Escrito por LlanAUGC 03-02-2019
Por Alberto Llana
Durante la presentación de una nueva organización de guardiaciviles, el propietario de la franquicia, a la sazón un compañero de la Policía Nacional, le explicaba las bondades de su consorcio a un grupo de componentes de la Benemérita, intentando convencerles que tenía poco menos que la piedra filosofal en su poder. Tal fue su descaro y/o desconocimiento sobre los problemas que aquejan a la Guardia Civil en particular y al colectivo policial dependiente del Estado, en general, que no dudó en perseverar en uno de los múltiples errores que le han hecho famoso en el mundillo y referido a su querencia por defender que el sistema de Clases Pasivas al que está sujeto la mayor parte de los guardias civiles y policías nacionales en la actualidad es peor que el Régimen General de la Seguridad Social por un solo detalle: la cantidad monetaria que queda como pensión tras la jubilación/retiro del funcionario en cuestión.-
Ya he comentado anteriormente esta cuestión y no considero que deba repetir los mismos argumentos, los cuales pueden ser consultados en este enlace http://llanaugc.blogspot.es/1531318305/planes-de-pensiones/ . Pero ocurre que, pese a las notables diferencias a favor del sistema de Clases Pasivas, algunos siguen guiándose por un único parámetro, el €uro. Con ese único dato en mente puede llegar a considerarse lógico que una pensión de 2.200 €uros es más apetecible que otra de 1.800, pero si se piensa en lo invertido a lo largo de la vida laboral, ya comienzan las dudas. Porque para lograr la primera cifra citada, un funcionario debe abonar más del doble de euros mensuales que para conseguir la segunda, a razón de catorce veces al año. Si además le añades el dato de que, caso de enfermedad que impida seguir tu carrera profesional, en el primer caso citado te quedaría una parte proporcional de esos 2.200 y en el segundo caso te quedaría la cantidad completa si se superan los 19 años y un día de servicios efectivos al Estado, el panorama ya no parece tan halagüeño. Pero para clarificar un poco más este tema, digamos que si esa patología que impide continuar la labor tiene relación causa/efecto con el servicio propio del Cuerpo, en el primero de los ejemplos no surte efecto alguno, mientras que en el segundo conlleva una pensión doble (limitada por la cantidad fijada anualmente en los PGE como pensión máxima). Pero no termina aquí la cosa porque en el sistema de Clases Pasivas existe la jubilación/retiro voluntario a partir de los 60 años y si a esa edad el funcionario ya ha prestado 34 años y un día de servicios efectivos al Estado, se va con su 100% de pensión.-
Ante estas evidencias, el propietario de la franquicia antes aludido, propone soluciones ingeniosas tales como contratar un seguro particular que cubra esas eventualidades previstas en Clases Pasivas y no en otros regímenes de cotización. Me pregunto qué tipo de aseguradora estaría dispuesta a afrontar el riesgo de cubrir las cantidades que no perciba el asegurado en concepto de pensión, por una jubilación anticipada derivada de enfermedad incapacitante para su profesión habitual y, además, no olvidemos que esa eventual cuantía a abonar al asegurado sería mayor si existe relación con el servicio. Y ello hasta que el asegurado fallezca. De existir una póliza así, ¿cuánto le costaría mensualmente al asegurado? Es decir, lo que sugiere el esclarecido es que pagues más del doble mensualmente (14 veces al año) para tener una pensión un poco más alta, no del doble y, por si no fuera poco, contratar un seguro que, de existir, te costaría una cantidad astronómica. En otras palabras, invertir lo que vas a percibir de más en concepto de equiparación salarial en asegurarte una pensión un tanto superior. Yo no le veo el atractivo por ningún lado a tal planteamiento, sin olvidar que eso tampoco soluciona la cuestión de la jubilación/retiro voluntario a partir de los 60 años y 35 'cotizados'.-
Existen otras soluciones más factibles, como contratar un plan de pensiones privado donde inviertas la cantidad que mensualmente cotizas de menos o, no lo olvidemos, aprovechar el plan de pensiones que tienen todos los componentes de la Benemérita y de la Policía Nacional y meter allí el dinero. Si a eso le añadimos como reivindicación principal de las organizaciones representativas del colectivo instar a la Administración a que retome la aportación de cantidades dinerarias anuales a ese plan de pensiones, tal y como se hizo hasta hace unos años, seguro que el resultado final es incluso mejor para la mayoría, desde el punto de vista del €.-
El sistema de Clases Pasivas es, en general, el mejor que se puede tener. No resulta perfecto pero es el que menos imperfecciones tiene, comparativamente. De hecho, cabe recordar que este régimen especial ha quedado, de facto, a extinguir, y a todos aquellos que han ingresado desde 2011 no les resulta de aplicación... por algo será, ¿o creen que lo han eliminado por malo?
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