Escrito por LlanAUGC 24-02-2019
Por Alberto Llana
Veo un titular de prensa que resalta la afirmación de un responsable -¿o irresponsable?- de una asociación de guardiaciviles acerca de la injusticia de que un guardia se retire con una pensión de 1.400€ al mes frente a los 2.000€ que, según él, le quedan a un mozo de escuadra. Lo que no explica ni por asomo es cuánto cotiza cada cual a lo largo de su vida laboral ni las ventajas del sistema de Clases Pasivas frente al Régimen General de la Seguridad Social. Tampoco aclara de qué manera va a igualar las pensiones aunque por lo que dice puede deducirse que le encantaría que le cambiaran de régimen de cotización, así por las buenas. Por tanto, su discurso se reduce a dos cifras y una palabra: '1.400' frente a '2.000' e 'injusticia'. Un cebo muy apetecible para cualquiera que desconozca la realidad. Como muestra, un botón... http://llanaugc.blogspot.es/1531318305/planes-de-pensiones/
Tan jugosa es la carnada que ese mensaje ha llegado a calar hondo en determinadas personas. Hace un par de semanas me topé con un compañero al que hace tiempo no veía y, tras las preguntas y respuestas de rigor, la conversación derivó en el tema de la equiparación salarial y las pensiones. Él mantenía esa postura que acabo de explicar acerca de lo arbitrario de tener que conformarse con una pensión menor que un homólogo suyo catalán o vasco, por realizar la misma labor para la misma 'empresa' (Administración). Por mi parte le dije que, cantidades concretas aparte, el sistema de Clases Pasivas ofrecía un rendimiento superior en relación a las cantidades aportadas que otros sistemas de cotización. Este compañero opuso que tras treinta y cinco años -por lo menos- realizando la misma labor que un policía autónomo, qué menos que percibir la misma pensión que él. Me dejó perplejo. Ignoro si el razonamiento es de cosecha propia o se trata de una de esas teorías absurdas que lanzan algunos con tal de atraer concurrencia hacia las nuevas franquicias pseudosindicales y cuyo único objetivo es revolver las aguas con el fin de pescar algo. Es cuestión de tiempo que se les empiece a exigir transformar en realidad las puras fantasías, cuando no cuentos chinos, con los que en estos momentos marean a los compañeros que no entienden muy bien de conceptos retributivos, sistemas de cotización y ventajas y desventajas de unos y otros, ciñéndose tan solo a lo ya mentado más arriba acerca de cantidades y supuestas injusticias.-
Estas cosas resultan más claras con ejemplos gráficos y por ello planteo el siguiente: imagínense que son miembros de un cuerpo policial de carácter Estatal y de su nómina mensual le detraen todos los meses 150€ para su régimen de cotización. Por otra parte conocen a otra persona que en su momento optó por una profesión/vocación como la suya, pero en un cuerpo de policía de una Comunidad Autónoma y al cual le minoran su paga mensual en una cantidad de 70€ como aporte a su régimen de cotización. Después de 35 años prestando servicio y cotizando religiosamente, les llega a ambos la hora de la jubilación y se encuentran a las puertas del negociado donde van a tramitar el papeleo pertinente para el reconocimiento de su pensión y entablan conversación. Imagínense que su amigo les dice que espera que su pensión sea de la misma cantidad que la suya porque, en definitiva, ha realizado la misma labor que usted durante el mismo tiempo y sería lo lógico y justo. ¿Qué responderían ante tal argumento?
Pero aún hay más, dado que la realidad nos indica claramente que a cada cual le quedará una pensión a tenor de lo cotizado y, por ello, la cantidad a percibir por su conocido será inferior a la suya... pero no tanto. Si nos dejamos guiar por la lógica, concluiremos que quien ha cotizado durante su vida laboral menos de la mitad que el otro, debería cobrar una pensión de al menos la mitad sino menos, pero esa especulación resulta errónea ya que la diferencia real es de unos pocos cientos de euros. Para que se hagan una idea, al que más ha cotizado le asignarían una pensión de unos 2.200€ brutos al mes y al que menos ha aportado unos 1.800€. ¿Cómo lo ven?
Y ahora pensemos que durante esos 35 años de trabajo, quien ha aportado 80€ menos cada mes a su sistema de cotización hubiera invertido esa cantidad en un plan de pensiones, ¿cuánto dinero le generaría ese plan tras su jubilación? Pues a buen seguro su situación económica sería más apetecible que la de quien ha cotizado 150€, máxime para aquellos que tan solo entienden de cifras a secas.-
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