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GUARDIACIVILES MEZQUINAMENTE DOTADOS

Por Alberto Llana


Entre los documentos que conforman los inicios de la Guardia Civil, allá por 1844, es posible consultar uno guardado en el Servicio de Estudios Históricos del Cuerpo, y suscrito por el propio fundador de la Benemérita, el Duque de Ahumada, acerca de las «Bases necesarias para que un General pueda encargarse de la formación de la Guardia Civil». La primera de esas bases reza del siguiente tenor: "Que esté conforme con la organización que debe darse al Cuerpo, encontrando á la actual la gravísima falta de estar mezquinamente dotados los guardias civiles, á los que se iguala en condición á los peseteros". Seguramente todo el mundo conocerá la expresión 'pesetero' y muchos sabrán cual es su origen, pero por si acaso reseñaré que 'peseteros' era el apodo vulgar con el que se denominaba a las tropas francas Isabelinas que combatieron contra los Carlistas durante la guerra civil de 1837-1840.-


Es decir, que María de la Paz, segundo nombre del Duque de Ahumada, no deseaba ni por asomo disponer de guardias civiles 'peseteros', como demuestra fehacientemente en su respuesta al encargo de reorganizar el proyecto ya presentado el 28 de marzo de 1844 sobre un cuerpo de seguridad denominado "Guardia Civil". En tal réplica deja sentado lo que sigue: "...no es posible subsista (…) gente poco menos que perdida y por lo tanto dispuesta a la corrupción, siendo éstas las clases que merecen más atención, pues casi siempre tienen que prestar su servicio individualmente, y los que tengan la circunstancia de conocida honradez, talla, saber leer y escribir, y demás que se requieren, no querrán por cierto tener ingreso en un Cuerpo, en que han de arrastrar grandes compromisos y fatigas con la seguridad de que servirán más y ofrecerán más garantías de orden cinco mil hombres buenos, que quince mil no malos, sino medianos que fueran".-


Por ello, me pregunto que opinaría Juan Nepomuceno, quinto nombre de los siete que recibió el Duque de Ahumada, acerca de las pretensiones de la cúpula Benemérita sobre cómo repartir el tercer y último (por desgracia) tramo previsto en el Acuerdo de equiparación salarial firmado en marzo de 2018. Ya sabemos que de los 247 millones de euros previstos para este año, el ministerio del Interior ha decidido -por fin- que se reparta como ocurriera con el primero de esos tramos, es decir, el 59% de esa cantidad para la Guardia Civil y el 41% restante para la Policía Nacional, lo cual supone 145.730.000€ para la Benemérita. Ahora falta por saber de qué manera se distribuye ese montante intramuros. Las intenciones expuestas en las diferentes reuniones mantenidas hasta la fecha son totalmente desalentadoras para aquellos que conforman la Escala Básica del Cuerpo, máxime para quienes realizan servicio a pie de calle, a cualquier hora del día de cualquier día de la semana. Así, como ya ha denunciado reiteradamente la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la propuesta que han puesto sobre la mesa premia a aquellos Empleos que ya estaban equiparados o cobraban más que los mozos de escuadra incluso antes de consignarse el Acuerdo, de tal forma que, sorpréndanse, los capitanes, comandantes, coroneles y generales engordarían sus nóminas en 159 €/mes, mientras que los cabos o cabos primeros recibirían 127€ y los guardiaciviles 106€.-


En este punto resulta necesario recordar que el Acuerdo entre el ministerio del Interior, sindicatos de Policía Nacional y asociaciones profesionales de la Guardia Civil, de fecha 12 de marzo de 2018, se suscribió "desde la perspectiva de alcanzar la equiparación salarial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con los cuerpos policiales autonómicos que desarrollan funciones similares", tal y como dice el texto publicado en el BOE el día 20 de marzo de hace dos años. Ahora vienen aquellos que defienden a ultranza un reparto injusto a todas luces con zarandajas derivadas de la responsabilidad de cada cual, o el color de la sangre que al parecer muta en cuanto te ponen unas estrellas en la hombrera. Pues miren ustedes, la sangre nunca ha cambiado de color en función del Empleo que se ostente y la mayor responsabilidad que un agente de la Ley puede arrostrar es la derivada de su servicio a pie de calle, sin menospreciar otras pero sin minusvalorar un ápice la principal de todas.-


El Acuerdo siempre ha pretendido buscar el equilibrio retributivo entre funcionarios policiales que realizan similares cometidos, no iguales debido a que los cuerpos de seguridad estatales tienen mayor nivel de competencias y por tanto determinadas funciones que no afrontan los cuerpos de policía de las comunidades autónomas o de las corporaciones locales. Y si ese Acuerdo se cumpliera en toda su extensión, con el espíritu con que se rubricó, unos cuantos Empleos de la Guardia Civil no deberían haber visto un euro siquiera, pero no ha sido así. Y pretenden además llevarse en este postrer tramo mayor cuantía por sus santos... galones. Veremos lo que ocurre al final, pero a uno se le ponen los pelos de punta cuando observa ciertos comunicados de asociaciones profesionales alabando la actitud de la actual Directora General del Cuerpo, María Gámez, por haber defendido que este último reparto porcentual entre cuerpos policiales se haya realizado del mismo modo que el primero, obviando que no ha conseguido que nos devuelvan lo 'hurtado' por su antecesor en el segundo tramo, correspondiente a 2019, y que supuso un detrimento para los miembros de la Benemérita de 4'3 milloncejos del ala que ya no veremos nunca más. Tampoco tengo constancia que la señora Gámez haya defendido el cumplimiento íntegro del Acuerdo que, como ya he repetido muchas veces en anteriores comentarios sobre este tema, abarca un estudio serio de las diferencias salariales entre funcionarios policiales estatales y mozos de escuadra, el incremento monetario necesario para cumplir el objetivo deseado de la equiparación salarial y una norma legal que impida en el futuro desajustes monetarios entre agentes que desarrollan similares cometidos.-


No hay motivo alguno para dorarle la píldora a la Directora General, salvo que se quieran ganar sus simpatías de cara a lograr que traicione, monetariamente hablando, a quienes afrontan las principales responsabilidades, las principales penurias y los principales riesgos para su integridad física en esta Benemérita institución, desoyendo al insigne Francisco Javier, primer nombre del Duque de Ahumada, fundador del Cuerpo y que ya tenía las ideas muy claras hace 176 años nada menos.-


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