Escrito por LlanAUGC 08-03-2018
Por Alberto Llana
Cuando uno toma una decisión debe ser consciente que va a generar reacciones ajenas. A unos les gustará o la rechazarán en mayor o menor medida, pero nadie que se sienta concernido por la misma permanecerá impasible ante ella. Si no eres capaz de aceptar este hecho, deberías alistarte a las filas de los que padecen Decidofobia y dejarlo correr. Acabamos de conocer la determinación de las organizaciones representativas de guardiaciviles y policías nacionales de aceptar la oferta transmitida por el ministerio del Interior acerca de la futura mejora salarial de ambos colectivos y las reacciones no se han hecho esperar. Aunque hay opiniones favorables en las redes sociales, la mayoría son de repulsa, algunas de ellas con razonamientos que rozan lo absurdo, otras totalmente irrespetuosas y/o insultantes, incluso de juzgado de guardia en determinados casos.-
Por mi parte he expresado mis dudas sobre la oferta del gobierno e intentado explicar el por qué de las mismas. También me hubiera gustado conocer la opinión de los afiliados al respecto ya que barrunto que muchos que no salen a la palestra a expresar su parecer con tanta vehemencia como unos pocos, inclinarían la balanza decisoria en un ángulo diferente al que yo apunto en mis comentarios. Pero no ha podido ser. El sistema de votación fue un fiasco y nos quedamos sin conocer tan trascendente dato. Dada la premura de tiempo para responder si la oferta se aceptaba o no, las organizaciones se han inclinado por admitirla. Ahora toca apechugar con ello y esperar que los mejores vaticinios sobre el reparto monetario se cumplan y veamos sus resultados reflejados en los correspondientes saldos bancarios. Quizás de esa manera pueda ser juzgada adecuadamente la postura adoptada.-
Pero no quiero dejar de 'mojarme' en este tema, por lo que expresaré lo que me ronda por la cabeza. En esta oferta, como en casi todas, existen incertidumbres que no han sido aclaradas o, mas bien, no han querido ser aclaradas por la Administración. Yo podría valorar mucho mejor la propuesta y, por ende, podría haberla explicado mejor a los asociados, si se hubiese acompañado con un cuadro explicativo acerca de qué cantidad va a ir destinada a cada Empleo de los existentes en la Guardia Civil. Esta cantidad para los Guardias en concepto de CES, esta otra en el Específico General, la de más allá para el sueldo base... Y así para los Cabos, Sargentos, Tenientes, etc. etc. No me gusta que se destine porcentaje alguno para engordar la bolsa de Productividad al estar seguro que en poco va a beneficiar a los que se parten la espalda en servicios operativos. No me gusta que no se haya intentado hacer un esfuerzo (no ya este año, que quizás no fuera posible, pero en los siguientes al menos) por incrementar más las partidas destinadas al Específico General en detrimento de las previstas para el Específico Singular. No es de mi agrado que no se hayan explicado las razones por las que no se puede acometer una subida de Grupo funcionarial de las Escalas Básicas de ambos Cuerpos. Sí me gusta la idea de una ley de equiparación salarial y de una auditoría externa que delimite claramente las diferencias dinerarias entre Cuerpos de carácter estatal y autonómico, pero esas medidas tampoco pueden ser valoradas correctamente porque ignoramos su alcance real y efectivo.-
De otra parte existen certezas. La certeza de que el apoyo ciudadano y de los medios de comunicación disminuye día a día con la aparición de diversas y legítimas reivindicaciones monetarias por parte de otros colectivos que reclaman atención, con el consiguiente debilitamiento de nuestra justas peticiones. Sin ese apoyo fundamental, las esperanzas de poder forzar un acuerdo mejor, se reducen drásticamente. Asimismo, la certeza de que, aunque se acepte esta propuesta, se seguirá en la senda de conseguir mejoras, como puede ser el mentado cambio de Grupo funcionarial o un Catálogo de Puestos de Trabajo en consonancia al que está establecido en la Policía Nacional, por ejemplo. También albergo la certeza de que, en estos momentos, no se va a conseguir una oferta mejor, lo cual no descarta lo expresado antes acerca de una explicación pormenorizada de las cantidades que percibirá cada Empleo. Incluso