Por Alberto Llana Publicado el 17-07-2016
Hace escasamente unas horas, un medio de comunicación se hacía eco de un suceso denunciado en su momento por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y relativo a un caso de acoso laboral especialmente impactante. Tal es así que el titular, a modo de resumen, ya pone los pelos de punta: “Acoso salvaje en la Guardia Civil: viola a una subalterna, la embaraza y la obliga a abortar”. Quizás sea un poco sensiblero, pero a mí me resulta espeluznante y me induce a leer el contenido de la noticia para enterarme de los pormenores del asunto. Claro que en este mundo cada cual tiene su ombligo, o en versión argentina: 'cada cual tiene un trip en el bocho'. Vamos, que cada cual tiene su opinión. Y en este caso sucede tres cuartos de lo mismo. Publicado el enlace de la noticia en mi muro de Facebook y varios grupos que administro, no tardo en recibir comentarios de repulsa y solidaridad con la víctima. También alguno, no muchos pero muy destacables, que se limitaban a lo superficial, a lo estético más que a lo ético.-
Creo que si el suceso no les llama, al menos, la atención, o no les induce curiosidad deberían pasar de largo y rezar para que algo así no le ocurra a alguien cercano, porque suceder, sucede, por mucho que nos esforcemos en hacer como los monos de Gibraltar. Sin embargo, no solo muestran su desinterés por el viacrucis de la compañera, además se atreven a dejar comentarios que los autocalifican como botarates, siendo excesívamente generoso. Uno de ellos mostraba su disconformidad con la foto que acompañaba el artículo ya que se podía apreciar un tricornio no demasiado limpio y preguntaba si no podía haber escogido otra instantánea donde apareciera un sombrero de tres picos con más lustre. Pues bien, posibilidad había, a ciencia cierta, claro que en este caso el retrato que ilustra el comentario viene puesto por el propio medio de comunicación que lo publica y, como se sabe, cuando compartes en redes sociales el enlace a la noticia, aparece de manera automática la foto de origen. Hubiera bastado con un simple 'pinchazo' encima de la instantánea para comprobarlo. Aún así existe manera de cambiarla, pero si respetas el contenido de la información, qué menos que respetar la imagen que han decidido mostrar, digo yo.-
Otro de igual carácter se descolgaba advirtiendo acerca de los titulares altisonantes. Eso de transcribir 'acoso salvaje en la Guardia Civil' resulta una desmesura porque, a su entender, ese horrible acontecimiento podría pasar en cualquier colectivo y a ver si al final la gente va a pensar que somos igual que los demás. A lo mejor es que mi forma de articular reflexiones y razonamientos es poco habitual, pero tengo la certeza que quien de ello sufre es quien piensa de tal modo. Empezando por el hecho de que no creo que se haya molestado en leer el contenido de la noticia, quedándose solamente en el titular -lo cual ya supone un avance respecto a nuestro anterior protagonista, que se detuvo en la imagen-, lo que se relata de forma prolija en la misma no es como para calificar el encabezamiento de 'amarillista' o morboso. Tal parece que lo que más le preocupa a esta persona que así se expresa es que los demás lleguen a pensar que en la Guardia Civil habitan monstruos del mismo pelaje que en el resto de la sociedad, lo cual no deja de ser intento valdío ya que el Cuerpo se nutre de personas normales y corrientes, las cuales pueden llegar a ser verdaderos héroes o villanos, como cualquier otro ser humano. Aquí el problema real no es que el uniforme sea vestido por personas normales a las que se les supone una vocación y un acatamiento de estrictos códigos de conducta, de exigencia y que en algunas -pocas- ocasiones traicionen todo ello con una conducta inapropiada o directamente delictiva, eso sucede en todos los ámbitos y es inevitable. La verdadera cuestión, sin restar la importancia que tiene lo antedicho, es la falta de mecanismos internos eficaces que garanticen que conductas como las denunciadas sean atajadas desde un primer momento. ¿Por qué motivos esta compañera acosada de forma tan brutal no acudió a sus superiores o a algún órgano interno para denunciar la situación? Yo creo tener la respuesta... porque sabía que si denunciaba a su superior las consecuencias para ella iban a ser casi tan malas como intentar capear el temporal. Y así, la espiral llegó a tener tanta inercia que fue incapaz de salir de ella.-
No obstante este comentario no pretende analizar las causas del hecho denunciado, sino afear la conducta de los botarates que pululan por las redes mostrando su ignorancia y/o su indeferencia por lo que le sucede al prójimo. Si acaso llegan a leer este artículo y no se quedan en el encabezado o la foto que pondré a modo de ilustración, ya saben que no son bienvenidos por aquellos muros o grupos en los que yo tenga algún tipo de responsabilidad. Y antes de criticar estas líneas, hagan el favor de consultar el diccionario para enterarse de las diferentes acepciones de la palabra elegida a modo de título.-
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