Por Alberto Llana
Publicado originalmente el 31/12/2015
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"Las Uvas De La Ira" es un novela escrita por John Steinbeck, ambientada en la gran crisis sufrida por Estados Unidos en los años 30 del pasado siglo y que, entre otras cosas, inspiró la gran canción 'The Ghost Of Tom Joad' de Bruce Springsteen. Al hilo de aquella gran depresión, estamos sufriendo en nuestras carnes una propia, causada no solo por cuestiones meramente económicas -que las hay, por supuesto-, sino que, aprovechando que el Pisuerga desemboca en el Duero, alguno ha metido mano sin piedad en los derechos de sus iguales como si ciertas libertades mermaran las arcas estatales por el mero hecho de ser ejercidas.-
Uno de esos personajes siniestros, que ha puesto en práctica sin miramientos este tipo de política, lo tenemos alojado en el despacho más grande e importante de la sede de la Dirección General de la Guardia Civil y su nombre es Arsenio. Dentro de unos horas, imagino, se tomará las uvas que dan paso al siguiente año. Quiera Dios que sea en el que regrese a su Ferrol natal a recordar los años del chapapote, del puerto exterior de La Coruña y las incursiones a las Islas Cíes cadena en mano. Desde aquí le deseo que cada una de esas uvas lleve a su memoria algún episodio, de los muchos que adornan su gestión de la Benemérita, en los que ha menospreciado a la gran mayoría del colectivo. Precisamente esa mayoría que le saca las castañas del fuego a él y a sus amiguetes enfajinados y mantienen las estadísticas con las que justificar una mala gestión y, de paso, hacer alarde de haber dirigido la institución más valorada por los españoles.-
Recuerde, señor Arsenio, cuando ingiera la primera uva, su afirmación de que el compañero Morata no puede ser readmitido en la Guardia Civil, incumpliendo uno de los pocos acuerdos políticos adoptado por unanimidad de todos los grupos presentes en la Cámara Baja de este país. Ahora que estamos en busca de pactos políticos, no está de más rememorar qué es lo que ocurre cuando estos se producen. Que llega un estirado, que es uno de los motes de sus años mozos, y se lo pasa por el arco del triunfo, en una demostración clara de lo que se podía esperar de un tipo que tiene la personalidad justa para decir “si bwana” ante las estrellas de cuatro puntas.-
Con la segunda invoque los famosos 'vacalibres', demostración de su notable incapacidad para entender los pormenores del personal que realmente trabaja en el Instituto. Para la tercera reserve usted los injustos repartos de productividad, en donde una sexta parte del colectivo se lleva la mitad de la saca. Afronte la cuarta uva con el pensamiento de las diferencias en la homologación de titulaciones entre la Guardia Civil y la Policía Nacional que usted patrocinó a sabiendas de que constituía una clara tropelía. Llévese a la boca la quinta del racimo y reviva sus mentiras tras la tragedia de El Tarajal. También espero que la mitad de la docena vaya acompañada de un pensamiento, aunque sea mínimo, a la falta de material apropiado que sufren los guardiaciviles para realizar su servicio en condiciones adecuadas.-
Para el séptimo fruto de la vid, un flashback peliculero que le retrotraiga a uno de los muchos momentos en los que afirmó aquello de que los guardiaciviles no tenían derecho a manifestarse. Ah, por cierto, estamos esperando todavía una rectificación al respecto. El octavo bocado bien podría ir acompañado de la remembranza a los desfiles, mientras l@s ciudadanos españoles no tienen el potencial de servicio necesario para garantizar su seguridad. Los injustos IPECGUCI's que pueden desembocar en la limitación para ocupar destinos de mérito, cuando no para perder el propio destino o, incluso, ser separado del servicio, estaría bien como acompañamiento de la novena del lote. En lo referente a la décima, una referencia al RAI de los compañeros de la Agrupación que, tras ser anulado por los tribunales, ha vuelto por sus fueros gracias a su acertada gestión. La penúltima resérvela usted para acordarse de los expedientes abiertos a los Vocales de la AUGC, los únicos que no han hecho palmas a su desvergüenza y por los que siente una inquina más allá de lo racional, en consonancia con su carácter.-
Y la última, la que seguramente dejará un sabor dulce en su boca y la de sus correligionarios, pero todo lo contrario en lo que respecta a la inmensa mayoría de componentes del Cuerpo y sus familias, la dejamos para el Código Penal Militar. Una regresión en toda regla que, además, rompió un consenso político con el partido que ahora pretende su mentor, Don Mariano, lo saque del apuro que él mismo ha parido, acompañado, como no, de eficaces gestiones pasivas de personajes como usted que, por lo visto, para lo único que sirven es para engalanar un curriculum que, en realidad, no existe en absoluto.-
Pues eso, que deseo de corazón que esas doce uvas sean las últimas que se toma como inquilino de Guzmán el Bueno y vayan acompañadas del grato -o no tan grato recuerdo- de sus desmanes al frente de una responsabilidad que le ha venido muy grande desde que, a quien sea, se le ocurrió su nombre para tan insigne empresa.-
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