Escrito por LlanAUGC 20-10-2019
Por Alberto Llana
El pasado miércoles 09 de octubre, dentro de los actos de celebración de la Patrona de la Guardia Civil en Barcelona, el máximo responsable del Cuerpo en Cataluña leyó un discurso que ha generado enorme controversia. Y no solo del lado independentista, que eso era de esperar aunque solamente se hubiera limitado a decir ¡Viva la Guardia Civil!, lo peor fue y seguirá siendo, al menos a corto plazo, la reacción de las autoridades políticas que deberían haber respaldado sin ambages las palabras pronunciadas por el general Pedro Garrido. Lejos de eso, no tardaron en disculparse ante los que no hacen otra cosa que escupirnos a la cara... debe ser eso que llaman 'política' y que no logro comprender por muchas vueltas que le de. Por su parte, el afamado ministro del Interior volvió a mostrar su malestar con la Benemérita, escocido como estaba todavía tras la “Operación Judas” y su impresión de no haber sido convenientemente informado con antelación de la extensión de la misma.-
Para quienes defendemos la Constitución y las leyes como marco básico de convivencia en una sociedad democrática y de Derecho, que han hecho de España una de las democracias más valoradas del mundo entero, el discurso del general Garrido ha sido acertado y oportuno. Para aquellos que están más pendientes de generar disputas y procurar un clima de tensión permanente en aras a satisfacer sus personales ambiciones, les vino que ni pintado en su empeño de preparar el terreno ante la cercanía de la sentencia por el 'procés' y lo que a continuación de la misma estamos padeciendo. ¿Y qué dijo el general para incomodarles de tal forma? Vayan ustedes a saber. Como ya he mencionado antes, los que se molestan ante la simple visión de un tricornio presumo que todas y cada una de sus palabras. No obstante, tras leer tranquilamente la alocución, destaco varios párrafos para que cada cual los valore por sí mismo, señalando que si les interesa leerla por completo hay varios medios de comunicación que lo han reproducido, por lo que resulta fácil encontrarlo con una sencilla búsqueda.-
El primero de ellos se refiere a las críticas recibidas por el Cuerpo “...de quienes conciben la ley como una herramienta sometida a la decisión de desobedecerla, lo que nos confirma la certeza de estar obrando en el buen camino para enfrentarnos a quienes pretenden burlar la Constitución para atentar contra la integridad territorial de España”. Prosigue más adelante afirmando que “...todos sus intentos de querer hacernos sentir despreciados, todos sus intentos de querer hacernos sentir extraños en nuestra tierra de nacimiento o adopción y todos sus intentos por hacernos sentir amenazados o acobardados, no sólo han sido inútiles, sino que nos enorgullece ver como a nuestra labor responden con patéticas muestras de impotencia y resentimiento. En todo caso, tanto unos como otros pueden tener la total convicción de que no escatimaremos esfuerzos para garantizar el libre ejercicio de los derechos y libertades de todos ellos, cualquiera que sea su forma de pensar o expresar el pensamiento, siempre que las acciones que se deriven se mantengan dentro del marco que delimita la legislación y la normativa vigente”.-
Aborda igualmente el denominado 'procés' razonando: “...la realidad de que las pretendidas sonrisas revolucionarias se convierten, con más facilidad de la que cabe pensar o desear, en tan solo el rictus que disimula el odio y la mezquindad capaz de generar destrucción, dolor y sufrimiento bajo la justificación de la defensa de una causa que la ley no contempla”, para dejar clara una obviedad: “Del mismo modo que ser independentista no es lo mismo que ser catalán, independentismo y terrorismo tampoco son lo mismo, pero los que queriendo recorrer el camino de la independencia, elijan seguir, de una u otra manera, la senda del terror, deben saber que los combatiremos sin tregua, ni pena, para que todos ellos finalicen su recorrido a disposición de la Justicia y pendientes de la resolución que los tribunales adopten respecto de sus actos”, dejando claro que “...nos mantenemos firmes en nuestro compromiso con España de trabajar por la libertad y la seguridad de todos los ciudadanos. Lo demostramos hace dos años, lo hemos hecho de nuevo recientemente y, cada vez que sea necesario lo volveremos a hacer porque tenemos la plena convicción de que la sociedad a la que servimos entiende, y cree, que no hay libertad ni seguridad fuera del marco de la ley”.-
Tampoco creo que les haya gustado a los 'laziamarillentos' el recuerdo que tuvo el general Garrido hacia uno de los jueces que más ampollas ha levantado entre el sinsentido separatista: “...una mención particular al fallecido Magistrado-Juez D. Juan Antonio Ramírez, pues el grado de compromiso con la Justicia y con España, valor, firmeza, constancia y entrega a su profesión y cargo que demostró como titular que fue del Juzgado de Instrucción nº 13, de los de Barcelona, constituyen un ejemplo a seguir por todos, dentro y fuera de su profesión. Un ejemplo que no han podido, ni podrán desvirtuar los comentarios abyectos e inicuos que querían poner en cuestión su profesionalidad cuando ya no podía defenderse, y que tan solo califican a quienes los hicieron”. Del mismo modo que abordó el viciado clima que padecen los componentes de la Benemérita y sus familias en Cataluña los últimos años “...ya hace tiempo se apreciaron las dificultades a que se enfrentan en su vida diaria, en Cataluña, los guardias civiles y sus familias. Pero no basta con conocer las dificultades, es necesario abordar las medidas que las mitiguen, o de lo contrario, será cuestión de tiempo el que la Guardia Civil rebaje la calidad de prestación de sus servicios a los niveles de mero y debido cumplimiento, sin aportar el valor añadido que otorga la mayor permanencia del personal en un destino o puesto de trabajo. Es pues, urgente, el empezar a notar el apoyo Institucional ante situaciones en que se ven afectadas nuestras familias por el mero hecho de serlo de un Guardia Civil...”.-
También recordó el brutal atentado al cuartel de la Guardia Civil de Vic, perpetrado por ETA el 29 de mayo de 1991, con el resultado de diez víctimas, nueve de ellas directas y la décima, un guardiacivil en situación de Reserva que, mientras ayudaba a los heridos, fue atropellado por una ambulancia. De esas diez víctimas, la mitad eran menores de edad: “...porque ellos, los fallecidos, nunca más podrán salir de donde, hace 28 años, los recluyó el odio y la sinrazón de sus asesinos, de quienes apoyaron a estos, de quienes se aprovecharon de sus actos criminales y de los que evitaron pronunciarse en ningún sentido”. Ya imagino lo que debieron escocer estas palabras a unos cuantos que ahora van de demócratas por la vida ignorando tanto este acto criminal como otros acaecidos en tierras catalanas como, por ejemplo, el atentado de Hipercor.-
La reacción de los 'ofendidos' no tardó en llegar, clamando el cese del general Pedro Garrido. En este sentido, el actual presidente del Parlament catalán, Roger Torrent, llegó a afirmar que en un país democrático el jefe de la Guardia Civil en Cataluña estaría cesado: “Su mensaje es muy peligroso”, arguyó. Ustedes dirán. Yo, por mi parte, como ya adelanté al comienzo, lo apoyo totalmente, aunque mucho me temo que su futuro dependerá de los resultados de los próximos comicios y de las ganas de bailarle el agua a los separatistas de aquellos que ocupen la bancada azul de la Cámara Baja. También he de expresar mi convencimiento de que si este discurso lo hubiera pronunciado un responsable de menor entidad, léase Comandante de Puesto o Jefe de Compañía, durante la celebración de la Patrona en su acuartelamiento, ya estaría haciendo las maletas.-
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