Escrito por LlanAUGC 04-12-2019
Por Alberto Llana
El 29 de noviembre pasado se publicaba en un diario un artículo de opinión del ya retirado Teniente General José Luis Ulla Rega acerca de la jornada laboral de l@s guardiaciviles y el mezquino intento de Félix Azón por llevarnos de vuelta al siglo pasado en esta y otras materias. Me sorprendió el enfoque un tanto progresista del comentario ya que cuando estaba en Activo siempre se significó por ser un hueso duro de roer a la hora de aceptar avance alguno. En cuanto a su relación con la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) fue por lo general más tensa que una tanda de penaltis en la final de un Mundial, por lo que debe tenerse en cuenta que este señor no me despierta demasiadas simpatías, siendo sincero. El caso es que Ulla arremete también contra el intento de involución de la actual Dirección General del Cuerpo y eso hay que valorarlo en su justa medida. No obstante, como picajoso que soy, empezaron a rechinarme determinados argumentos esgrimidos por una de las personas que atesoró mayor responsabilidad a la hora de aprobar la jornada laboral que en estos momentos está vigente, por lo que no me resisto a darles réplica. Dice el Ulla que en las Navidades de 2014 los miembros de la Benemérita recibieron un regalo en forma de nueva normativa sobre jornada de trabajo e incentivos al rendimiento y yo debo objetar que esa 'dádiva' llegó con demasiado retraso, así que, parafraseando a Rega, resulta conveniente analizar los antecedentes de tal 'obsequio'. Como he comentado en otras ocasiones, esta jornada laboral sigue los dictados de una norma europea (la Directiva 88/2003/CE), en vigor desde el 02 de agosto de 2004, y si finalmente hubo que trasponerla a la Guardia Civil no fue por impulso de la Dirección General, ni de Ministerio o Gobierno alguno, sino porque a finales de 2010 la AUGC puso en conocimiento de la Comisión Europea su no aplicación en el Instituto, lo que provocó tres años después una reprimenda de la Comisión al Estado Español con la premisa de que disponían hasta finales de 2014 para aplicarla. Aún así cumplieron a medias toda vez que la normativa fue publicada justo antes de terminar 2014 con la salvedad de que cobraría vigencia a los tres meses, ya entrados en 2015, como recordarán bien los afectados.-
Pero no terminan aquí los reparos ya que resulta necesario traer a colación un famoso escrito firmado por el ínclito, una semana antes de la entrada en vigor de esa Orden General sobre jornada laboral, y en el que establecía que si en un mes laboral los 'dobletes' no superaban la cantidad de cambios de turno en los que se respetaba el descanso diario establecido, se estaba cumpliendo correctamente la norma, lo cual es de todo punto falso y marrullero a más no poder. O sea que cuando este caballero habla de dar pasos en falso, conoce bien el terreno.-
También refiere, cuando repasa los antecedentes de la jornada laboral en la Guardia Civil, que la primera norma reguladora de la materia data de 1997 (fíjense si pasaron años desde 1844) y aquí realizo una precisión casi anecdótica. Si bien la Orden General 37/1997 es de tal año, no comenzó a aplicarse hasta 1998. Y otro apunte, esa reglamentación vio la luz porque miles y miles de guardiaciviles lo pidieron por escrito, en la primera oleada de derechos de petición en la historia del Cuerpo y sé perfectamente de lo que hablo dado que el modelo que se extendió por toda la geografía española lo confeccionamos José Luis Bargados y yo. Tras más de cuarenta mil peticiones, el entonces Director General, Santiago López Valdivielso, hizo lo que pudo para implantar una jornada laboral que, aunque suponía un gran adelanto, se parecía poco a la de nuestros compañeros del entonces denominado Cuerpo Nacional de Policía.-
