Por Alberto Llana Este comentario fue publicado en 2015.-
Ayer se cumplieron 25 años de la detención del Guardia Civil Alejandro Álvarez Borja. El delito cometido fue pertenecer al Sindicato Unificado de la Guardia Civil. Cierto que no fue el único en pasar por ese trance ya que otros muchos miembros del Cuerpo perseguían en aquellos años el sueño de que el Estado de Derecho empapara las estructuras beneméritas en la misma medida en que había calado en el resto de la sociedad. Sin embargo, el espectáculo ofrecido en la 'captura' de Alejandro no fue como los demás. Por alguna razón, los medios de comunicación estaban presentes y pudieron recogerse tanto imágenes como testimonios de lo ocurrido. Es fácil suponer que el gobierno de entonces trataba de transmitir un claro mensaje a la sociedad y sobre todo al resto de sindicalistas con tricornio... se habían arrepentido... pero no de tratar como a terroristas a demócratas de uniforme, sino de haber prometido la desmilitarización de la Guardia Civil en su programa de 1982. Al igual que aquellos cientos de miles de puestos de trabajo comprometidos, ese propósito quedó olvidado en el mismo momento en que el ministro de la patada en la puerta 'descubrió' las bonanzas de mantener el Cuerpo ultramilitarizado. Y, fíjense qué cosas, por aquél entonces sucedía lo mismo que ocurre hoy en día con el tipo ese que ocupa el antiguo sillón de Luis Roldan, ya se llevaba aquello del “ya sabíais a dónde veníais”.-
Pero aquellas imágenes del apresamiento de Alejandro se han convertido con el tiempo en un símbolo. Yo las he visto no hace mucho tiempo navegando por un sitio de esos donde se almacenan millones de vídeos de todo tipo y ayer traté de volver a verlas con el fin de inspirarme para estas líneas, pero esta vez no tuve suerte. Da igual, Alejandro sigue estando ahí y agradecía el recordatorio realizado por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) a través de los medios telemáticos disponibles. Para los interesados en la historia sindical y asociativa de la Guardia Civil, decirles que si tienen la oportunidad de comprobar el acta de constitución de la Coordinadora pro-perjudicados por la gestión de Luis Roldán y la Corrupción (COPROPER), verán el nombre de Alejandro Borja, junto con el de José Morata o Azucena Chillerón. Y tras 21 años de COPROPER-6J reconvertida en AUGC, todavía puedes encontrarlo ahí para lo que sea menester.-
En 1990 la Guardia Civil no tenía un régimen disciplinario propio. De hecho no había ningún texto legal que recogiera la particularidad de ser un Cuerpo de naturaleza militar dedicado a tareas de seguridad ciudadana, según lo encomendado por la Constitución de 1978, y eso que ya cuatro años antes el Tribunal Constitucional urgía una regulación exclusiva de la materia. Pero a los gobernantes les venía muy bien ese limbo en el que se encontraba la institución. Arrepentidos de haberla separado de las Fuerzas Armadas, preferían esa calculada indefinición que hasta nuestros días se extiende con ejemplos claros como el que acabamos de ver hace poco con la participación de la Guardia Civil en el desfile del día de las FAS. Hasta 1991 no llegaría un régimen disciplinario propio, pensado sobre todo para atajar un movimiento sindical que, pese a imágenes como la detención de Alejandro, seguía imparable y con más apoyos cada vez.-
A día de hoy, la primera sigla del SUGC ha mutado por una 'A', pero seguimos en el empeño de volver a nuestros orígenes, como demuestra el hecho de haber presentado los estatutos de un sindicato para guardiaciviles que, aunque sea rechazado dentro de nuestras fronteras, esperamos que el sentido común nos venga impuesto desde fuera, como ha ocurrido en otras ocasiones como por ejemplo aquella famosa sentencia que obligó a suprimir las privaciones de libertad (arrestos los llamaban los cachondos que permitían tamaña barbaridad) como forma de castigar las más leves incorrecciones cometidas por cualquier componente del Instituto que no contara con padrino.-
25 años de la detención de Alejandro Álvarez Borja, y lo que quisieron fuera un aviso a navegantes se ha confirmado como lo que siempre fue: un símbolo de democracia y de lucha por los DERECHOS de los y las guardiaciviles.-
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