Escrito por LlanAUGC 03-03-2019
Por Alberto Llana
Que el señor Félix Azón, a la sazón Director General de la Guardia Civil, tiene un problema, es algo que ya no puede obviarse por más tiempo. Y lo peor es que atañe al cargo que le han regalado y derivado de su manifiesta incapacidad para dilucidar si es Director o es General porque lo que ha dejado claro desde su llegada al acuartelamiento de la madrileña Calle Guzmán el Bueno es que no ha venido a ejercer el cargo en toda su extensión. Pésima noticia para una persona que había despertado un interés inusitado entre el colectivo de guardiaciviles en atención a su condición de 'hijo del Cuerpo' y, por tanto, conocedor de la peculiar forma de entender las cosas de una Institución que lleva muy a gala y por enseña lo de “el honor ha de ser la principal divisa”. No se sabe si en su caso no ha tenido calado suficiente esta premisa o si en algún momento de su vital devenir quedó relegada a un plano profundo de sus recuerdos de niñez como si se tratara de un chascarrillo de cantina cuartelaria del que uno se acuerda solo cuando ha ingerido varios 'vinos españoles'.-
El caso es que este hombre acumula decepciones del mismo modo que muchos enfajinados medallas inmerecidas en la pechera. Ya he escrito otras veces sobre alguna de ellas y me veo en la triste situación de tener que volver a hacerlo ya que hay ciertas cosas que no se pueden soslayar. En esta ocasión se trata de su postura acerca del reparto dinerario correspondiente al segundo tramo del Acuerdo de equiparación salarial firmado en el mes de marzo del pasado año. Tras rubricarse el mismo, se produjeron una serie de reuniones con el fin de establecer el porcentaje monetario que le correspondía a cada cuerpo policial implicado (Guardia Civil y Policía Nacional) y el cálculo efectuado en su momento y así recogido en un documento avalado por la propia Secretaría de Estado de Seguridad (SES), preveía que el 59% del montante fuera destinado a la Benemérita y el 41% restante para la Policía Nacional. Bien es cierto que algún sindicato policial no estaba de acuerdo con esa distribución y sus argumentos tenía para ello. Argumentos respetables aunque no compartidos, como respetable es que reivindiquen otra forma de partición del mismo modo que las asociaciones de guardiaciviles defiendan la acordada hace meses.-
Pero hete aquí que nos topamos con el mismísimo Director General de la Guardia Civil que, en un alarde demostrativo de lo que anteriormente mencionaba, intenta colarnos que los porcentajes de reparto para 2019, decididos en septiembre de 2018, no son válidos y que lo correcto sería un 58/42%, restando nada más y nada menos que 2,5 millones de euros a las nóminas de los guardiaciviles. Lo más gracioso (es un decir) del caso es que fue el propio Azón quien firmó el acuerdo de la Comisión Técnica de seguimiento de 5 de septiembre pasado. Porque si el cambio de criterio viene de la SES o del Ministerio del Interior, sin dejar de ser una afrenta injustificada, resulta más entendible que el hecho de que sea tu propio Director General quien te meta la puñalada trapera por la espalda. Y, lógicamente, uno no puede por menos que preguntarse qué intereses defiende este señorito ya que los del Cuerpo que en teoría dirige queda claro que no. Ante ello le propongo un sencillo ejercicio: póngase delante de un espejo y mirándose a los ojos pregúntese qué dirían aquellos guardias con los que compartía cuartel de niño, o lo que opinaría aquel Sargento soltero que casi como un hijo lo trataba... pregúntese cómo le sentaría su postura a su señor padre, que en gloria esté. De hecho, eso es lo que debería estar haciendo desde el mismo momento en que aceptó el cargo. Seguramente sus decisiones y su mal hacer habrían rolado hacia rumbos menos incorrectos.-
Y no solo se ha tomado la libertad de decidir -al margen de las organizaciones firmantes del Acuerdo y de lo refrendado por su puño y letra-, acerca del porcentaje destinado a cada Cuerpo, además opta por pasarse por el forro otro punto que quedó claro aquel 5 de septiembre y relativo a que en este 2019 no se abordaría la regularización del Complemento Específico Singular (CES), dejando tal cuestión para el último tramo concerniente al año 2020. Todo ello con la lamentable excusa de que las asociaciones profesionales de guardiaciviles no tienen capacidad negociadora. Si ello fuese así, ¿por qué se sentaron a negociar con el Ministerio del Interior y por qué firmaron el Acuerdo de equiparación en marzo de 2018? Es más, de no poder negociar nada ¿por qué se ha habilitado una Comisión Técnica de Seguimiento del Acuerdo donde se tienen en cuenta las opiniones de las asociaciones representativas y se firman acuerdos como el ya referido de fecha 05/09/2018, que tan fácilmente se salta ahora a la torera?
Y no se trata tan solo de una cuestión de cantidades dinerarias, porque ya he visto mensajes en redes sociales preguntando a qué viene tanto disgusto por tres o cuatro euros de más o de menos que podrían llegar a significar esos dos millones y medio de euros que pretenden hurtarnos. Por lo pronto, si esos euros -sean los que sean-, deberían ir a las nóminas de los guardiaciviles, no hay razón alguna para renunciar a ellos. Pero, además, está la cuestión derivada de la actitud dictatorial del máximo responsable Benemérito, resolviendo unilateralmente que esa cantidad no sea percibida por sus subordinados en base a una argumentación bastarda ya comentada. No soy psicólogo y desconozco la materia pero me da en la nariz que el Azón debe de estar afectado por algún tipo de bipolaridad que debería ser revisada con urgencia por personal especializado. En Guzmán el Bueno tiene quien le ayude en ese sentido, tan solo tiene que ordenar que se presenten en su despacho y le realicen una ITV completa, a ver qué resultados obtiene. No me extrañaría en absoluto que le denegaran la pegatina para poder circular por los pasillos de la Dirección General.-
Mir usted, señor Azón, como decía al principio, su responsabilidad es la de Director General y lo que no puede ni debe hacer es decidir ser director nada más o ser general tan solo. Nuestro colectivo necesita a una persona competente capaz de afrontar su tarea de forma completa. Estamos ya muy cansados de personajes que vienen por estos lares a lucir palmito en actos oficiales y se despreocupan de los problemas reales que aquejan al Cuerpo. Ha tenido en sus manos terminar o, como poco, minimizar una de esas carencias históricas y, para sorpresa de propios y extraños, le ha dado por elegir la peor de las decisiones posibles. Y eso, en un tipo como usted, juez e hijo del Cuerpo, resulta más doloroso si cabe que viniendo de otro sujeto profano en la materia. No se cuánto tiempo le resta en el cargo, pero comprobada fehacientemente su ineficacia, espero sea lo menos posible, ya que para ser directores 'generalísimos' de la Benemérita hay candidatos para aburrir y siempre nos quedará el consuelo de que desconocen las peculiaridades de un Instituto que lleva 175 años dando el callo como el mejor y siendo ninguneado como el peor.-
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