Argumenta asimismo que la aprobación de la Ley Orgánica de derechos y deberes, de 2007, hacía necesaria la implantación de un nuevo régimen horario, sin embargo no explica por qué esa necesidad se dilató más de siete años y se acometió, como ya he dicho, por imperativo de la Comisión Europea. Pondré un ejemplo claro. Esa L.O. también contempla -en el artículo siguiente al de régimen de horario de servicio-, las vacaciones, un derecho del que nunca habían disfrutado l@s guardiaciviles. Pues bien, ese derecho comenzó a aplicarse tan solo dos años y pico después de la entrada en vigor de la ley, regulado mediante Orden General, como la jornada laboral, ¿alguna explicación lógica ante esa demora? Pues, según su punto de vista, sí. Afirma que en 2010 se aprobó una nueva Orden General sobre tiempo de servicio que, imagino, será la excusa para mantener que cumplieron con la ley, pero no es así. Vayamos por partes. La norma de 2010 fue fruto de una sentencia de la Sala Quinta del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, condenando al Gobierno de España por no adaptar en el plazo en el que debía haberlo hecho la Directiva comunitaria que regula la ordenación del tiempo de trabajo y reseñada más arriba. De segundas, ni siquiera esa OG de 2010 respetaba totalmente no dispuesto en la Directiva, por eso Ulla señala que tras su publicación llegaron las protestas de las asociaciones y las denuncias ante la Comisión Europea por persistir en el incumplimiento, lo que se tradujo en la constitución de un nuevo grupo de trabajo en el seno del Consejo de la Guardia Civil para abordar los avances necesarios, allá por 2013. Así que, señor Ulla, menos tirarse flores por los avances ya que pocas le corresponden.-
Menciona igualmente, como avance de la norma actual sobre jornada laboral, la cuestión relacionada con el reconocimiento de la figura de trabajador nocturno a efectos retributivos y de protección a la salud. Lo monetario no deja de ser veraz aunque le recuerdo que los servicios nocturnos ya estaban compensados anteriormente, con cantidades ridículas, añado, pero efectivamente retribuidos. Lo de la protección a la salud estamos todavía esperando que se lleve a efecto porque hasta ahora nada se ha hecho. De la misma forma que tampoco se ha cumplimentado debidamente la Disposición final tercera de la vigente OG que estipula: “En el plazo máximo de un año desde la entrada en vigor de la presente orden, el Jefe del Mando de Operaciones determinará aquellas unidades de las incluidas en el régimen de prestación de servicio general que, de forma progresiva en su implantación y aplicación, podrán realizar servicio en la modalidad de prestación a turnos, y su régimen propio...”. Es de suponer que el retirado general podría haber hecho algo más al respecto, ¿no creen?
Continuando con el repaso del comentario de Ulla cabe resaltar que en el aspecto relativo a los recortes monetarios que el borrador presentado por Azón preveía para las guardiaciviles embarazadas sí supondría un detrimento en sus retribuciones por mucho que quiera enfocar la cuestión como un avance. Creo que se ha liado un poco con los conceptos retributivos ligados a los incentivos al rendimiento, pero eso resulta lógico dado que la Dirección General -y él como coordinador-, diseñaron un formato tan enrevesado que hasta los propios progenitores de la norma se confunden a menudo. Por tanto hay que reafirmarse en el hecho de que esa pretendida reforma que han intentado colarnos resultaba gravosa para las guardias civiles en estado de buena esperanza.-
Sin embargo resulta pertinente otorgar un reconocimiento a su postura de no desandar lo avanzado porque supondría una injusticia. Claro que se debe progresar, es más, se puede progresar hasta alcanzar la jornada laboral establecida en la Policía Nacional. Esa era una tarea que debería haber acometido Félix Azón, como responsable político del Cuerpo y como hijo de Guardia Civil ya que se le suponen ciertos conocimientos de la especial idiosincrasia que rodea a un Instituto tan peculiar como la Benemérita, pero este buen hombre se ha decantado por la opción de recortar los pocos derechos que tan duramente se han conseguido y que, por cierto, tampoco debemos agradecerlos a Ulla Rega por más que quiera presentarse ahora como impulsor de unos avances que vinieron de la mano de la normativa europea y de quienes instaron repetidamente a que se aplicara en la Guardia Civil, es decir la AUGC.-
ENLACE AL COMENTARIO DE ULLA REGA: https://www.elespanol.com/opinion/tribunas/20191129/jornada-trabajo-guardias-civiles-utopia-distopia/448075191_12.html?fbclid=IwAR1q8uDmOEuZ3UWg9OFeLtZ4V4Fntis2IWHaa1Xk_0ws4aGcIiu302pRHHc
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