Escrito por LlanAUGC 30-12-2018
Por Alberto García Llana
No creo que haya nadie en este país que no esté enterado de lo ocurrido el pasado día 21 de diciembre entre un agente de los Mossos de Escuadra y un manifestante que se pronunciaba en contra de la celebración del Consejo de Ministros -y Ministras- en la Ciudad Condal. Por suerte o por desgracia, una cámara captó con claridad el momento y, sobre todo, las palabras pronunciadas por el mosso: “Qué república ni qué cojones. La república no existe, idiota”. La frase se viralizó en cuestión de minutos y no tardaron en aparecer los típicos 'memes', los 'hashtag', noticias en prensa haciéndose eco del incidente y todo tipo de merchandising con la genial respuesta del policía. Ello conllevó la ira de los separatistas porque ya se sabe que una afirmación de ese tipo y la dimensión que ha llegado a tener te tira por los suelos varios años de “España nos roba” y de inversiones millonarias destinadas a lavar cerebros no demasiado bien amueblados.-
Y, por supuesto, el mundo separatista comenzó a presionar al Govern catalán a fin de que tomara cartas en el asunto. Da igual el resultado final de las iniciativas que se adopten. Lo importante es dejar claro que la historia no se va a quedar en mera anécdota. Y cuanto más rápido se actúe, mejor, no vaya a ser que la tardanza haga pensar al personal que no tienen claro que cosas así -contrarias al procés, digo- deban ser penadas con injusto castigo. El encargado de anunciar pública venganza fue el conseller de interior catalán, Miquel Buch, que plantado con toda la jeta que Dios le ha dado ante los medios de comunicación, anunció a bombo y platillo el escarnio del mosso parlanchin. Como carece de argumentos sólidos para imponer penitencia, no le ha quedado más remedio que centrarse en la ultima de las palabras pronunciadas por el agente y, así, tuvo el cuajo de afirmar que “Un mosso no debería decir idiota a un manifestante. No debería ser normal. Se debe investigar y actuar”. Y como le importa un bledo lo que diga u opine cualquier ser humano no independentista hasta la sinrazón, se quedó más tranquilo que un ocho, sabedor de que había vuelto a ganarse buena parte del beneplácito de los radicales, tras ser duramente criticado por los mismos a raíz de unas cargas policiales ocurridas el día de la Constitución.-
Pero, claro, todos sabemos cuál es la realidad, separatistas y republicanos incluidos. De hecho, si le cuentas lo acontecido a cualquier persona que desconozca por completo esta historia, concluirá en menos de un segundo las razones verdaderas de la vindicta. No obstante lo evidente, hagamos un esfuerzo por creernos la versión del idiota vengativo. Pensemos por un minuto que de verdad cree que un mosso no puede replicar de tal forma a un manifestante que se niega a cumplir las instrucciones de un agente de la Autoridad y entorpece su labor bajo la inaceptable excusa de que está defendiendo la república. Entonces cabe preguntarle por qué tolera que un mosso separatista lleve mucho tiempo insultando, despreciando, incitando al odio y reclamando purgas entre sus compañeros no independentistas a través de redes sociales, entrevistas en medios de comunicación y cualquier otro sistema de difusión que se le ponga a tiro. Porque el tiparraco en cuestión sigue campando a sus anchas sin que ningún responsable institucional catalán haya decidido aplicarle el régimen disciplinario, cuando menos.-
Tampoco he escuchado a ningún cargo político de este Govern o del anterior alardear de su intención de proceder contra mossos de escuadra que en otras movilizaciones a favor de España y de la Constitución insultaron a los manifestantes e incluso llegaron a requerirles que guardaran la bandera española de forma amenazante. Hay vídeos en las redes que muestran estos y otros episodios que sí serían sancionables o, incluso, punibles. Del mismo modo, ningún cargo gubernamental catalán ha insinuado nada acerca del uso del uniforme reglamentario por parte de algunos manifestantes. En las imágenes del suceso que comento se puede ver perfectamente a agentes rurales y bomberos con su equipación oficial como si fuera de lo más normal participar de esa guisa en una protesta de contenido político. Respecto del Rural, recordar que la ley 5/1994, de regulación de los servicios de prevención y extinción de incendios y de salvamentos de Cataluña, se establece como falta grave “La utilización del uniforme o del material de servicio en situaciones ajenas a la prestación del mismo” (artículo 43.d). ¿Alguien piensa que se va a actuar contra quien ha deshonrado su uniforme en defensa de la república? Claro que no. Llevan tanto tiempo haciéndolo sin sufrir consecuencia alguna que saben a ciencia cierta que nada les va a ocurrir. Del mismo modo que son conscientes que si vistieran el uniforme en defensa de la Constitución serían escarmentados como sin duda lo será el mosso que protagoniza estas líneas.-
Por eso afirmo que entre idiotas anda el juego. Por un lado el engreído agente rural que, mancillando su uniforme, mantiene sin atisbo de sofoco que él defiende la república, cosa que perfectamente puede hacer ataviado con ropa normal, y por otro el mentecato conseller dispuesto a hacer sangría con el policía que osó decir las cosas por su nombre. Sin embargo, deberían tener en cuenta tanto el Sr. Buch como el resto de colegas de Govern que esta jugada les puede salir muy cara porque cuanta más sangre hagan con el mosso, más trascendencia van a tener sus palabras. Una sencilla frase cargada de razón y que agrieta décadas de adoctrinamiento como solamente las cosas simples y directas tienen el poder de hacer. Mi solidaridad y apoyo al compañero... y mi felicitación.-
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