Por Alberto Llana Publicado el 13 de septiembre de 2015
El enunciado del encabezamiento es una expresión popular que se usa cuando dos o más personas tienen una conversación sin una coherencia lógica y su origen se encuentra en una famosa revista infantil de antaño, que muchos recordarán, el TBO, que incluía una sección denominada 'diálogo para besugos'.-
Eso es lo que imagino que sucederá en estos momentos entre la Dirección General de la Guardia Civil y las asociaciones representativas del colectivo. Tras la demostración de fuerza y caciquismo ofrecida por el incapaz que ocupa la dirección política de la institución, expedientando a mansalva a los representantes de la asociación mayoritaria, después de observar como los Vocales de casi todas las organizaciones abandonaban una reunión del Consejo del Cuerpo, el pasado mes de junio, decidió recordar que los de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) no habían siquiera entrado en la reunión del anterior Pleno, acaecido en marzo y, meses después, procede a actuar como navajero en callejón oscuro o cadenero falangista tras grupo de jipis.-
Como digo, a finales de junio casi todos los representantes de los guardiaciviles se ausentaron de un Pleno de Consejo en apoyo a otro Vocal suplente expedientado por venganza de su jefe de Unidad. En ese momento se experimentó una unidad asociativa que debería ser el ejemplo a seguir en el futuro para todos aquellos que dicen defender los derechos del colectivo en general y de sus socios en particular. Sin embargo, ante el aluvión de expedientes que desencadenó el señorito Arsenio sobre los representantes de la AUGC, no hubo movimiento alguno. Quizás algún tímido pronunciamiento de apoyo en redes sociales por parte de ciertos dirigentes asociativos, pero poco más. Supongo que habrá razones variadas para ello (miedo, envidia, viejos rencores...) pero lo cierto es que aquel frente común escenificado en junio se resquebrajó a las primeras de cambio, con la lógica alegría de quienes pescan en rio revuelto. Alguien comentó que el Duque de Ahumada se lo montó muy bien al ¿organizar? la Guardia Civil, pero no opino igual. El Duque sabía, como se sabe casi desde épocas prehistóricas que, con un poco de paciencia y perseverancia, las masas terminan fagocitándose entre ellas, haciendo el trabajo sucio de quienes observan instalados en la comodidad de sus poltronas. Pan y circo, en versión romana.-
Y no se trata de aglutinarse ante los postulados de ninguna organización concreta, llámese como se llame. El hecho incuestionable es que, salvo los que ejercen de camareros en las reuniones del Pleno, el resto de asociaciones se plantaron ante lo que consideraron un abuso cometido contra un representante del colectivo, entendiendo que, bajo amenazas, no se puede desarrollar una correcta labor asociativa. Sin embargo, cuando las amenazas disciplinarias se dirigen hacia compañeros de la asociación mayoritaria no pasa nada, no hay reacción alguna.-
La semana que viene habrá una nueva reunión del Pleno y cada una de las organizaciones podrá refrendar lo ocurrido en junio, esta vez en apoyo a los representantes expedientados de la AUGC, veremos cuál es su postura.-
Hasta el momento, salvo AUGC, el resto de organizaciones protagonistas del hecho sucedido en junio, incluso aquella a la que pertenece el Vocal suplente expedientado y que originó el plante, han retomado sus conversaciones con los representantes de la Administración. No acierto a comprender qué carajo de diálogos se pueden mantener cuando pesa sobre uno la perpetua amenaza disciplinaria, aparte de los que describía al principio de este artículo.-
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