Escrito por LlanAUGC 08-11-2017
Por Alberto Llana
Ahora resulta que ciertos personajes belgas se han empeñado en darnos lecciones de democracia a los españoles. Al parecer quienes ocupan un lugar muy retrasado respecto a otros países de la UE en ese aspecto pretenden convertirse en adalides de la cuestión. Pues sí, según el índice de democracia elaborado anualmente por la Unidad de Inteligencia de ‘The Economist’ y que mide el nivel democrático de los diferentes países del mundo, en 2016 España ocupó el lugar 17 mientras que a Bélgica hay que ir a buscarla al puesto número 35. Este índice se elabora analizando las características de los sistemas políticos de los distintos países, agrupados en cinco categorías: procesos electorales y pluralismo, funcionamiento del gobierno, participación política, cultura política y libertades civiles. En función del nivel democrático que tenga cada país, se da una puntuación de entre 0 y 10, siendo el 10 el que marca un mayor nivel democrático. España obtiene una nota de 8,3 y Bélgica se queda en el 7,77. Por tanto, lecciones de democracia las justas, o más bien ninguna.-
Traigo esto a colación debido a ciertas declaraciones de personas de relevancia política en Bélgica que ante la presencia de Puigdemont en su país se han manifestado a favor de su causa, tildando a nuestro país de poco demócrata y justificando las acciones llevadas a cabo por el Govern catalán presidido por el ya mentado Puigdemont, lo que ha llevado a los tribunales y al Gobierno españoles a tomar medidas, unos en el terreno judicial y otro en el político, para garantizar el efectivo cumplimiento de la Constitución y demás leyes que rigen en nuestro Estado. Imagino que bastantes de estos personajes deben saber de la historia y la democracia en España tanto como la mayoría de ciudadanos de este país de la historia y la democracia en Bélgica, básicamente poco o muy poco, por lo que creo que su posicionamiento es fruto de tratar de entender el problema catalán bajo su parcial punto de vista. Un punto de vista marcado por el devenir propio de un país que a lo largo de su semblanza ha visto muchas batallas por su control y que no se independizó definitivamente de unos y otros hasta 1830. A partir de ahí los conflictos internos derivados de las diferentes lenguas habladas en su territorio se prolongan hasta nuestros días, destacando el récord del mundo que poseen tras su incapacidad para formar gobierno tras unas elecciones celebradas en 2010, crisis política que se alargó durante 541 días.-
También es muy posible que ciertas personas que alientan y defienden lo que Puigdemont y compañía han liado en Cataluña estén buscando provocar algo similar en su propio país. No sería extraño que todo el asunto catalán se la bufe sobremanera y solo quieran usarlo en beneficio propio y de su causa separatista, de la cual no se han sabido librar desde su mismo nacimiento como estado. Pero este tipo de declaraciones procedentes del lugar donde se ubica el Parlamento Europeo tienen un peso más específico que otras dichas en otros países, precisamente por albergar la Eurocámara. Los europarlamentarios de la Unión están en contacto con la realidad belga mucho más que con la española y se corre el serio riesgo de tratar de analizar la cuestión catalana bajo el prisma de lo que allí acontece, del mismo modo que los británicos están influidos por la situación escocesa e incluso por la irlandesa y no pueden evitar asomarse a lo que ocurre en España sin dejar de tener en mente su propia historia y estableciendo paralelismos engañosos entre unos casos y otros.-
No obstante, no cabe por menos reconocer que Puigdemont ha sabido elegir bien el lugar donde afincarse en su huida, un país donde los sentimientos nacionalistas y separatistas están a flor de piel y sus desvaríos tienen mejor acogida que en cualquier otro estado de la Unión europea, máxime entre los nacionalistas flamencos; en donde, como es sabido, está el Europarlamento, con la fuerza política que ello puede llegar a tener si se 'tragan' sus argumentos y en el cual ya resulta tradición dar cobijo a delincuentes perseguidos por la Justicia española, baste recordar los diferentes casos de etarras que encontraron refugio en Bélgica ante la desconfianza de sus jueces acerca de la imparcialidad de los tribunales españoles. Sin ir más lejos, el pasado año rechazaron extraditar a la etarra Natividad Jauregui, alias 'Pepona', que había sido detenida en Gante en 2013 y dejada en libertad por el Tribunal de Apelación de esa localidad por existir “la posibilidad de que sus derechos fundamentales no se vean respetados” en nuestro país... manda huevos.-
Pues eso, que un país tan demócrata que, por ejemplo, obliga a votar en sus comicios a todos los ciudadanos en edad de hacerlo y en donde se tolera que en algunas poblaciones de la periferia de Bruselas impongan restricciones al acceso a viviendas sociales o, incluso, a la compra de terrenos edificables si no se acredita el conocimiento del idioma neerlandés o determinados años de residencia en el municipio, hay determinados seres que se piensan que pueden sentar cátedra sobre democracia, justicia y derechos humanos. Penoso.-
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