Por Alberto Llana Publicado el 12 de febrero de 2017
Hace un par de semanas se publicaba en la revista Interviú una noticia que hacía pública una cuestión que se daba por cierta en ámbitos asociativos de la Guardia Civil, a saber, el apoyo económico millonario de la Unión General de Trabajadores a una organización profesional de guardiaciviles. Sobre ese tema ya expliqué en varias ocasiones anteriormente el montaje asociativo inventado por esa organización con el propósito de mantener esas subvenciones sin las cuales hubiera sido casi imposible crecer y, mucho menos, mantener el nivel de gasto del que hacían (y hacen) gala sus dirigentes.-
Las reacciones ante la publicación de datos concretos que avalan esa relación ilegal han sido más bien escasas. Y digo ilegal porque la ley orgánica 11/2007 establece claramente en su artículo 37 que “Las asociaciones profesionales podrán financiarse a través de las cuotas de sus afiliados u otros recursos económicos que prevean sus Estatutos. En ningún caso podrán percibir donaciones privadas”. Y digo escasas ya que, en primer lugar, la Dirección General de la Guardia Civil nada ha dicho sobre este escándalo ni parece interesada en abordarlo a corto plazo, tampoco parece ser que se haya tomado iniciativa legal alguna, ni tan siquiera los propios socios de esa asociación parecen haberse extrañado mucho (al menos la mayoría) de la confirmación pública, ni otras organizaciones profesionales de miembros del Cuerpo han levantado mucho la voz ante un hecho tan grave como éste.-
¿Se imaginan los gritos, los mensajes en redes sociales, los memes, las denuncias públicas y las exigencias a mandos, responsables políticos del Cuerpo, fiscalía... si esa noticia afectara a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC)? Pues claro que se lo imaginan y también tienen bastante claras las razones de este ‘olvido’. AUGC es la organización mayoritaria, la que ha abierto con su esfuerzo, desde 1991, las puertas para que otras organizaciones puedan defender lo que les venga en gana a través de un Derecho Fundamental de cualquier ser humano que se nos denegaba sistemáticamente a los guardias civiles, tal es el Derecho de Asociación. Es la que ha conseguido movilizar en la calle a los compañeros en defensa de sus legítimos intereses, la que mayor representación tiene en el Consejo de la Guardia Civil, la que se levanta cuando entiende que los responsables del Cuerpo están tomándole el pelo o despreciando directamente a los funcionarios beneméritos, como ya es tradición en esta Institución. AUGC es aquella que desde sus comienzos se ha mantenido al margen de cualquier poder y cualquier tentación de recibir algo a cambio de su silencio o, quizás, a cambio de atacar a otras organizaciones con el fin de minarlas en lo posible y desviar su atención de los problemas reales que debe afrontar y que son, en esencia, la defensa de los intereses profesionales, sociales y económicos de sus afiliados y familias.-
Unos por envidia, otros por venganza y también, como no, por encargo de la superioridad, han atacado cualquier resquicio, cualquier mácula, cualquier error, observado en la AUGC, siempre que con ello consiguieran poner en tela de juicio nuestro firme proceder en el cumplimiento de nuestros objetivos. Da igual que tengan más motivos para callar que para abrir la boca, al fin y al cabo, si no tuvieran la cara tan dura o escamas en la piel, hace tiempo que hubieran renegado de las organizaciones en las que militan. Pero aquello que consideran censurable en los demás lo aplican en su propia casa sin disimulo alguno y aún se enorgullecen de ello.-
La organización subvencionada no ha recibido críticas de sus acólitas porque en estos momentos forma parte del grupo que aplaudía a Arsenio (de jardinero a eléctrico), de la camarilla 'De Mesa' (y mantel) por la recordada comilona que se zamparon a la hora de hacer piña contra AUGC. No conviene debilitar la banda agrupada en torno a dos objetivos irrenunciables. Uno, el ya dicho de atacar a la AUGC y, el otro, el conseguir un aumento salarial, ya que más lejos de eso serían incapaces de ponerse de acuerdo en nada más.-
Resulta trágico que quienes venden la imagen de defender a ultranza a los compañeros todavía no se hayan retractado de los graves insultos proferidos en 2013 por uno de sus representantes, o ignoren sistemáticamente la lacra de suicidios que asola el Cuerpo. Es de imaginar que esos compañeros, acaso los consideren así, no merezcan un minuto de su atención por débiles o por no querer aceptar la realidad de un Cuerpo militarizado a ultranza (ya sabían dónde venían y tal y tal). Y resulta paradójico que quienes dieron por bueno el actual reparto de productividad vengan defendiendo un aumento salarial cuando uno de los principales focos de desigualdad, tanto interna como en relación a otros Cuerpos, es precisamente ese reparto monetario claramente injusto. Y resulta gracioso que quienes hacen proselitismo para mantener un statu quo centenario, intenten señalar la paja en el ojo ajeno.-
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