Por Alberto Llana Publicado el 27 de septiembre de 2017
En el maremágnum desatado por el referéndum catalán, y a pocos días de la fecha clave, las declaraciones de unos y otros se multiplican. Parece ser que intentan convencer de algo a sus oponentes a través de frases cortas y contundentes, rebajando en muchos casos la gravedad de lo que pretenden hacer los independentistas con Cataluña, proyectando una imagen distorsionada de lo que en realidad se ha planteado desde un principio del denominado procés y que no es otra cosa que una ruptura unilateral con España, simplemente porque les sale de las narices. Son tantas las ocurrencias y desatinos que se hace difícil aludir a unas dejando de lado otras, pero cuando se escribe un artículo de opinión uno debe tratar de ser breve a fin de no resultar tedioso. Por ello me ceñiré principalmente a una afirmación realizada por el director de los Mossos d'Esquadra, Pere Soler, quien a través de una red social ha dicho "Que nadie se equivoque, la misión principal de las policías, Mossos d'Esquadra, Guardia Civil y Policía Nacional es garantizar derechos, no impedir su ejercicio".-
No ha aclarado a qué se refería concretamente pero resulta evidente que alude al referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional y, más allá, a la ley de desconexión aprobada en el Parlament y que ha corrido igual suerte que la consulta mencionada. Que las Fuerzas de Seguridad del Estado (incluidos los cuerpos autonómicos y locales) están para garantizar derechos es una obviedad que no se discute. Que los derechos que tienen que garantizar son los de todos los ciudadanos, tampoco. Porque cuando se habla de los derechos de unos de forma partidista, como es el caso, se olvidan de los derechos del resto que no piensan igual que quien realiza el aserto. Y la mejor manera de defender los derechos de todas las partes es ciñéndonos a las leyes y a las resoluciones judiciales, aunque no gusten o no se decanten por nuestros posicionamientos. Cierto es que las leyes, en democracia, pueden cambiar y lo que en un momento dado no se permite, con el paso del tiempo pasa a ser legal, pero mientras no ocurra eso, las leyes se cumplen o, de lo contrario, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad deben actuar para corregir la ilegalidad y garantizar con ello los derechos de todos, no de una parte del pueblo español.-
Imaginen a un responsable político planteando el derecho de todos los conductores a circular a 120 kilómetros por hora y emplazando a los cuerpos de seguridad a garantizar ese derecho. Puede parecer lógica su postura, sin embargo cabría recordarle que solamente se puede circular a esa velocidad en las vías determinadas legalmente, por los conductores habilitados para ello (no todos lo están) y con los vehículos que la norma recoge como aptos para alcanzar la misma. Y lo que plantea este individuo, salvando las distancias, viene a ser que los funcionarios policiales garanticen el derecho de un conductor a circular por encima de la acera con un tractor a 120 por hora. ¿Exagerada comparación? Pues dependerá de cómo vea la cuestión cada cual, pero lo que está claro es que el llamamiento del director de los Mossos en clara e inequívoca alusión al referéndum y lo que puede que traiga consigo es totalmente maniquea.-
Es más, si al señor Pere Soler le preocupa tanto la salvaguarda de los derechos de los ciudadanos, haría bien en explicar las condiciones en las que se procedió al desalojo del movimiento 15M de la barcelonesa plaza de Cataluña, en mayo de 2011 o, por poner otro ejemplo, lo ocurrido en el Parque de la Ciudadela el 15 de junio de igual año. Según su postura, en esas ocasiones al menos, el cuerpo policial que dirige no garantizó el ejercicio de los derechos de los manifestantes… a no ser que su opinión sea tan cambiante como la de Puigdemont con el referéndum del Kurdistán. A propósito, qué pronto cambian de opinión sin inmutarse los políticos -casi todos- cuando les conviene. Así nos va y en estas nos vemos.-
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