la certeza de que, de no ser aceptada, los famosos 500 millones para este ejercicio van a aparecer sí o sí, ya que depende de ello la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Dicho esto, no puedo dejar de expresar mis dudas sobre si en ejercicios presupuestarios posteriores existirá la perentoria necesidad política de seguir la línea actual de presionar al Gobierno con la equiparación salarial de policías y guardiaciviles. Quizás el viento gire y las apuestas políticas se decanten por intentar pillar votos en otros colectivos numerosos y desfavorecidos y todo se quede en una subida 'interruptus', alegando que siguen dando su apoyo incondicional a la causa pero no van a condicionar la aprobación presupuestaria por ese solo hecho.-
Hay un dato significativo a ponderar, que no resulta moco de pavo. Todos somos conscientes que gran parte del apoyo mediático, con el eco que ello produce en la sociedad en general, partió de un medio de comunicación concreto y se fue extendiendo a otros con gran efecto multiplicador y en un plazo de tiempo escaso, lo cual nos vino de perlas. Concretando más todavía, ese significativo espaldarazo tiene nombre y apellidos, creo que debe haber pocos implicados en este asunto que desconozca los mismos. Pues bien, esa persona se ha pronunciado en su periódico a favor de aceptar la oferta y, de no hacerlo, quién sabe si tal contrafuerte se reconvierte en látigo fustigador.-
Todas estas cosas y algunas más, como pueden ser opiniones erróneas o, quizás, malintencionadas acerca del papel jugado por las organizaciones representativas, la intransigencia de personas que nunca han movido un dedo por conseguir otro tipo de derechos que son tan importantes como el dinero y que ahora se las dan de luchadores, despreciando la labor desinteresada realizada por otros durante décadas y fulminando de un plumazo ese bagaje con el asqueroso argumento de que “algo se llevarán”. Las conversaciones con gentes que te exigen resultados satisfactorios para ellos y solo para ellos y cuando hay que pisar la calle tienen otras cosas mejores que hacer. Las teorías conspiranoides de que todo estaba acordado de antemano, cuando escasos días antes de esta última oferta se habían dado por rotas las negociaciones. La credibilidad que se otorga a un ministro al que se le calentó la lengua al más puro estilo de su menor Rajoy en una entrevista televisiva, cuando en medios escritos, ese mismo día, afirmó que había un preacuerdo que debía ser ratificado. Una credibilidad que se le niega cuando afirma que este acuerdo, acompañado de la ley que prevé y el estudio independiente que pretenden acometer, traerá finalmente la equiparación. Esa credibilidad que no se le concede porque, en mi opinión no se la ha ganado y, por mi parte, no se la doy nunca, se convierte en ariete en manos de quienes ni siquiera saben cómo carajo de calculan las futuras pensiones que a ellos mismos afectan y divagan sobre complementos monetarios que nada afectan al haber regulador y mucho menos al haber pasivo.-
Pues todo ese mejunje que yo tengo en el ático lo he amasado, sopesado, dado forma y cocinado a fuego lento hasta llegar a una conclusión. Tengo dudas fundadas y, como se suele decir, cuando hay duda es que no hay duda. Y lo que yo plantearía al ministerio del Interior sería una aclaración a las mismas, o al menos a una parte de ellas que pudiera ofrecer una visión más clara de la propuesta, sin ir más lejos una relación de cantidades a percibir por cada Empleo de la Guardia Civil. Se podría haber hecho ya, tiempo ha habido desde que se iniciaron las negociaciones, pero ese aspecto sigue siendo una de las grandes incógnitas. De no acceder siquiera a eso, ya no tendría duda alguna sobre la respuesta.-
En cualquier caso, ni depende de mí, ni de una organización concreta, ya que cuando se está en unidad de acción con otras organizaciones, debes afrontar las duras y las maduras. No vale escurrir el bulto como ha ocurrido en determinados casos. Solo espero que las incertidumbres se resuelvan de forma favorable para los miembros del Cuerpo, aunque esa esperanza supone un acto de fe ciega que si se llega a materializar, me sorprenderá mucho... por la falta de costumbre, más que nada.-
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