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ARSENIO ENSEÑA LOS DIENTES

Por Alberto Llana Publicado el 17 de septiembre de 2015




En el día de ayer, el Director General de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, se acercó a su localidad natal, El Ferrol, para dejar patente ante sus conciudadanos quién es el responsable de las obras de rehabilitación del Cuartel de la Guardia Civil local, a mayor gloria de su ego. Puede que para tal señalada ocasión se haya pasado con la ración de gomina habitual porque algunas de las afirmaciones realizadas ante los medios de comunicación tienen difícil explicación.-


Dado que también en el día de ayer la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ofreció una rueda de prensa anunciando la convocatoria de una manifestación el próximo día 14 de noviembre, bajo la denominación #MareadeTricornios , los periodistas le preguntaron sobre ello y el personaje se despachó a gusto. Leo en una noticia de agencia que instó a que "el sentido común les haga reflexionar", afirmando sin ningún tipo de vergüenza que "la ley impide a los guardias civiles participar en manifestaciones, ni mucho menos convocarlas". Y tiró de hemeroteca para señalar que existen sendas leyes, de régimen disciplinario y de derechos y deberes, "ambas del 2007, por tanto del gobierno anterior", que hay que cumplir.-


Pues bien, vamos al lío. La Ley Orgánica 11/2007, de 22 de octubre, reguladora de los derechos y deberes de los miembros de la Guardia Civil, estipulaba en su artículo 8, sobre el Derecho de reunión y manifestación que: “1. Los Guardias Civiles no podrán organizar manifestaciones o reuniones de carácter político o sindical (...) 3. En todo caso no podrán asistir a manifestaciones o reuniones vistiendo el uniforme reglamentario, ni portando armas y deberán respetar las exigencias de neutralidad propias de la condición de Guardia Civil”. Tras esta norma, alumbrada después de dos concentraciones convocadas por la AUGC en 2006 y 2007 -la última con proliferación de uniformes y tricornios-, se celebraron otras dos manifestaciones por el madrileño paseo de la Castellana. Una en 2008 convocada por sindicatos policiales y dos asociaciones de guardiaciviles, entre las que estaba, como no, la AUGC, y la última en 2010 convocada asimismo por AUGC y la Unión de Oficiales (UO). Al gobierno de turno no le gustaron nada estas movilizaciones y decidió reformar la ley con el fin de que los miembros de la Guardia Civil no pudieran congregarse con sus compañeros policías y, también, para restringir al máximo la posibilidad de convocar manifestaciones por parte de los militares en general y de los guardiaciviles en particular.-


Así, el gobierno que pocos años antes había apadrinado la LO 11/2007 ya mencionada, se encargó de desdecirse a través de dos nuevas leyes orgánicas, las 9/2011 y 11/2011. La primera de ellas suponía encorsetar la facultad de movilización de los componentes de las Fuerzas Armadas y la segunda lo hacía extensible a la Guardia Civil, con el resultado de cambiar el punto 1 del artículo 8 de la LO 12/2007, por el punto 1 del artículo 13 de la LO 9/2011, con el enunciado siguiente: “El militar podrá ejercer el derecho de reunión, de acuerdo con lo previsto en la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del Derecho de Reunión pero no podrá organizar ni participar activamente en reuniones o manifestaciones de carácter político o sindical. Vistiendo el uniforme o haciendo uso de su condición militar, no podrá organizar, participar ni asistir en lugares de tránsito público a manifestaciones o a reuniones de carácter político, sindical o reivindicativo”.-


Un inciso antes de entrar en lo importante y dirigido a Arsenio. Para aprobar o modificar una ley orgánica se necesita una mayoría absoluta del Congreso, según el artículo 81.2 de la Constitución, por lo que esa afirmación de que las leyes mencionadas son obra y milagro de un gobierno anterior no cuela. Se necesitó en su momento un acuerdo entre los dos grandes partidos políticos que vienen haciendo de las suyas desde 1982 y, por ello, son tan responsabilidad de uno como de otro.-


En cuanto a la posibilidad de convocar una manifestación por parte de AUGC, decirle que nuestra asociación, como organización representativa, puede convocar las manifestaciones que considere oportunas e invitar a sus socios y simpatizantes a participar en ellas respetando los límites establecidos en la ley, es decir que la movilización no tenga carácter político o sindical y que los concurrentes no vistan uniforme ni hagan uso de su condición de militar. De hecho, quienes asistan harán uso de su condición de socios, simpatizantes o allegados a la AUGC, nada más. Es más que recomendable que se lea un poco de jurisprudencia sobre el Derecho Fundamental de manifestación, el cual se podrá limitar al máximo, como han hecho con los militares, pero no se puede prohibir totalmente. De poder hacerlo, el legislador no dudaría ni un segundo. Así que, con muchas limitaciones, sí, pero afirmar que la ley impide a l@s guardiaciviles convocar o participar en manifestaciones es una falacia más del ínclito, cosa que era de esperar.-


Por último lamentamos que no le venga bien una fecha de convocatoria tan cercana a las posibles elecciones generales, pero eso de las elecciones es cosa de políticos y a nosotros nos importa bien poco cuando quieran ustedes convocarlas porque me permito recordarle, dada su escasa memoria, que su amigo y jefe Mariano todavía no se ha pronunciado al respecto y nosotros decidimos la fecha hace ya una semana. Por tanto, menos enseñar los dientes y preocúpese de ajustarse los calzones ya que, de nuevo, se ha quedado con el trasero al aire ferrolano.-


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