Escrito por LlanAUGC 04-11-2018
Por Alberto Llana
Se han dicho muchas cosas ya sobre la ocurrencia de Dani Mateo en el programa de La Sexta 'El Intermedio' y no creo que vaya a resultar demasiado original en estas líneas, pero por otro lado no deseo dejar de expresar mi opinión sobre el asunto, así que voy al grano. En primer lugar resaltar que no es la primera vez que en esa cadena de televisión se limpian las narices con la bandera de todos los españoles dado que Ana Morgade hizo lo mismo hace unos cuatro años, con lo que ni siquiera Dani ha sido original en el agravio. Lo que ocurre es que en estos momentos existe mayor sensibilidad por parte de los ciudadanos de este país hacia ese tipo de insultos. Pero eso es algo que nuestro protagonista sabía de antemano y quizás por ello osó hacerlo. De ahí se deriva una clara intención de menospreciar a todas aquellas personas que se sienten representadas a través de la enseña nacional, por el simple hecho de crear polémica. Porque, no nos engañemos, el señor Mateo intuía cuando menos la reacción que el sketch iba a provocar, aunque quizás no midiera con tino la magnitud de la respuesta ciudadana. Como ocurre siempre con este tipo de tipos, se defiende con el escudo de la libertad de expresión, dando por sentado que ese Derecho solo le atañe a él y los que se consideren ofendidos deben taparse la boca y aceptar de buen grado lo que sea, rehuyendo el uso de su propia libertad de expresión. Debería haber tomado buena nota de lo que le pasó a Fernando Trueba y su última película, tras afirmar que nunca se había sentido español.-
Y digo yo, que si el Dani Mateo y varios otros de su calaña tanto aprecian y defienden esa libertad de expresión ¿por qué la usan solamente en aquellas ocasiones en que son conscientes de que no les va a traer graves consecuencias personales y/o judiciales? Uno de los argumentos más vistos en los últimos días como respuesta a la afrenta de este individuo es la invitación a hacer lo mismo con la bandera del Estado Islámico. Normalmente suele rehusarse la demanda alegando que no tienen nada contra ella, lo que significa que sí tienen algo contra la divisa nacional ya que de lo contrario nada hubieran hecho con la misma. Pero es más, si como afirman algunos en su descargo, ellos no tienen bandera, su bandera son las personas, cabe recordar que ese trapo es el que ondeaban los autores del mayor atentado de la historia de España, con lo que quedan de nuevo en evidencia.-
Si no tienen los arrestos de hacer gracietas con determinados símbolos o determinadas creencias es simplemente por miedo, no por respeto. Son plenamente conscientes de lo que les puede acarrear enfocar su 'humor' y su 'libertad de expresión' hacia esos símbolos, esas creencias y así constatan la demagogia de su postura. Su defensa del Derecho a manifestarse libremente se arruga en la misma medida que sus genitales porque, en esencia, son provocadores pero no valientes. Buscan la polémica como forma de continuar en el candelero, siempre y cuando la cosa no se complique en demasía. Y si no, consulten en las redes las respuestas de este graciosillo de tres al cuarto ante el aluvión de críticas, descalificaciones y amenazas. Insiste en que solamente quería hacer reír al personal y que le estamos dando demasiada importancia a una bandera (o trapo, como a él le gusta definirla). Al parecer no le entra en la cabeza que esa enseña signifique tanto para millones de personas, y por mi parte no tengo problema alguno en aceptar su incapacidad de asimilar algo que se me antoja de lo más sencillo porque tengo claro que le aqueja alguna tara que se lo impide. Lo que no acepto ni por un segundo es que le falte al respeto argumentando que a él se la bufa.-
En lo que a mí respecta, nada de lo que haga de aquí en adelante merecerá mi atención. Si sale en un programa de televisión o radio, cambiaré de canal o emisora. Si anuncia cualquier producto lo rechazaré. Si veo un cartel anunciando un espectáculo donde participe, no acudiré. Si escribe un libro, lo ignoraré. Lo mismo que en su omento apliqué a la otra graciosilla mentada más arriba y pionera de la burla. Ya saben lo que dice el refrán: no hay mayor desprecio... Quizás es lo que debería haber hecho el propio Mateo, si tan poco le importa mi bandera que la tacha de 'trapo'. Lo que sucede en realidad es que sí que significa algo para él. Significa el vehículo perfecto para denostar a la mayor parte de la audiencia en un intento de aumentar su popularidad haciendo buena la cita de Oscar Wilde: “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti”. Pues yo no voy a entrar más a tu trapo Dani... adiós.-
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