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PREVENCIÓN DE PANDEMIAS

Por Alberto Llana


Aunque el denominado SARS-CoV-2 (COVID-19) era un virus desconocido hasta hace poco, no es menos cierto que guarda bastantes similitudes con el de la gripe, tanto en que afectan al sistema respiratorio como en su forma de transmisión, principalmente a través de gotitas que el infectado esparce al toser, estornudar o hablar. De igual forma en que se puede producir el contagio al tocar superficies u objetos infectados y después tocarse los ojos, la nariz o la boca. No obstante desde casi el primer momento quedó claro que este coronavirus se propagaba de una manera más rápida que la gripe y sus consecuencias eran mucho más graves. El COVID-19 contagia de 2 a 3 personas por cada individuo infectado en comparación a las 1,3 personas por gripe común.-


Cuando la enfermedad se cebó con nuestro país, los responsables gubernamentales argumentaron que ante lo novedoso de la cuestión no había un manual de instrucciones a seguir, haciendo caso omiso de hasta cinco alertas lanzadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud) desde finales de enero de 2020. ¿Y qué decir de aquella respuesta ofrecida por el actual ministro de Sanidad, Salvador Illa, a la advertencia de la propia OMS acerca del riesgo de desabastecimiento de material necesario para afrontar una posible pandemia: “Tenemos material suficiente”? Se podría escribir, y quizás algún día se haga, un libro bien gordo con los errores que nos condujeron a un desastre sin paliativos pero el objeto de estas líneas es poner en tela de juicio eso de que no había una guía de prevención a la que acudir para afrontar y minimizar los efectos de una enfermedad que tarde o temprano nos iba a sacudir.-


Solo tienen que 'pinchar' el siguiente enlace y comprobarán como desde 2005 existe un “Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Gripe”, con sus correspondientes actualizaciones y anexos varios en los que se describen las actividades que deberían prepararse para responder en cada fase de forma adecuada ( https://www.mscbs.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/pandemia/home.htm ). En el mismo podremos encontrar frases tan esclarecedoras como la que sigue: “Las pandemias se comportan de manera impredecible, como impredecible es el virus que las provoca. Se han visto importantes variaciones en la mortalidad, gravedad de la enfermedad y patrones de difusión. Los casos se producen de manera muy rápida y aumentan exponencialmente en muy poco tiempo (semanas). Es fundamental tener esto en cuenta en la preparación de una pandemia”. Obvio resulta que no lo tuvieron en cuenta los responsables de minimizar en lo posible los efectos del COVID-19. Y hay más, porque igualmente se afirma que “El nuevo virus tiende a producir varias ondas, y los grupos de edad y áreas no afectados en la primera pueden ser los más vulnerables en las posteriores. Las segundas ondas suelen tener más impacto. La primera onda presentará un pico máximo a los 3 a 6 meses a partir de que se detectan los primeros casos, y la segunda onda podrá presentar su pico máximo alrededor de un año desde el comienzo de la pandemia. Si la pandemia se originase fuera de Europa, pueden pasar de 1 a 4 meses antes de que la misma llegue hasta nuestro país”. Muy esclarecedor.-


Pues bien, siguiendo las recomendaciones de la OMS, ya en 2003 se creó en España el 'Comité Ejecutivo Nacional para la prevención, el control y el seguimiento de la evolución epidemiológica del virus de la Gripe' (CENG), adscrito al Ministerio de Sanidad y Consumo, con el objetivo de desarrollar y coordinar acciones relacionadas con el Plan de Actuación (RD 1131/2003). En la actualidad el Sistema de Vigilancia de la Gripe en España está integrado dentro del Sistema de Vigilancia de la Gripe en Europa (European Influenza Surveillance Scheme; 'EISS'). La UE trabaja siempre con las fases establecidas por la OMS. Estas fases son las siguientes:


- Periodo interpandémico.- Fases 1 y 2: En estas fases no se han detectado nuevos subtipos del virus de la gripe en personas. La diferencia entre ellas depende del riesgo de transmisión a los humanos de nuevos subtipos de virus detectados en animales.-


- Periodo de alerta pandémica.- Fases 3, 4 y 5: En la fase 3 se ha detectado infección en humanos con un subtipo nuevo del virus de la gripe, pero sin transmisión persona a persona, o a lo sumo casos raros de contagio a un contacto próximo. La fase 4 viene determinada por la detección de agregaciones de casos humanos de infección por un nuevo virus de la gripe en un país o territorio, si bien el riesgo de pandemia será aún limitado, mientras que la fase 5 conllevará un aumento sustancial de ese riesgo de pandemia. La distinción entre estas fases, precisamente, se basará en la evaluación de tal riesgo.-


- Periodo de pandemia.- Fase 6:Transmisión elevada y sostenida entre la población general. Dentro de la fase 6 se distinguen cuatro niveles de alerta:

Nivel de Alerta Uno: Ningún caso humano confirmado de infección por el virus pandémico en ningún estado miembro de la UE.-

Nivel de Alerta Dos: Uno o varios casos humanos confirmados de infección por el virus pandémico en algún estado miembro de la UE. El 'Nivel 2.a' se refiere a casos fuera de España y el 'Nivel 2.b' a casos confirmados dentro de nuestro país.-

Nivel de Alerta Tres: Brote confirmado (transmisión) de infección por el virus pandémico en algún estado miembro de la UE. También existen dos subniveles. El Nivel 3.a referente a brote confirmado fuera de España, mientras el Nivel 3.b atinente a brote confirmado en España.-

Nivel de Alerta Cuatro: Transmisión extensa en los estados miembros de la UE.-


Cabe recordar que el primer caso confirmado de COVID-19 en Europa data del 25 de enero de 2020, en Francia, un hombre de 80 años procedente de la provincia china de Hubei, cuya capital es Wuhan. Y el primer paciente registrado en España con coronavirus se conoció el pasado 31 de enero en La Gomera. El 24 de febrero el virus irrumpió en la península, siendo detectados los primeros casos en la Comunidad de Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana, aunque un estudio científico afirma que ya estaba presente desde 20 días antes, como poco. Por tanto, cuando se confirmaron los primeros casos en UE debería haberse activado la fase '6.2.a', y cuando se detectó en España debería haberse activado la fase '6.2.b', la cual viene determinada por el hecho de que el virus ya está circulando por nuestro país y en unas semanas alcanzará el pico máximo de actividad. En estas condiciones lo que estipula el 'Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Gripe' es que el estado debe hacer frente al aumento de la presión asistencial y de otros servicios implicados.-


Lo que se hizo, o mejor, lo que no se hizo, consta en las hemerotecas y lo tenemos fresco en la memoria. Sería justo esperar que los irresponsables de ello rindieran cuentas ante la Justicia. Tan justo como improbable por estos lares. Lo que queda claro es que si no se tomaron las adecuadas medidas preventivas no fue por ausencia de un protocolo adecuado al caso, aunque se refiera a la gripe, como se ha expuesto. Las diferencias entre una correcta prevención y una actitud apática podemos encontrarlas en la nuestra propia península. Tan solo hemos de comparar el ejemplo portugués con el nuestro y apretar los dientes.-


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