que comentaba al principio.-
Kommentare