Escrito por LlanAUGC 22-02-2018
Por Alberto Llana
El último capítulo del culebrón sobre equiparación salarial entre guardiaciviles y policías nacionales con sus homólogos de la policía autónoma catalana no ha sorprendido con un final inesperado, ya nos gustaría. Más al contrario, al puro estilo de novela barata, hemos comprobado que el asesino era el mayordomo, como se veía venir desde las primeras páginas. O lo que es lo mismo, que la intención del Gobierno español por solucionar la injusticia monetaria que se lleva arrastrando casi tres décadas ha resultado un cuento. Tras la decepcionante reunión acaecida el 20 de febrero, los representantes de los agentes se levantaron de la mesa y emitieron un duro comunicado muy revelador acerca de las verdaderas intenciones del ministerio del Interior. Dice la nota de prensa que la oferta real trasladada por el secretario de Estado de Seguridad se ceñía a “inyectar en ambos Cuerpos 200 millones de euros en 2018 para el Complemento Específico Singular y la Productividad. Para 2019 proponen 100 millones de euros entre ambos Cuerpos. Y en 2020, unos 200 millones más. En definitiva: en 500 millones de euros en tres años para PN y GC es en lo que valora este Gobierno su compromiso con la equiparación salarial”. Resulta necesario recordar aquel primer documento mostrado por Zoido el pasado 16 de enero en el que se plasmaba el compromiso gubernamental por alcanzar la plena equiparación salarial, con un límite de 1.500 millones en los siguientes tres ejercicios presupuestarios ( http://llanaugc.blogspot.es/1516198523/equiparacion-hueca/ ). Si bien se establecían unos máximos monetarios, nadie era capaz de imaginar que tal declaración de intenciones se viera mermada en un 66'66% que es lo que ha acontecido. Imagino que el brutal recorte ha venido propiciado por varios factores y uno de ellos fue la negativa tajante a perder derechos sociolaborales, tal y como solicitaba Zoido en ese mismo documento, ya que parte del esfuerzo equiparador pasaba por restar cantidades dinerarias en otros capítulos como pudieran ser Acción Social, segunda actividad o Reserva, Complemento Específico Singular y a saber qué más. Y también supongo que el 'factor Montoro' jugó su papel estelar en este cuento, al afirmar sin ambages que con 600 millones en tres años, el equilibrio salarial se podía conseguir.-
Por su parte, Juan Ignacio Zoido ha venido a reconocer lo antedicho, al afirmar que lo ofertado a sindicatos y asociaciones superaba los 800 millones. Teniendo en cuenta que el señor Montoro asegura que este año habrá una importante subida salarial -de un 8%- para el conjunto de funcionarios públicos dependientes del Estado (Mossos de Escuadra incluidos), y que se llevará a cabo tanto si se aprueban los Presupuestos Generales del Estado como si no, mediante Real Decreto en caso negativo, no queda por menos que restar esa subida general a lo ofrecido por el ministerio del Interior, ya que el susodicho 8% se enmarca dentro de esos 800 y pico millones. El resultado de la ecuación arroja la cifra que afirman las organizaciones representativas de agentes policiales.-
Una vez rotas las negociaciones, el equipo ministerial se ha puesto a 'vender la burra' con el estilo político que tan bien dominan, anunciando a los cuatro vientos que su oferta total había sido de 6.000 millones de euros en seis años. No faltarán crédulos que den por buena esa versión y por si alguno hubiera leyendo estas líneas, le traslado esta pregunta retórica, ¿cree sinceramente que si la oferta fuese de tal calibre se rechazaría alegremente? Lo que ocurre es que tras esas tupidas cortinas de 6.000 millones se esconden capítulos monetarios ajenos al quid del problema, que es la cuestión salarial. De tal modo que, con la 'sana' intención de emponzoñar la realidad, añaden a su supuesta oferta partidas económicas destinadas a mejora de instalaciones, compra de material y asuntos varios totalmente ajenos al objeto de la negociación. Cantidades dinerarias que de igual modo se deberían de gastar y, poniéndolas en su justa medida, se quedan cortas para las necesidades reales de ambos cuerpos policiales (Guardia Civil y Policía Nacional), si tenemos en cuenta el estado actual de muchos acuartelamientos y comisarías, vehículos, armamento, chalecos antibalas, material informático y demás elementos necesarios para desarrollar eficazmente una labor importantísima y de alto riesgo como la que llevan a cabo.-
Un dato curioso que me ha llamado la atención es el relativo a la reunión mantenida el mismo día 20 de febrero entre el ministro Zoido y los generales jefes de Zona de la Guardia Civil. Dado que ese tipo de reuniones (las de los generales, digo) suelen tener periodicidad mensual, habría sido más acertado que Zoido hubiera estado presente en el encuentro negociador con las organizaciones representativas de guardiaciviles y policías y no haber delegado en su número dos, lo cual ya demuestra la importancia que el titular de la cartera le otorgaba a cada encuentro. De igual modo me pregunto cuál sería el devenir de la equiparación salarial si los generales le trasladan al ministro una postura clara e inequívoca a favor de la misma... pregunta tan retórica como la anterior, me temo.-
Discernir cuál de las partes tiene la razón en este enredo es más sencillo de lo que parece. Señor Zoido (y Montoro), muestren con luz y taquígrafos, como suele decirse, la oferta concreta que han puesto sobre la mesa. Enseñen las cantidades desglosadas que tienen pensado abonar a cada empleo de los que conforman ambos cuerpos estatales, los plazos concretos para completar el plan y su firme determinación de cumplir con ello y entonces podremos valorar si esos miles de millones con los que dicen iban a engordar los capítulos presupuestarios destinados a 'gasto de personal' tienen visos de realidad o son mero cuento chino.-
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