Por Alberto Llana
La Dirección General de la Guardia Civil, encabezada por María Gámez, ha emitido un comunicado informativo dirigido a los componentes del Cuerpo mediante el que muestra su posicionamiento sobre el problema derivado de la sentencia del Tribunal Supremo en la que establece que la Productividad Estructural que han percibido los guardiaciviles desde comienzos de 2016 no estaba acorde con lo regulado en la normativa de aplicación. Un comunicado que, en mi opinión es tan vergonzoso como ridículo, a partes iguales. Comienza asegurando que lo dicho por el Tribunal Supremo no se puede extender de oficio a los guardiaciviles desde 2017 a 2020 dado que el Fallo no lo autoriza. Manda ‘güevos’, como si el Alto Tribunal debiera autorizar tal cosa. De principio, la revisión de oficio debería realizarse desde 2016 y hasta que la norma quedó derogada, esto es 2021, no 2020. En segundo lugar lo que fija la doctrina del Supremo es “que el complemento de productividad estructural de puestos de la Guardia Civil, correspondiente al año 2016, debe ser fijado atendido el incremento del complemento de destino aprobado en la Ley 48/2015, de 29 de octubre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2016”. Y llega a esa conclusión porque “un examen más detenido de la Orden General, y del sentido del incremento de retribuciones previsto en la Ley 22/2013, debe llevarnos a la conclusión de que dicho complemento de productividad ha de ser incrementado, al haber aumentado en el año 2016 el complemento destino”. Es decir, que según esta jurisprudencia los años sucesivos a 2016 la Productividad Estructural debió ser aumentada en la misma proporción que el incremento experimentado por el Complemento de Destino en virtud de las leyes o normas presupuestarias aprobadas en cada ejercicio. Afirmar otra cosa es intentar buscar tres pies al gato.-
Luego se desmarcan argumentando que la repetida sentencia no anula la Orden General de Productividad 12/2014. Estaría bueno. Lo que hacen los magistrados es decirle a la Dirección General Benemérita cómo debió haber interpretado esa norma a partir del 01 de enero de 2016 y, con ello, que debería haber ajustado el abono de la Productividad Estructural a la nueva realidad presupuestaria, algo que no hizo y ahora nuevamente se niega a hacer de oficio. Igualmente les trasladan que el plazo para resolver las peticiones que se realicen en orden a reclamar lo adeudado será de seis meses. Ignoro si van a ampliar los plazos a conveniencia, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, pero en el momento de emitir ese comunicado oficial el plazo legal era de tres meses (artículo 21.3 de la Ley 39/2015).-
A continuación viene una especie de disculpa, en el sentido de admitir que la partida presupuestaria destinada a Productividad se acrecentó, tanto en 2016 como en años posteriores, y tal incremento fue repartido totalmente bajo el concepto de ‘Productividad por Objetivos’. Menuda caradura se gastan. Por supuesto que el montante de Productividad aumenta en función de la elevación de los gastos de personal. Así lo determina el artículo 23 de la Ley 30/1984, cuyo punto 3.c), estipula que “El complemento de productividad destinado a retribuir el especial rendimiento, la actividad extraordinaria y el interés o iniciativa con que el funcionario desempeñe su trabajo. Su cuantía global no podrá exceder de un porcentaje sobre los costes totales de personal de cada programa y de cada órgano que se determinará en la Ley de Presupuestos…”, cuestión refrendada por el Real Decreto 950/2005, de retribuciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El caso es que ese crecimiento en la cuantía ‘productiva’ ha sido repartido bajo la modalidad ‘por Objetivos’ y todos sabemos muy bien quién se lleva la mejor tajada en esa distribución. O sea, que la Dirección General de María Gámez reconoce que cada año ha habido más euros a repartir pero en vez de asignarlos conforme a la norma, con los incrementos porcentuales ligados al Complemento de Destino, se han asignado bajo los parámetros oscuros que rigen la señalada Productividad por Objetivos, eso sí con la intención de “gestionar el pago a un mayor número de guardias civiles, ya que la plantilla del Cuerpo ha estado aumentando durante estos últimos años”. Vamos a ver, la plantilla del Cuerpo se aumenta según las previsiones realizadas de antemano, de hecho, el artículo 25.1 de la Ley 29/2014, de régimen del personal de la Guardia Civil, establece que su plantilla en situación de Activo se ajustará a los créditos establecidos en las Leyes de Presupuestos Generales del Estado. De igual modo, el mencionado artículo recoge en su apartado 2 que el Consejo de Ministros, a propuesta conjunta de los Ministros de Defensa y del Interior, fijará previamente ese personal con vigencia para periodos de cuatro años cada uno, lo que llevó a la aprobación del Real Decreto 872/2017, por el que se fijaba la plantilla de la Guardia Civil para el periodo 2017-2021. En otras palabras, si se sabe qué plantilla habrá cada año y las normas presupuestarias prevén los gastos inherentes a ella, el porcentaje destinado a Productividad será acorde, como he explicado más arriba. Con todo ello, eso de insinuar que el crecimiento dinerario de la Productividad se ha destinado a “gestionar el pago a un mayor número de guardias civiles” no deja de ser una afrenta a la inteligencia.-
Finalizan con una burla más a todo el personal, del tipo: “¿Por qué la Dirección General no incrementó la productividad estructural conforme al complemento de destino? Porque, preventivamente, así lo dispone la norma y para evitar que no se pudiera pagar a todos los miembros del Cuerpo con derecho a ello, y así poder atender adecuadamente las necesidades operativas” Mienten con descaro y no les importa un carajo hacerlo. Como explica el Tribunal Supremo en su sentencia, resulta “relevante atender al contenido del preámbulo de la Orden General, en el que se exponen las razones por las cuales el Director General de la Guardia Civil dicta esta norma (…) que constituye un elemento interpretativo para la resolución de la duda que se suscita”. Y en el prefacio de la Orden General 12/2014 se exponía que “El complemento de productividad se sujeta a lo que se prevea anualmente en la Ley de Presupuestos Generales del Estado”. ¿Es tan complicado de entender? Pues no, por supuesto. Y en referencia a eso de “evitar que no se pudiera pagar a todos los miembros del Cuerpo con derecho a ello, y así poder atender adecuadamente las necesidades operativas”, miren ustedes, si no se puede pagar a todos los agentes es por ausencia de buena gestión, no por falta de dinero porque, insisto, los euros están ahí, regulados por ley, y su porcentaje respecto a los costes de personal es el mismo cada año. Si no llega para todos es simplemente porque unos pocos se llevan la gran tajada como lleva denunciando la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) desde hace lustros. Pero eso de meter cuchillo a la Productividad de los prebostes es algo que ni siquiera se plantean. Prefieren ningunear el montante de la Estructural de la “escala más numerosa y más baja del Cuerpo” (María Gámez dixit), con tal de mantener bien repleta la faltriquera de las escalas menos numerosas y más altas.-
Pues nada, el próximo 05 de junio procuraré estar en la madrileña Puerta del Sol para decirle a María Gámez y al entramado 'fajineroso' que intenten tomarle el pelo a otro y, además, que intentar escurrir el bulto en todo este asunto a base de explicaciones necias lo único que conlleva es un mayor cabreo de la plantilla. Sí, esa que aumenta como por arte de magia sin previsión alguna... ¡Cómo recuerdo la famosa frase del insigne Fernando Fernán Gómez!
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