Escrito por LlanAUGC 24-01-2018
Por Alberto Llana
Esta semana está convocada otra reunión entre el Ministro del Interior y las organizaciones representativas de los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en el intento de llegar a un acuerdo que termine, por fin, en la equiparación salarial entre los cuerpos policiales estatales y algunos autonómicos. Cabe recordar, como antecedentes, el compromiso adquirido por el titular de la cartera ministerial, Juan Ignacio Zoido, desde que aceptó tal responsabilidad y las reuniones previas mantenidas los días 26 de diciembre de 2015 y 16 de enero de 2018. Precisamente en este último encuentro, Zoido decepcionó a las asociaciones y sindicatos policiales con un documento que no concretaba nada en cuanto al montante económico y, por el contrario, buscaba que las repetidas organizaciones asumieran sin más los recortes sociolaborales precisos al objeto -presuntamente- de lograr una equiparación plena entre las condiciones de los Mossos de Escuadra y los componentes de la Benemérita y la Policía Nacional.-
Como era de esperar, esta pretensión de la Administración despertó de forma inmediata los recelos tanto de las organizaciones como de los profesionales afectados. ¿A qué se refiere el ministerio cuando habla de derechos sociolaborales? Pues, a falta de concreción alguna por parte de la Administración, sólo podemos especular a día de hoy con lo que significa ese ‘palabro’. Y digo lo de ‘palabro’ porque en el diccionario de la RAE no consta esa terminología. Por ello realizo una interpretación propia y concluyo que hace referencia a las estructuras sociales o laborales de cada uno de los cuerpos policiales implicados en la cuestión de la equiparación salarial. A partir de ahí, continuo especulando sobre la dimensión real del problema. Así, y en lo que se refiere a la Benemérita, podríamos estar hablando tanto de ‘pabellones’ como de edad de pase a situación de Reserva, ISFAS, Acción Social, sistema de pensiones…
Y, puestos a darle vueltas al asunto, no existe razón alguna para dejar al margen otras cuestiones sociolaborales como son la jornada laboral, en su vertiente de un régimen de turnicidad estable que garantice la correcta conciliación laboral/familiar de los guardiaciviles o, también, de un régimen disciplinario igual al de los Mossos, la no aplicación del Código Penal Militar a los miembros del Cuerpo cuando realicen funciones meramente policiales (y lo digo por el empeño ministerial de no tocar el carácter militar de la institución), o de la posibilidad de contar con sindicatos profesionales, en vez de asociaciones, algo que podría ser perfectamente compatible a tenor de la interpretación realizada en su momento por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en sentencias de fecha 2 de octubre de 2014 (asuntos Matelly contra Francia y ADEFDROMIL contra Francia) mediante las que declara que la prohibición absoluta de los sindicatos en el seno del Ejército francés es contraria a la Convención Europea de Derechos del Hombre. También podría revisarse la cuestión de las horas extraordinarias que realizan los compañeros, en primer término, reconociendo que las hacen porque hasta el momento utilizan la ‘trampa’ de las ‘horas de exceso’ para determinar que no son horas extra y, por lo tanto, su remuneración es escandalosamente inferior.-
Por otra parte, también se pueden considerar condiciones sociolaborales las derivadas del lugar donde debes ejercer tus funciones ya que no es lo mismo desarrollarlas en una Comunidad Autónoma determinada que estar a expensas de ser enviado a cualquier punto del país, del mismo modo que existen sensibles diferencias en lo referente a estar destinado en un núcleo de población grande a estarlo en una localidad pequeña en donde cuesta acceder a determinados servicios básicos que influyen en la calidad de vida del profesional y de su familia. Y en el paquete sociolaboral no queda por menos que incluir cuestiones relacionadas con el material de trabajo (armamento, chalecos antibala de uso personal, vehículos…).-
Si la Administración quiere abrir la caja de Pandora de lo ‘sociolaboral’, abrámosla con todas las consecuencias, a no ser que se trate de una mera estratagema para dilatar las negociaciones o, también, para buscar elementos distorsionadores de un posible acuerdo con el objeto de encontrar una excusa achacable a las organizaciones policiales si acaso no llegara a buen puerto.-
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