Por Alberto Llana
Publicado originalmente el 26/12/2015
En plena resaca electoral y justo antes de la lotería, a la mayoría de guardiaciviles les tocó la antítesis del ‘gordo’ navideño, esto es, ‘el flaco’. El sorteo en que se han convertido los plenos del Consejo de la Guardia Civil, dado que no sabes de antemano hasta dónde son capaces de agredir los derechos del colectivo a base de ‘pedreas’, deparó los siguientes premios en su reunión del día 21 de diciembre. Una norma con carácter de Orden General que regula los derechos de las asociaciones profesionales; ayudas en el apartado de Acción Social; ampliación del RAI para los componentes de la Agrupación de Tráfico; desigualdad manifiesta entre la policía Nacional y la Guardia Civil en cuestión de homologación de titulaciones académicas y consolidación de lo que se ha venido a llamar ‘vacalibres’. Explicaré un poco cada cuestión.-
Que una Orden General se intente inmiscuir en los derechos (escasos) que disfrutan las asociaciones profesionales representativas del Cuerpo, los cuales vienen recogidos en una norma con carácter de Ley Orgánica, como corresponde a cualquier derecho fundamental, es demostración de la paranoia que ha hecho mella, caso de no arrastrarla de antaño, en nuestro insigne Director General. Y tal atrevimiento no se le habría ocurrido si la AUGC no hubiera plantado cara ante tanto desatino. Es sabido el posicionamiento del resto de organizaciones que todavía siguen buscando desesperadamente excusas para mantener el ‘fructífero’ diálogo con una Administración que ha metido tijera sin piedad a los de siempre, mientras mantiene, incluso amplía, los privilegios de unos pocos. La antedicha Orden General no se conforma con lo estipulado en la ley, que convierte a las asociaciones en meras espectadoras con derecho a opinar solamente, lo que se pretende ahora es que esa opinión sea favorable a los planteamientos presentados por la Dirección General ya que sus delicados oídos no soportan escuchar argumentos contrarios a los expuestos por ella.-
Las ayudas en concepto de Acción Social vuelven a sufrir un revés. En un colectivo como el de la Benemérita, más numeroso que el de la Policía Nacional, el montante anual es un 40% inferior al Cuerpo hermano, pero de alguna partida hay que recortar si se quieren mantener los desfiles, los ágapes o la limpieza de los pabellones de los generales, digo yo.-
El denominado Resumen de Actividades Individuales o RAI, conocido sobradamente por los componentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, resulta bastante complicado de explicar para quienes no tienen un contacto directo con él. A grandes rasgos consiste en un sistema complejo de valoración del trabajo que realizan estos profesionales. con el fin último de primar la labor sancionadora sobre la preventiva. AUGC denunció desde sus inicios tal sistema por pervertir claramente los fundamentos sobre los que se constituyó la Agrupación (auxiliar, prevenir y, en último caso, denunciar). Nuestra asociación consiguió anular este controvertido sistema en los tribunales, pero era cuestión de tiempo que volvieran a la carga, dado el montante económico que hay en juego. Y así ha sucedido, tras la publicación de una nueva norma que entró en vigor el pasado 30 de marzo, maquillando y enrevesando hasta la locura el modo de valorar la 'productividad' de los agentes para que sea casi imposible volver a lograr un pronunciamiento positivo en los juzgados. Por si fuera poco lo dicho, en la reunión del pleno del Consejo del día 21 han dado el visto bueno a varios anexos que aumentarán las desigualdades y arbitrariedades que a día de hoy se producen de manera continua. Una pésima noticia para la mayoría de compañeros de la Agrupación de Tráfico.-
La cuestión de la homologación de titulaciones entre la Guardia Civil y la Policía Nacional resulta tan degradante para los miembros de la Benemérita que no se entendería más que en una institución donde a quien protesta se le puede aplicar el Código Penal Militar. La aprobación de la Ley de Personal de la Guardia Civil, en noviembre de 2014 evidenció de forma clara esta discriminación. De hecho, la Administración esperó hasta haber publicado esa ley para comenzar la tramitación de una igual para la Policía Nacional, en donde se contempla que las titulaciones homologadas por alcanzar determinadas Escalas dentro del Cuerpo son superiores a las de la Guardia Civil. Y no se trata de criticar la vara de medir que aplican a los miembros de la Policía Nacional ya que la considero justa y merecida, de lo que se trata es de aplicar ese mismo criterio a quienes realizan igual tarea y tienen la misma preparación que los mencionados.-
Por último, intentaré exponer de forma sencilla lo que hemos venido a denominar como 'vacalibres'. L@s guardiaciviles tienen derecho a un descanso semanal de dos días. De igual forma sucede con las vacaciones que, según la normativa, es de 22 días hábiles al año. Esto significa que los sábados, domingos o festivos incluidos entre el comienzo y el fin de un periodo vacacional no descuentan de esos 22 días de crédito anual. Si los agentes comienzan sus vacaciones un viernes, por ejemplo, el sábado y domingo posteriores no merman el crédito y se consideran parte de las vacaciones. Sin embargo, a la Dirección General Benemérita no le gusta esta ecuación ya que los días de descanso de esa semana deberían ser respetados, según la norma en vigor. Para sustraer esos días de descanso semanal, se les ha ocurrido decir que el sábado y el domingo mencionados en el ejemplo se corresponden con los dos días libres semanales, con lo que se convierten, por arte de magia o de mala baba, en días de reposo semanal, además de vacaciones, o sea 'vacalibres'. Resulta evidente que no se puede estar en las dos situaciones a la vez; o se está de descanso semanal o se está de vacaciones, por lo que, ante las demandas interpuestas por AUGC ante los tribunales, han presentado una reforma normativa que les permita seguir hurtando esos días de asueto a los componentes del Cuerpo.-
Este ha sido el regalo de navidad del señor Arsenio y sus amiguetes al colectivo de la Guardia Civil y que, dada la cercanía del sorteo de lotería y por contraposición yo he venido en llamar 'el flaco'.-
