Por Alberto Llana
Publicado el 08 de abril de 2017
En cierta ocasión me entrevistaron para un medio de comunicación acerca de la labor que realizaba la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Entre las preguntas que me realizó la periodista surgió el tema de ETA. Yo contesté que a la banda asesina se la debilitaría sobre todo con el trabajo policial pero que seguramente, como punto final a la barbarie, habría que llegar a algún tipo de acuerdo o compromiso político y tendríamos que tragarnos algún sapo con tal de dejar atrás las páginas de la historia escritas con sangre inocente. Han pasado casi veinte años de aquello y, gracias a dios, creo que me equivoqué en la apreciación porque estamos contemplando la agonía de los terroristas sin tener que realizar concesión alguna al respecto. Ahora tratan de dar sus últimas bocanadas como pez fuera del agua a través de un bochornoso espectáculo de desarme que causa sonrojo hasta a sus más fieles defensores. A ello contribuyen las declaraciones del delincuente condenado, de apellido Otegi, que trata de vender la derrota más absoluta como una especie de rendición de Breda, pero nadie a estas alturas se lo compra.-
Esta sandez de entrega de armas por parte de la banda asesina cuenta, empero, con el respaldo de ciertos grupos políticos que no deberían siquiera pronunciarse sobre este asunto u otros similares ya que, aunque no demasiada, sí que otorgan al paripé una trascendencia mayor del que tiene. Porque lo verdaderamente importante sería que ETA anunciara su disolución y pidiera perdón a la sociedad española por tantas décadas de crímenes sin sentido. Y también sería deseable, aunque poco probable, que reconocieran la inutilidad de sus actos como ejemplo de cara al futuro. A tenor del comunicado emitido por los asesinos el pasado 7 de abril no puede concluirse que tengan intención ni de disolverse, ni de pedir perdón ni de reconocer su propia inutilidad. Afirmar que las armas y explosivos que tenían en su poder están en manos de la sociedad civil solo demuestra que se siguen considerando parte de una organización de estilo militar de la que no reniegan en absoluto. También se quejan de la dificultad de dar este paso cuasi inane por el empecinamiento de España y Francia en la línea policial y el mantenimiento a ultranza del esquema de vencedores y vencidos. Perdón, ¿cuál era el esquema de los terroristas cuando mataban, secuestraban y extorsionaban? Pues eso, que habéis sido derrotados y no solamente desde un punto de vista policial. Cualquier intento de argumentar lo contrario movería a la risa sino hubiese costado tanto a tantos.-
En cuanto a esos personajes que se autodenominan grotescamente 'artesanos de la paz', como si hubieran tenido algo que ver en el hecho de que la banda mafiosa haya puesto rodilla en tierra, imagino que les puede el ansia de pasar a la historia o conseguir algún tipo de beneficio económico o político ya que son conscientes de que este mal llamado 'desarme' no es ni debe ser el punto final al espantoso devenir de ETA. Si esa organización criminal pretende poner punto final con esta entrega de armas se equivoca totalmente, o al menos espero que así sea, ya que mientras no se disuelva de manera efectiva y aclare los muchos (demasiados todavía) asesinatos sin resolver, el trabajo policial y judicial debe continuar y, por supuesto, tampoco debería ponerse fin a la política de dispersión de presos etarras. Esos artesanos del autobombo deberían haber exigido a cambio de su participación en la charlotada un listado de atentados llevados a cabo por la banda, con indicación de sus autores, cómplices y encubridores, para ser entregada a las autoridades judiciales como muestra de que la decisión de renunciar al terror como arma política y, también, recaudatoria, va en serio.-
La verdadera dimensión de lo ocurrido hoy lo comprobaremos en pocas horas. Si mañana tiene más trascendencia la polémica derivada del derbi futbolero que hoy se juega que el acto de falso desarme escenificado en Baiona, podremos asegurar que ETA, sus palmeros, su entorno y sus falsos artesanos de la nada han sufrido una nueva derrota.-
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