Escrito por LlanAUGC 22-12-2019
Por Alberto Llana
Ya sé que le título de este comentario resulta de lo más infantil pero llega un momento en que las actitudes del actual Director General de la Guardia Civil hay que tomarlas como lo que son, pataletas de niño mimado al que por primera vez en su vida le han dicho ‘no’ a algo. Ignoro si Félix Azón, antes de llegar al despacho principal del acuartelamiento de Guzmán el Bueno, se conducía del mismo modo que lo hace en su cargo político, aunque esa no sea una cuestión a analizar en estas líneas dado que lo que principalmente me incumbe es su gestión como máximo representante del Cuerpo -no de l@s guardiaciviles como él afirma-, y a ello me ciño. Y es que, lejos de reconocer que ha metido la pata y además le han pillado en renuncio sin atenuantes de ningún tipo, parece ser que intenta vender la imagen contraria. Así, el pasado día 18 de diciembre se celebró el último Pleno ordinario anual del Consejo de la Guardia Civil, órgano colegiado en el que participan representantes de los miembros de la Guardia Civil y de los Ministerios de Interior y Defensa con el fin de abordar las condiciones sociolaborales de sus integrantes así como el funcionamiento del Instituto. Al mismo acudió Azón, no por mucho tiempo ya que lo suyo, como otros políticos antes que él, es ir a saludar, hacer como que escucha un poco y luego disculparse porque tiene mucha tarea por delante, la cual, por cierto, yo pensaba que era dirigir la Benemérita. Y qué mejor manera de dirigirla que estar presente durante la totalidad de las reuniones del Consejo, que se preparan con tiempo suficiente como para tener despejada la agenda de otros asuntos más mundanos. Pero, claro, eso significaría tener que preparase bien las reuniones y su contenido para, al menos, saber por dónde van los tiros y que no se te quede cara de gilipollas cuando se tratan ciertos temas de índole interno que conocen los profesionales del Cuerpo y quien ha tenido a bien tratar de cultivarse sobre ellos. Porque, imaginen ustedes, la sensación que ofrece un señor que ostenta la presidencia del Consejo que, para ser realistas, la ocupa por delegación del Ministro del Interior que es realmente quien debería tener sus posaderas pegadas al sillón, tal y como determina el artículo 52 de la Ley Orgánica 11/2007: “Bajo la presidencia del Ministro del Interior, o persona en quien delegue, se crea el Consejo de la Guardia Civil...”, cuando le transmites la paulatina vulneración del descanso diario de l@s guardiaciviles y el ínclito comienza a mirar a los lados en busca de alguien que le aclare de qué carajo están hablando esos pseudosindicalistas que tiene enfrente.-
Volviendo a la reunión del día 18, el señor Azón, intentado hacerse el gracioso -elucubro-, anunció a los presentes la suspensión de esos borradores de normativa que tanta inquietud han despertado en la gran mayoría de componentes del Cuerpo, toda vez que significaría el retroceso de las condiciones laborales actuales en una o dos décadas, según el caso, de aprobarse finalmente. Alegó para ello razones de 'oportunidad', lo cual nos lleva a inferir que la verdadera causa del aplazamiento fue la de haberlos presentado con prisas, en un momento en que no existe gobierno formal y cada revuelo que se produzca puede llegar a afectar políticamente la credibilidad de quienes están en funciones y desean más que nada permanecer agarrados al cargo en un futuro próximo. Sobre ello cabe decir que si hubo precipitación en la presentación de los proyectos de normativa la culpa es solo suya. Los enfajinados promotores del dislate ni entienden de tiempos políticos ni tienen por qué entender. Ellos se limitan a intentar apretar las tuercas a sus subordinados y cuanto primero ajusten las normas a ese propósito, mejor que mejor. Es el Director General quien debería haber sopesado los pros y contras de iniciar una batalla de tal calado en una situación de interinidad. Es más, tendría que haber consultado a sus superiores políticos antes de tomar decisiones unilaterales que han dejado con el trasero al aire al Ministro del Interior y, también aunque en menor medida, a la Secretaría de Estado de Seguridad, que son los que han tomado cartas en el asunto, dejando a Azón en una posición tan cuestionada que mejor se planteaba seriamente volverse por donde ha tenido la desgracia de venir.-
Abundando en lo anterior, y como se ha expuesto, lo anunciado por el 'felixuco' -no confundir con el otro cómico cuyo nombre artístico lleva una 's' en lugar de una 'x'-, es que esos borradores de normativa se 'suspenden', no se descartan, se archivan, se queman u olvidan, lo que me lleva a lo expresado en un anterior comentario acerca de que la amenaza de retroceso en derechos que se creían consolidados es muy real y solamente se ha logrado un aplazamiento. Tengan por seguro que si vuelven a la carga el ambiente que se encontrarán será peor que el que han generado esta primera vez, porque los afectados ya tienen la mosca tras la oreja y las reacciones no le van a gustar nada, tanto al propio felixuco como a los liantes que le están usando de manera tan vergonzosa como evidente para cualquiera con dos dedos de frente. No parece ser su caso.-
Una buena medida para calibrar su cabreo actual la tenemos en otra aseveración suya realizada en ese Pleno del Consejo. Con toda la solemnidad que pudo atesorar, dada su escasa credibilidad, participó a los asistentes que por decisión personal, toda tramitación normativa que afecte a los guardiaciviles queda paralizada con carácter permanente hasta que él disponga lo contrario. O lo que es lo mismo: como he salido trasquilado con el tema de los proyectos normativos sobre jornada laboral, vacaciones, permisos e incentivos al rendimiento, ahora hago pucheros y paso de tramitar cualquier otra norma, por muy necesaria que resulte… ¡A tomar viento! Algo similar hizo a principios de año, cuando tras la decisión del Tribunal Supremo de anular el Real Decreto de Destinos, norma en la que el señor Azón no había siquiera intervenido porque ni estaba ni se le esperaba en aquellos tiempos, su reacción fue la de anular un anuncio de vacantes publicado oficialmente pocos días antes y tener el descaro de insinuar que lo hacía por no poder asignar esos destinos al estar derogada la norma, olvidando a propósito que sí podía, y debía, cubrir esas vacantes toda vez que así lo imponía la norma anterior a la anulada por el Supremo, la cual recobraba vigencia tras esa revocación.-
Así se las gasta el señor felixuco Azón. Y así se las seguirá gastando mientras permanezca rodeado de incompetentes cortijeros que parecen haber heredado el patrimonio creado por el Duque de Ahumada, el cual, estoy casi seguro, de seguir entre nosotros, mandaría a esa cuadrilla a vigilar las vallas de Ceuta y Melilla. Haga las maletas de un buena vez señor Azón y olvídese de todo esto, que no es para usted. Si no quiere seguir este primer consejo, procure alejarse del veneno que le rodea y mal aconseja, que cada vez se parece más al muñeco Macario, pero cabreado… muuuuy cabreado.-
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