Por Alberto Llana
Vuelve a estar de actualidad la aplicación del Código Penal Militar a los miembros de la Guardia Civil, un asunto que para la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) nunca ha dejado de ser de la máxima trascendencia pese a pasar desapercibido en los medios de comunicación. Tal es así que recupero un comentario publicado el 04 de octubre de 2015, tras la aprobación de la actual Ley Orgánica 14/2015, del Código Penal Militar:
Poco tiempo después de entrar en vigor el último régimen disciplinario de la Guardia Civil se comenzó a atisbar una brecha en el articulado por la cual podrían entrar los defensores del Código Penal Militar y hacer trizas la buena voluntad que parecía haber habido durante la tramitación de la ley entre los dos grandes partidos políticos de este país al reducir el número de supuestos en los que tal Código podía ser aplicado. Así y tras proclamar tanto en el preámbulo de la ley orgánica reguladora de la materia como en las diferentes intervenciones realizadas en ambas Cámaras de representación por los responsables políticos en defensa de la norma, resultó que a la hora de redactar el texto final, a algún amanuense se le olvidó lo que realmente debía haber expresado el concreto párrafo y sufrió una especie de 'pájara'. A consecuencia de lo anterior, lo que debería haberse escrito de tal forma que nadie pudiera dudar que a los guardiaciviles solamente se les podría aplicar el Código Penal Militar cuando realizaran misiones militares o cuando estuvieran encuadrados en unidades militares, se convirtió, por desgracia, en que a los miembros del Cuerpo no se les aplicaría el repetido Código cuando realizaran funciones policiales. No es lo mismo, ¿verdad?
Tan diferente es una cosa de otra que cuando llegó a un tribunal militar el primer caso acontecido fuera de servicio, al guardiacivil en cuestión se le aplicó la normativa militar ya que no estaba realizando funciones policiales. De poco sirvió apelar al espíritu de la ley o a las antedichas intervenciones políticas en donde expresaban el objetivo claro que pretendían lograr con la publicación del nuevo régimen disciplinario para la Benemérita. A partir de ese momento, las interpretaciones subjetivas fueron de tal calibre que los casos se han multiplicado para regocijo de los que tienen bien agarrado el embudo que supone una norma como esa. Cada poco tiempo es noticia el juicio militar de algún componente del Instituto por cuestiones que deberían resolverse perfectamente con una sanción disciplinaria o con lo que antes se conocía como 'Falta'. A mí siempre me ha parecido que un error tan garrafal en el texto legal no fue algo casual, aunque no deja de ser una simple apreciación.-
Sin embargo, cuando vemos el ansia con el cual el actual gobierno (del PP en el momento de escribir estas líneas) ha dado el visto bueno a una nueva ley que viene a situar a los miembros de la Guardia Civil en los años anteriores a ese espejismo que supuso la norma mal escrita, tal vez nos pueda aportar algo de luz al asunto, porque ha usado la mayoría parlamentaria de la que goza su partido para destrozar uno de los pocos consensos alcanzados con sus rivales en todo lo que llevamos de democracia. Y eso debe de tener algún significado que prefiero no entender.-
Desde que se anunció la intención de cambiar el Código Penal Militar y volver a aplicárselo en todo momento a los guardiaciviles, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha estado intentando que no se rompiera ese consenso surgido en 2007 y tras constatar que no resultaría posible, trató de aglutinar el rechazo del resto de partidos políticos para ver si el gobierno tenía la poca vergüenza de aprobar en solitario el nuevo texto legal, el cual debería de contar con una amplia mayoría y no solo la que ostenta en la actualidad el gobierno, dada la materia que regula. No resulta lógico que un Código Penal, el que sea, salga adelante por el deseo expreso de un solo partido político. Y sí, han tenido desfachatez de sobra para hacerlo solos, lo que denota, cuando menos, el poder que siguen teniendo los fajines por esta piel de toro incapaz de afianzarse en el Estado de Derecho que tanto preconiza.-
Ahora, además, veo a siglas de organizaciones profesionales rasgarse las vestiduras y alegar cosas que en la hemeroteca llevan la firma de AUGC. Los que nada hicieron en los años anteriores a que modificaran el régimen disciplinario de la Guardia Civil y tampoco aparecieron cuando intentábamos que no lo cambiaran, muestran ahora su rechazo a través de comunicados de prensa que solo conducen a dos cuestiones: por qué continúan del lado de quien quiere ponerles los grilletes y si realmente creen que el Código Penal Militar les va a resbalar sobre su piel del mismo modo que resbala sobre las estrellas de cuatro puntas. Despropósito tras despropósito.-
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