Por Alberto Llana Publicado el 28 de mayo de 2017
Con el nivel político que rezuma nuestro país, lo normal es que cada semana haya una ‘perla’ política que destaque sobre la mediocridad general, normalmente por ser inferior a la media o, directamente por el escándalo que genera. Aunque, visto lo visto en los últimos tiempos, quizás ese porcentaje de una perla semanal haya que revisarlo al alza, porque estamos que lo petamos. La penúltima perla, y digo penúltima ya que seguro que antes de publicar esto ya nos habrán obsequiado con otra, ha partido de la boca de María Dolores de Cospedal, a la sazón ministra de Defensa, que en un programa de radio en directo, que no en diferido, y ante la pregunta de si en España el nivel de alerta antiterrorista ascendiera a 5 (actualmente está en 4) intervendría el Ejército, respondió lo siguiente sin despeinarse siquiera: “Hay una parte de las Fuerzas Armadas que son militares, que es la Guardia Civil, que tiene encomendada funciones de policía y por eso en España quizás estemos menos acostumbrados a ver a soldados en la calle, pero no se puede olvidar que la Guardia Civil es un Cuerpo militar, es una Fuerza militar. El Cuerpo de policía propiamente dicho es el CNP y la Fuerza de policía, que es fuerza militar, es la Guardia Civil”.-
Me da la impresión que comienza el despropósito con un lapsus, tal es afirmar que en las FAS hay una parte que son militares. Supongo que en vez de decir Fuerzas Armadas quería decir Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, pero lo cierto es que dijo lo que dijo y frente a ello no cabe por menos que recordar que en las Fuerzas Armadas la mayor parte de sus integrantes son militares, pero por mucho que se empeñe, la Guardia Civil no forma parte de ellas. Creo innecesario abundar en demasía en el aspecto constitucional porque es suficientemente conocido. Basten dos apuntes, uno el artículo 8 de la Norma Suprema: “Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire…” y, otro, que desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica 2/1986, la Guardia Civil forma parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con la siguiente definición: “La Guardia Civil, que es un Instituto Armado de naturaleza militar…”.-
Por tanto, afirmar que la Guardia Civil es un Cuerpo militar denota cierto desconocimiento de la cuestión y un no saber bien qué coño es la Guardia Civil. Y la verdad es que no me extraña porque cuando las cuestiones internas de la Benemérita llegan a los tribunales de justicia esa miscelánea entre naturaleza militar y funciones policiales netamente civiles causa estragos, sobre todo a la hora de reconocer derechos a los miembros del Cuerpo, que contemplan asombrados cómo siempre les aplican las interpretaciones más restrictivas a cada caso. En lo referente a su otra definición, la de ‘fuerza militar’, tampoco resulta acertada por incompleta ya que sería mucho más preciso decir ‘fuerza -o cuerpo- de seguridad de naturaleza militar’ que para nada es lo mismo.-
Lo que resulta digno de enmarcar es la veleidad de que en España estamos “menos acostumbrados a ver soldados en la calle, pero no se puede olvidar que la Guardia Civil es un Cuerpo militar”, equiparando agentes de la Autoridad con componentes de las Fuerzas Armadas. Porque, al margen de consideraciones legales, a nadie se le pasa desapercibido el hecho de que las funciones a realizar por los agentes de la Autoridad son diferentes de las de los miembros de las FAS. Importantes ambas, pero distintas. Y cuando miembros de las FAS tienen que patrullar las calles de un país, por cuestiones de seguridad, es que algo grave o muy grave está aconteciendo, lo cual no puede por menos que provocar alarma entre la ciudadanía. Un ejemplo claro, cercano y conocido es lo que ocurre desde hace meses en Francia, país donde existe un cuerpo policial de naturaleza militar tal es la Gendarmería. Según la lógica ‘cospedaliana’, los franceses no deberían asombrarse de ver fuerzas militares patrullando las calles y carreteras. De hecho, en lugares como París o Marsella, todavía menos, teniendo en cuenta que incluso los cuerpos de bomberos de esas ciudades son militares. Pues tras el atentado contra la revista Charlie Hebdo, las fuerzas armadas francesas salieron a patrullar por las calles del país y, créanme, pese al agradecimiento por su servicio y su sacrificio en pos de la seguridad y bienestar común, la presencia de patrullas de cuatro o cinco soldados, con armas de guerra y chalecos antifragmentos por avenidas, monumentos, estaciones de transporte público, etc, desvela un clima de intranquilidad manifiesto que no se mitiga por afirmar erróneamente que la Gendarmería o los ‘Sapeurs-Pompiers de Paris’ son una fuerza militar.-
Pues no, señora Dolores, la Guardia Civil no es una ‘fuerza militar’, tal y como la define usted, es un Cuerpo (o una Fuerza si le apetece) de Seguridad del Estado que, por su carácter militar puede encargarse de aquellas misiones militares que le sean encomendadas legalmente. Así, el Real Decreto 1438/2010, sobre misiones de carácter militar que pueden encomendarse a la Guardia Civil, lo resume todo. “Que pueden encomendarse” dice el título y repite en el artículo 1 del texto: “Este real decreto tiene por objeto regular las misiones de carácter militar que podrán encomendarse a la Guardia Civil”. Y, ¿por qué ese empeño en recordar que las misiones militares son una posibilidad a la que el legislador puede acudir? Pues por la sencilla razón de que esas no son las misiones principales de la Guardia Civil, sino las accesorias que podría llegar a realizar si las circunstancias lo requieren.-
Lo penoso de estas manifestaciones de la ministra tienen una doble vertiente, a mi entender. Una referida al escaso conocimiento de la materia de su responsabilidad y el desinterés por enterarse de lo que realmente se trae entre manos, lo cual resulta hasta peligroso. Y una segunda, reveladora de la forma de ver la Benemérita que tiene la interfecta, coincidente con el sentir general del Gobierno y el sentir general… a secas.-
Comentarios