Por Alberto Llana
En la época en la que el delincuente Luis Roldán era Director General de la Guardia Civil se ideó un plan para cerrar muchos cuarteles del Cuerpo (más de mil de los casi tres mil), llegando a clausurarse 432 antes de echar el freno de mano. El diario 'El País' narraba de esta forma la cuestión en una noticia fechada el 05 de junio de 1995 y firmada por Jesús Duva:
«La Guardia Civil ha cerrado 432 cuarteles durante los últimos tres años y prevé hacer lo mismo con otros 608, según los planes elaborados durante la etapa de Luis Roldán al frente del instituto armado. La clausura de estos establecimientos se ha ido haciendo con sigilo pese a que el Gobierno prometió en su día pactar con el PP para evitar su oposición a la operación. La viceministra de Interior, Margarita Robles, ha decidido congelar temporalmente este proyecto y encargar un estudio a todos los gobernadores civiles antes de seguir adelante.
Interior va a pedir a todos los gobernadores civiles que durante el verano realicen un estudio de la situación existente en sus respectivas demarcaciones. Los gobernadores deben informar si es correcto el plan de cierre de cuarteles previsto en su provincia o si necesita modificaciones. El ministerio prevé contar en septiembre con el resultado de esta encuesta y después decidirá si echa el cerrojazo a las 608 casas-cuartel pendientes, según fuentes del departamento. El despliegue territorial de la Guardia Civil continúa siendo prácticamente el mismo que el diseñado hace 150 años por su fundador, el duque de Ahumada, pese a los profundos cambios sociológicos y poblacionales habidos en España desde entonces. José Luis Corcuera autorizó en marzo de 1990 que se realizase un replanteamiento de la situación, lo que se plasmó en un voluminoso estudio finalizado en julio de 1991.
El instituto armado llegó entonces a la conclusión de que debían cerrarse 1.040 de los 2.937 cuarteles repartidos por España al considerar que eran inoperantes. El entonces responsable de la Seguridad del Estado, Rafael Vera, reconoció a finales de 1991 que el plan era delicado y podía originar críticas desde los partidos de oposición, por lo que se mantendrían conversaciones con el PP. Después no ha vuelto a saberse más del asunto ni si los contactos con los populares culminaron en acuerdos concretos.
Abandonos nocturnos
El 1 de enero de 1993 se habían clausurado 151 cuarteles; un año después ya se había hecho lo mismo con 345, y el 31 de mayo pasado se había elevado esta cifra a 432. De éstos, 301 corresponden a establecimientos situados en zonas campesinas. Los guardias tuvieron que abandonar subrepticiamente el cuartel, en algún caso aprovechando las sombras de la noche, para evitar que se lo impidieran los vecinos. Eso ocurrió, por ejemplo, en noviembre de 1991 en Folgoso de Caurel (Lugo). Fuentes de Interior señalan que el desmantelamiento no ha originado grandes problemas porque se ha hecho en contacto con los alcaldes.
Hace ocho meses se aprobó, un “plan de choque” urgente de 398 millones de pesetas para reparar 64 cuarteles en estado ruinoso y dotar de calefacción a otros 106. Los presupuestos para este año y el próximo inciden en la rehabilitación de edificios, a la vez que la Guardia Civil intenta resolver algunos “obstáculos” surgidos con las constructoras de los acuartelamientos de Pamplona, La Coruña, Granada, La Garrucha (Almería), Salamanca, Melilla, Irún (Guipúzcoa) y Noia (La Coruña).
Desde que Juan Alberto Belloch se hizo cargo de Justicia e Interior hace un año se han cerrado 80 cuarteles, la mayoría de ellos de Castilla-León y prácticamente inoperantes por tener una dotación de apenas un puñado de guardias. Antes de dar el cerrozajo a los 608 que restan para completar el proyecto de la época de Corcuera, Robles ha encargado a los gobernadores civiles que hasta septiembre realicen un estudio de los cuarteles que hay en sus respectivas provincias. A la vista de eso, el Gobierno decidirá si lleva adelante el plan o lo modifica.
Interior proyecta poner orden en el despliegue de la Guardia Civil para que la demarcación de cada cuartel coincida con uno o varios términos municipales. También quiere que en ellos haya oficinas de atención al ciudadano que podrían ser atendidas por algunos de los 23.000 agentes que están en reserva activa (prejubilados)».-
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