Por Alberto Llana
Tras conocer la cantidad monetaria que le corresponderá, en su caso, a la Guardia Civil cuando aparezcan los 247 millones de euros previstos para cumplimentar el tercer tramo del Acuerdo salarial firmado en 2018, nos hallamos inmersos en la distribución de esa suma entre los componentes de la Benemérita. Existen dos vertientes muy diferenciadas acerca de cómo debe producirse el reparto. Y si uno busca sinónimos de ‘repartir’ se encontrará con dos palabras que, aunque puedan parecer iguales o muy similares, no producen los mismos efectos, digamos, económicos. Esas palabras son ‘dividir’ y ‘compartir’. Por ello aludo a puntos de vista dispares: los que se decantan por dividir y los que apuestan por compartir. Para empezar a entender las distintas consecuencias derivadas de cada fórmula debemos consultar el diccionario de la RAE para comprobar que una de las acepciones de ‘dividir’, desde un enfoque matemático, consiste en “reemplazar en una proporción cada antecedente por la diferencia entre él y su consecuente”. Por su parte, la definición de ‘compartir’ es la de “repartir, dividir, distribuir algo en partes”, o bien, “participar en algo”.-
Así, a primera vista, ya nos invade la sensación de que eso de reemplazar en proporciones en atención a la diferencia entre uno y su consecuente ya conlleva cierta desigualdad, máxime cuando tratamos el tema de promedios dinerarios en la Guardia Civil, porque si hay algo que está claro en el Cuerpo es que existen notables diferencias entre los consecuentes y los unos. De ahí que la defensa a ultranza que están realizando determinadas asociaciones profesionales acerca de un reparto interno en el que prime la perspectiva de 'a mayor Empleo, mayor cantidad a percibir', sea una auténtica división. Y no solo monetaria porque también lo es en lo concerniente a ahondar en el eterno clasismo tan típico como trasnochado de la institución más militarizada de las existentes en nuestro país. Cierto es que ‘compartir’ también conlleva ‘dividir’, pero la sensación que transmiten las cosas compartidas es de mayor equidad entre las partes.-
Aquellos que apuestan de nuevo por dividir en atención a las diferencias entre unos y otros olvidan convenientemente el motivo y el espíritu real del Acuerdo rubricado, que no es otro que lograr la equiparación salarial, meta imposible de alcanzar si no se cumple lo pactado en toda su extensión. No obstante, siendo tal el objetivo final e inalcanzable en el escenario actual, qué menos que intentar acercarnos todos lo máximo posible. Y llegados a este punto no queda por menos que recordar que determinados Empleos de la Guardia Civil no solamente están equiparados sino que están retribuidos mejor que cualquiera de sus homólogos en otros cuerpos estatales o autonómicos. Es más, dentro de los efectivos encuadrados en cada Empleo hay diferencias notables si tenemos en cuenta, además del salario, otro tipo de retribuciones. Por tanto, si la propuesta de ‘dividir’ fuera realmente sincera, debería enfocarse desde circunstancias diferenciales reales y no atendiendo exclusivamente al nivel de Complemento de Destino de cada cual.-
Con todo, lo que resulta inexplicable es que la opción de ‘dividir’ sea respaldada por determinadas organizaciones que, poco tiempo antes de ser abducidas por la posibilidad de obtener cuatro ochavos más que sus ‘inferiores’, se desgañitaban intentando convencer al mundo de que su Escala o Empleo era la que mayores agravios nominales sufría en el contexto Benemérito. Antes de escribir estas líneas pude comprobar cómo en sus redes sociales estaban todavía colgados comunicados al respecto, lo que resulta muy chocante viendo la manera en la que ahora defienden que quienes les consideran a ellos ‘inferiores’ obtengan mayor tajada del reparto. Otra forma de actuar que nos lleva de nuevo a la acepción matemática de ‘dividir’, en lo atinente a las diferencias entre unos y sus consecuentes. Para mí queda claro que esos ‘unos’ no son nada consecuentes.-
Llegar a un entendimiento aceptable por todas las partes resulta muy complejo, lo cual se ve acentuado ante la ausencia de un estudio veraz acerca de las diferencias salariales entre guardiaciviles y mozos de escuadra ya que el análisis realizado por la empresa consultora externa dista mucho de la cruda realidad, debido a lo cual resulta más conveniente dejarlo de lado. La única vía de avenencia es la de compartir lo que hay a partes iguales, aunque ciertas cantidades vayan a engrosar las nóminas de los ya equiparados, como por otra parte ya ocurriera en los dos primeros tramos. No es lo justo y seguramente tampoco lo lógico, pero si queremos trasladar una posición común ante la Directora General no queda por menos que ceder en algunos puntos. De continuar las posturas enfrentadas nos arriesgamos a que la decisión final quede en manos ajenas, con un desenlace que a buen seguro resultará inaceptable para los 'unos' o para los 'consecuentes'. Por estas razones hago un llamamiento en aras a compartir y no dividir lo que está por llegar... esperemos.-
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